sábado, 31 de marzo de 2012

Francisco Lozano

Paisaje de Benisa (Alicante), 1947






Paisaje de Francisco Lozano Sanchís

Otoño en el Arenal by Francisco Lozano Sanchís
Francisco Lozano, nacido en la localidad valenciana de Antella en 1912 y considerado un maestro entre sus coetáneos. Una de las obsesiones pictóricas de Francisco Lozano ha sido la "luminosidad del mediterráneo", que plasmó de una manera diferente a la de Joaquín Sorolla. Se formó en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos y fue becario del Colegio Mayor San Juan de Ribera de Burjassot. Tras la Guerra Civil, Eugenio D,Ors lo incorporó a sus famosos salones de los once, que supuso su verdadera proyección nacional y su definitiva consagración como recreador del paisaje mediterráneo. En 1951 recibió la primera medalla de la Bienal del Reino de Valencia y el Gran premio José Antonio Primo de Rivera de Alicante. Un año después logró la primera medalla de la Exposición Nacional de Bellas Artes. En 1980, y después de una larga estancia en Sudamérica, visitó Madrid para donar a la ciudad una colección de 44 obras integrada por dibujos a lápiz, carbón, acuarelas, tintas y óleos que fue destinada al museo municipal de la capital. Los cuadros de Francisco Lozano se encuentran repartidos entre numerosas colecciones particulares y organismos culturales españoles y extranjeros. Hay obra de este autor valenciano en Nueva York, San Luis, Los Angeles, San Diego, París, Bruselas, Roma, México, Buenos Aires y El Cairo, entre otras ciudades. Destaca también la presencia de colecciones en el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, el de Bellas Artes de Valencia, así como en la Fundación Mendoza de Caracas y en el Museo de Bellas Artes de Montevideo. Entre las distinciones recibidas a lo largo de su vida figuran la de miembro de las academias de Bellas Artes de San Carlos de Valencia y San Fernando de Madrid, "Doctor Honoris Causa" por la Universidad Politénica de Valencia (1994) e "hijo adoptivo" de la localidad de Xátiva (1988).

Información obtenida de
Noticias de la Comunidad Valenciana, futbol Valencia, resultados loterias, horoscopos

viernes, 30 de marzo de 2012

Oleg Tselkov




Oleg Tselkov, With Cards

Oleg Tselkov, Theatre

Oleg Tselkov, Portrait with HandsNació en 1934 en la región de Moscú. En 1953, se graduó en la escuela secundaria de arte y entró en el Minsk Theatre y Art Institute, pero fue expulsado un año despues. Le ocurrió lo mismo en la Leningrad Academy of Arts en 1955. Sin embargo en 1958, consiguió licenciarse en el Leningrad Theatre Institute, que era una isla de liberalismo en la época post- Stalin . La obra de Oleg Tselkov incluye todos los elementos del teatro del absurdo así como una trágica bufonería. El artista inventa su propia teatro. Sus obras se pueden encontrar en el State Russian Museum (St. Petersburg), Zimmerly Art Museum (New Jersey, USA) y en colecciones publicas y privadas de Rusia, Estados Unidos, Francia y Japón .

Ha expuesto en : 1979 – Edouard Nakhamkin Gallery , New York, USA; 1982 – Gallerie George Lavrov, Paris, France; Gallerie George Lavrov-Tanenbaum, Toronto, Canada; 1983 – Gallerie Altes Rathaus, Inzlingen, West Germany; 1984 – Edouard Nakhamkin Gallery , New York, USA; 1985 – Edouard Nakhamkin Gallery , New York, USA; “Mac 2000”, Grand Palais, Paris, France 1986 – Edouard Nakhamkin Gallery , New York, USA; 1989 – Sloane Gallery , Denver, USA; 1990 – Connaught Brown Gallery, London, England; 1991 – Connaught Brown Gallery, London, England; 1992 – “Le Monde de L’Art”, Paris, France; 1994 – Naschokin House, Moscow, Russia; 1995 – Oleg Tselkov, Galerie Connaught Brown, Londres; 2004 – The State Russian Museum, St. Petersburg, Russia (catalogue).

