Luis Centurión, nacido en Concepción del Uruguay en 1922 y muerto en 1985.
El autodidactismo de Centurión, al revés de lo que sucede muchas veces –cuando el artista recorre a través de su propia obra una suerte de historia implícita de la pintura, desde los clásicos hasta el presente (el presente de la acción de pintar)–, lo coloca en el lugar de la contemporaneidad, gracias a su gran sabiduría pictórica. El trabajo de Centurión puede pensarse en sintonía con ciertas corrientes modernas de la figuración, una vez superada la falsa dicotomía entre figurativos y abstractos. Centurión comenzó a exponer su obra –individual y colectivamente– a mediados de la década del cuarenta. Fue invitado a la cuarta Bienal de San Pablo y a la primera Bienal de México. En 1960 viajó a Europa y se radicó en París hasta 1966. Poseen obra suya el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires y coleccionistas de Argentina, América latina, EE.UU. y Europa.
Nacióen a Coruña en 1889. Tras abandonar sus estudios, comenzó a trabajar en una imprenta como
aprendiz de fotograbado. Comenzó a pintar como autodidacta y
posteriormente ingresó en la Escuela de Artes y Oficios de A Coruña, en
la que obtuvo grandes calificaciones y premios.
En 1908, recibió
subvenciones del Ayuntamiento y la Diputación Provincial de A Coruña
para ampliar sus estudios en Madrid, donde ingresó en la Escuela
Especial de Pintura, Escultura y Grabado y en la Academia del Círculo de
Bellas Artes. Durante 1913 y 1914 estudió en Roma gracias a una
subvención de la Academia de Bellas Artes de A Coruña y, tras la
celebración de numerosas exposiciones por toda España, la Diputación de A
Coruña le concedió una beca para estudiar durante tres meses en Italia,
Suiza y Francia.
En 1943 fue premiado con la Tercera Medalla de la Exposición Nacional de
Bellas Artes. Fue miembro de la Real Academia de Bellas Artes Nuestra
Señora del Rosario, de la Real Academia Gallega, representante en
Galicia de la Asociación de Pintores y Escultores de Madrid y socio de
honor de la Casa de Galicia de Barcelona y Bilbao. Falleció en 1957
Seria, profunda, razonada y emocionante, en su deliberada sobriedad, la
pintura de este irreductible vanguardista, excelente conocedor del
oficio, que goza investigando materiales, combinándolos.
Se formó en
la Escuela de Artes Aplicadas Massana de Barcelona, en la que se tituló
en 1986, para especializarse después en vidriera y serigrafía, y en
técnicas murales en la Escola Llotça de la ciudad condal.
Comenzó a
exponer, individual y colectivamente, en Barcelona, en 1986, y lo ha
hecho después en casi todas las ciudades catalanas y gallegas, así como
en Ibiza, Lorient, Francia, Portugal, y reiteradamente en México.
Fue
becado por la Diputación de Pontevedra tres años consecutivos, a partir
de 1985; recibió ayuda económica de la Xunta de Galicia en 1992 y fue
seleccionado para las becas Banesto, en Madrid. Está representado en las
colecciones institucionales de la Xunta de Galicia, de Castilla-León y
en otras destacadas de Galicia. En la obra de Olmedo se impone la
geometría. Desde ella razona para sus composiciones, en las que el
cromatismo es contrastante, con el negro como color principal. Sus
polígonos, curvas, espirales, se inscriben en fondos muy trabajados,
arenosos. A veces se insinúa un paisaje ideal, indeterminable, o bien
sugiere el "collage", siempre desde el informalismo razonado. Sus
morfologías resultan sugerentes, ricas, con elementos que recuerdan el
vitral o el grabado. Se basa en una composición muy