Ref-

Literature: Alexander Gleser, New Russian Art, 1992, p.186, illustrated.
Gail Gelburd, Silent Scream from the Russian Underground, 1995, illustrated on the cover.
Pinakothe˜ke˜ , N°22 –23 , 2006, p.103, N°21, illustrated.

Tselkov Oleg . Portrait -  Art4.ru, коллекция современного искусства











miércoles, 28 de marzo de 2012

Philip Guston la alegoría del absurdo

Philip Guston, Zone, 1953-54




Philip Guston (Montreal, Canadá, 1913 - Woodstock, EE.UU., 1980) ingresó con quince años en la Manual Arts High School de Los ángeles y en el Otis Art Institute, del que fue expulsado junto a Jackson Pollock y donde conocería a Musa Jane McKim, su esposa. A finales de 1934 viaja a México donde pinta un mural para el Palacio de Maximiliano en Morelia. Al año siguiente se instala en Nueva York y abraza el expresionismo abstracto. En 1968 su obra sufre un cambio radical y vuelve a la figuración inicial; en 1970 expone por primera vez en la Marlborough Gallery provocando fuertes reacciones entre críticos y artistas.


La mano del pintor, 1975. Óleo sobre lienzo



De una nube salen dos dedos enormes y trazan una línea. ¿Es la mano del Creador? Sí, pero parcialmente amputada. En las imágenes del último Guston se encuentran el humor absurdo y el pesimismo metafísico de Kafka o de Beckett. Hacia 1968, en un momento de crisis personal que coincidía con la crisis social de su país, Guston renunció al fin al enclaustramiento de la abstracción para iniciar su última aventura. Volvió a lo figurativo. Se puso a pintar los objetos más a mano, libros, zapatos, bombillas, con un trazo tosco inspirado en los cómics (sin relación con el uso que el Pop había hecho de ellos) y una factura jugosa. La primera exposición de esta obra tardía provocaría una reacción casi unánime de repulsa en la crítica. Sólo el retorno a la pintura a finales de los 70 rehabilitaría al viejo maestro; los postmodernos adoptarían a Guston como uno de sus mentores.


Son imágenes contundentes, que nos dejan K.O. Comparables, como dice Barañano, con las pinturas negras de la Quinta del Sordo. En su repertorio de objetos predomina lo abyecto (las piernas hirsutas, los zapatos de suelas claveteadas, los cubos de basura). Pero el aislamiento y la escala convierte estos objetos ínfimos en monumentos. Las imágenes recuerdan a los antiguos emblemas por la concisión expresiva y el gusto por lo enigmático. Como en los emblemas, además, parece prohibida aquí la figura humana entera y sólo se permiten sus miembros sueltos: la cabeza del pintor de perfil, con su único ojo de cíclope, la mano del pintor pintando o fumando, los brazos y piernas mutilados. Todos los cuadros giran en torno a la vida del artista, a su trabajo, a su mujer, Musa. Pero desde las anécdotas y las preocupaciones cotidianas se eleva una meditación alegórica. Meditación sobre la poesía y la pintura, sobre la vida y el arte. Meditación sobre la flaqueza de la carne, la enfermedad, la vejez, el triunfo del tiempo. Algunos de los cuadros podrían interpretarse incluso como una suerte de jeroglíficos de las postrimerías: la Muerte, el Juicio, el Infierno, ¿la Gloria? No, la Gloria no.


El Cultural

Guillermo SOLANA | Publicado el 12/12/2001




martes, 27 de marzo de 2012

PEDRO FERNANDEZ CUESTA












El salmantino Pedro Fernández Cuesta es, por vocación, artista, narrador, poeta y filósofo.

Como artista ha realizado numerosas exposiciones individuales (2000: Galería Paloma Pájaro, Salamanca, “Homenaje al sheriff Cocorocó”; 2003: Centro Cultural El Greco, Madrid, “Un espectáculo satánico: la guerra”; 2005: Bar Jazz El Último, Toledo, “Dibujos, Pinturas, Símbolos”, etc) y colectivas (2001: Galería Paloma Pájaro, Salamanca, “Colectiva de Navidad”; por ejemplo).

Como narrador ha publicado novelas (“El Doctor Guzmán”, Ediciones Después del Diluvio, 1997; “El tesoro y el cantautor”, revista Después del Diluvio, nº 12, 2001) y comics (por ejemplo, en la revista Después del Diluvio, Salamanca, 1992–2002, publicó “El taxidermista”).

Como poeta ha publicado “Diario de Barcelona”, “Segundo Diario de Barcelona”, “Cuarto Diario de Barcelona”, “Diario de navidad” (revista Después del Diluvio).

Como filósofo, está ultimando una “Metafísica”.

Es licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca en la especialidad de Pintura, Grado Salamanca cum laude y graduado en Artes Aplicadas (Arte Publicitario, especialidad Carteles).

Aunque su pintura es difícil de encasillar, en líneas generales podría definirse como expresionista.

Referencia- CIUDAD DE LA PINTURA

lunes, 26 de marzo de 2012

Fernando Botero


File:'Man on Horse', bronze sculpture by Fernando Botero (Colombian), 1992, Israel Museum, Jerusalem, Israel.JPG
Si quieres escuchar el artículo pincha en el enlace siguiente
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/b6/Es-FERNANDO_BOTERO-article.ogg


Fernando Botero Angulo es un pintor, escultor y dibujante nacido el 19 de abril de 1932 en Medellín (Colombia). Icono universal del arte, su extensa obra es reconocida por niños y adultos de todas partes por igual. Es considerado el artista vivo originario de Latinoamérica más reconocido y cotizado actualmente en el mundo.

La extensa obra de su autoría, lleva impreso un original estilo figurativo, denominado por algunos como "Boterismo", el cual les da una identidad inconfundible y conmovedora a las mismas, y se caracteriza por la interpretación que da el artista a diversas temáticas (el ser humano, la mujer, el hombre, sus sentimientos, pasiones, dolores, creencias, vicios, su cotidianidad, sus relaciones interpersonales, manifestaciones culturales, así como dramas, acontecimientos y personajes históricos, sociales y políticos, hitos del arte, hasta objetos, animales, paisajes y la naturaleza en general), con una volumetria exagerada y desproporcionada, ligada a una concepción anatómica particular y finos detalles de crítica mordaz, ironía, humor, mensajes sutiles, e ingenuidad.

Fue estudiante de la Universidad Nacional de Colombia y docente de esta institución entre 1958 y 1960.

Fernando Botero, 00000572-Z

Actualmente productivo, itinera entre sus afamados estudios de esculturas de Pietra Santa, Italia y los de pintura en París (Francia), Nueva York (Estados Unidos de America) y de Montecarlo (Principado de Monaco); así mismo, dedica tiempo al dibujo algunos días del año en Zihuatanejo, México y Rionegro, en Colombia.

En noviembre de 2011, expuso a la luz pública por primera vez, la serie de pinturas tituladas El Viacrucis en la Galería MarlBorough en Manhattan (New York).


De pequeño fue inscrito en un liceo de toreros de la ciudad de Medellín a petición de un tío, quien no se imaginaba que su verdadera vocación era la pintura. Tuvo un percance con los toros, lo que hizo que él los dejara. Es de notar que en ese período hizo su primera obra, una acuarela de un torero. Una vez que su familia comprendió su vocación, Botero realizó su primera exposición en su ciudad natal (Medellín) en 1948.

Ese mismo año, Botero se trasladó a Bogotá para la inauguración de la Exposición de artistas Antioqueños, en donde presentó dos de sus acuarelas. De regreso a Medellín, realizó ilustraciones para uno de los periódicos locales (El Colombiano), lo que le acarreó la expulsión del plantel en el que estudiaba, ya que sus dibujos eran considerados como obscenos.


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Una vez terminados sus estudios secundarios en 1950, Botero se instala en Bogotá (1951), ciudad en donde tiene contacto directo con los intelectuales colombianos más importantes de la época. Ese mismo año, Botero realiza dos exposiciones consecutivas en la galería Leo Matiz; en una de sus exposiciones, obtiene el premio del IX Salón de Artistas Colombianos ofrecido por la Biblioteca Nacional de Colombia.

Con el dinero recibido por el premio y con la venta de algunas de sus obras, Botero decidió ir para Europa. Es así como llegó a Barcelona en 1952. Luego Botero decidió trasladarse a Madrid, ciudad en la que visitó el museo del Prado, donde vio más de cerca la obra de Francisco de Goya y Velázquez. Más tarde, ganó el 2º puesto en el IX salón anual sanuak de artistas.Fernando Botero, 00000568-Z

Fernando Botero, 00000570-Z

Tras su regreso de Italia en 1955, este artista decidió hacer una exposición en Bogotá de las obras realizadas en Europa, de las cuales obtuvo muchas críticas pues en ese momento el país estaba influido por la vanguardia francesa, lo que le acarreó casi un fracaso completo.

Luego de esta amarga experiencia, Botero decidió casarse con Gloria Zea, con quien en 1956 partió a Ciudad de México. Fue justamente allí que Botero descubrió y jugó con el volumen de los cuerpos. Un año después, expuso por primera vez en Nueva York: el éxito comenzaba a acompañarle. Fernando Botero logró intensificar sus batallas personales, sus combates lienzo a lienzo, del arte contra el tiempo y de la belleza contra la muerte.

Botero regresó a Bogotá y en el año de 1958 fue nombrado docente de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Colombia; además, ganó el segundo premio del X Salón de Artistas Colombianos con su obra La alcoba nupcial. Ese mismo año expuso en Washington, en donde logró vender todas sus obras el mismo día de la inauguración.

Con Gloria Zea, Fernando tuvo tres hijos: Fernando, Lina y Juan Carlos, nacido el mismo año en que decide separarse de su primera esposa.

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En 1960, Botero regresó a Nueva York para instalarse. Una vez allí, alquiló un pequeño apartamento donde vivía modestamente, pues acababa de separarse de su esposa; además, sus obras no tenían mucho éxito, pues los gustos neoyorkinos de la época cambiaban rápidamente y ahora la abstracción mandaba la parada.

Fue entonces cuando en 1961, Botero logró vender La Mona Lisa a los doce años al Museo de Arte Moderno de Nueva York. Después de haber encontrado su serenidad económica, Botero se casa de nuevo.

En 1963 cambió su residencia al East Side y alquiló un nuevo estudio en Nueva York. Es allí donde surgió su estilo plástico en muchas de sus obras de este período con colores tenues y delicados. Su pasión por Rubens se deja ver en sus obras.

A comienzos de 2008, Fernando Botero recibió el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Autónoma de Nuevo León, en la ciudad de Monterrey (México). Igualmente, presentó por primera vez en esta ciudad su colección de pinturas sobre "Abu Ghraib" y su enorme escultura en bronce titulada "Caballo".

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En 1966 fue organizada en Alemania su primera exposición en Europa. Una nueva muestra en el Milwaukee Art Center recibió críticas ampliamente positivas. Es así como Botero empezó un período de muestras y exposiciones entre Europa, los Estados Unidos y su patria, Colombia. En 1969 expuso en París; fue a partir de ese momento que Botero empezó un peregrinaje por todo el mundo en busca de inspiración; se movía continuamente de Bogotá a Nueva York y a Europa.

En 1970 nació en Nueva York su hijo Pedro Botero, comúnmente llamado Pedrito. Paralelamente, su fama mundial aumentaba cada vez más y lo convirtió en ese entonces en el escultor viviente más cotizado del planeta. En 1974, cuando su hijo apenas tenía cuatro años, Botero tuvo un accidente de tránsito en España, lo que le costó la vida a Pedrito.

Fernando Botero, 00000582-Z


La muerte de su hijo dejaría trazos en la obra de Botero que, a partir de ese momento, comenzó a tener cambios profundos, considerados por la crítica como huellas de la pérdida de su hijo. Además, su matrimonio con Cecilia Zambrano no superó la pérdida de Pedrito y Botero se separó por segunda vez.

Un año antes, él se había instalado en París y había comenzado a trabajar la escultura. En 1976 Botero hizo una donación de dieciséis de sus obras al Museo de Antioquia, que le consagró una sala permanente para sus obras, la sala Pedrito Botero.

Desde 1979, cuando la primera retrospectiva de Botero fuera presentada en el Hirshhorn Museum [1] de Washington, sus exposiciones a través del mundo no se detuvieron. En 1983 Botero se trasladó a Pietrasanta en Toscana (Italia), un pequeño pueblo famoso por sus fundiciones, lo que para Botero significaba la continuidad de su obra escultórica. Al año siguiente, Botero hizo una nueva donación al Museo de Antioquia. Esta vez se trataba de una serie de esculturas que también encontraron lugar en una nueva sala permanente dedicada a Botero en el museo.

A partir de 1983, Botero comenzó una serie de exposiciones a través de todo el mundo que aún hoy no acaba. Es así como sus obras son expuestas y por supuesto conocidas en ciudades como: Londres, Roma, San Francisco, Filadelfia, Boston, Chicago, Basilea, Buenos Aires, San Juan de Puerto Rico, Santo Domingo, Berlín, Múnich, Fráncfort, Tokio, Milán, Nápoles, París, Montecarlo, Madrid, Moscú, Viena, Ciudad de México, Monterrey, Caracas, su obra ha pasado por la mayoría de países europeos y americanos.

Botero es uno de los pocos artistas (por no decir el único), que se ha dado el lujo de exponer sus obras en varias de las avenidas y plazas más famosas del mundo, como los Campos Elíseos en París, la Gran Avenida de Nueva York, el Paseo de Recoletos de Madrid, la Plaza del Comercio de Lisboa, la Plaza de la Señoría en Florencia y hasta en las Pirámides de Egipto.

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Desde sus inicios Botero ha recurrido a escenas costumbristas, inicialmente con una pincelada suelta de colores oscuros (con ocasionales contrastes fuertes) cercana al expresionismo y desde finales de los sesenta, ha recurrido a una pincelada cerrada, con figuras y contornos más definidos.

A la orilla de esa carretera del arte contemporáneo, Botero ha instalado durante cinco décadas una escuela de arte con un graduado: él mismo.

En su obra reciente, Botero ha recurrido temáticamente a la situación política colombiana y mundial. Por ejemplo, la serie sobre "Abu Ghraib" está compuesta por 78 cuadros que tratan de representar los horrores de la tortura y de la guerra, relacionada con la invasión de los Estados Unidos a Irak y los sucesos de la Prisión de Abu Ghraib a partir de las declaraciones de las personas allí torturadas


jueves, 22 de marzo de 2012

František Kupka

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Antes que pintor, Frantisek Kupka (1871-1957) fue espiritista, incluso ejerció como medium en su Chequía natal, y sus intereses teosóficos y naturistas, también era vegetariano, las trasladó a la búsqueda de un arte espiritual que para él sólo podía ser abstracto. Fiel hijo de su época, se interesó por los avances científicos y, en especial, por los estudios ópticos, así como por la traslación de la música a la pintura. "Oscila entre los espiritual y lo científico por lo que en su obra hay una especie de síntesis entre la abstracción geométrica y la orgánica",

Kupka es uno de estos artistas exquisitos de las primeras vanguardias que han quedado relegados al papel de comparsas en las historias del arte. "Solitario y melancólico", según Leal, se ve que no era muy amante de las galerías. En el periodo de entreguerras tuvo como mecenas a un empresario checo que murió durante el holocausto, pero su primer contrato con un marchante lo firmó a los ochenta años. Tenía algo de eremita y tampoco se sentía cómodo formando parte de un movimiento, algo casi imprescindible para ser alguien en el París de las vanguardias. Con todo, en sus inicios se vio influido por el simbolismo de la Sezesión (estudió durante unos años en Viena) y ya desde París, en donde se instaló en 1896 hasta su muerte en 1957, tuvo contacto con diversos grupos de distintas generaciones que preconizaban sus mismos preceptos abstractos.

Apollinaire lo consideró parte en 1913 del Orfismo, versión lírica del cubismo que se centraba en la luz y el color con más referencias en la música que a la realidad en la que también incluía a Robert Delaunay, Duchamp o Léger. Su paso a la abstracción pura fue temprano y, como Kandinsky, al que respetaba y cuyas investigaciones conoció años más tarde, también escribió un tratado teórico sobre su visión del arte. En los años treinta le llamaron para formar parte del grupo Abstraction-Creation (Van Doesburg, Mondrian, Arp, Giacometti, Gabo...) y aquello le llenó de alegría porque, le escribía a su mecenas checo, Jindrich Waldes, confirmaba las ideas que siempre había defendido: "Ha sido un aliciente enorme ver que se ha formado un grupo de artistas que declara, de una forma casi fanática, que nada debe ser dibujado ni pintado a partir de la naturaleza. Una vez más, se trata de hacer arte puro". Más tarde, fue referente de las abundantes tendencias abstractas que se sucedieron a lo largo del siglo.


Referencias: EL PAIS

Kupka, el eremita de la abstracción

martes, 20 de marzo de 2012

Lyubov Popova

The Jug on the Table by Liubov Popova


File:Popova Philosopher.jpgArchitectonics In Painting by Liubov Popova
Painterly Architectonics by Liubov Popova

File:1913 Popova Das Modell anagoria.JPG
Composition by Liubov Popova

The Pianist by Liubov Popova


Liubov Popova (Ivanovskoe, Moscú 1889- Moscú 1924) es una de las artistas más fecunda y relevante del periodo álgido de las Vanguardias. Su talento y su ansia experimental le acercaron a las propuestas del Cubismo, Futurismo, Constructivismo y sobre todo del Suprematismo de Kasimir Malevich.

Liubov Popova, la «artista-constructora» como la llamaban sus contemporáneos, fue una de las principales defensoras del arte abstracto en Rusia y una de las figuras más destacadas de la vanguardia de ese país durante los primeros años del siglo XX

Estudió. con el pintor impresionista Stanislav Zhukovski y en la escuela de Konstantin Yuon e Ivan Dudin. Entre 1909 y 1916, viajó por Italia, Francia y visitó Samarkanda. En París estudió con los cubistas Jean Metzinger y Henri Le Fauconnier en La Palette, y en 1913 estuvo en el estudio de Tatlin en Moscú. Durante su viaje a Italia en 1914, conoció el futurismo y su obra comenzó a reflejar su influencia, en combinación con ciertos aspectos tomados del cubismo. De regreso a Rusia, participó en la exposición Sota de Diamantes y en 1915 en las muestras futuristas Tranvía V y 010. La última exposición futurista de pintura, celebradas ambas en Petrogrado (hoy San Petersburgo) y en las que expuso su obra junto a Kazimir Malévich y Vladimir Tatlin, entre otros. En 1916, bajo la influencia del suprematismo de Malévich, comenzó una serie de pinturas no-objetivas, que denominó Arquitecturas pictóricas, en las que inició sus investigaciones acerca de las posibilidades de un vocabulario abstracto

Tras. la Revolución tomó parte activa en numerosas actividades políticas y ejerció como profesora de arte en diversas instituciones. En 1918 se unió a la Federación de Izquierdas del sindicato de artistas de Moscú, y en 1920 se hizo miembro del Instituto de la Cultura Artística (Injuk), dirigido en aquel momento por Wassily Kandinsky

A. finales de 1921 renunció, junto a otros veinticinco artistas del Injuk, a la pintura de caballete y promulgó la necesidad de que los artistas se dedicasen a crear arte utilitario. Consecuentemente, desde 1922 se dedicó al diseño textil y gráfico y a la escenografía teatral. Su prematura muerte truncó su intensa y creativa carrera de artista

Museo Thyssen-Bornemisza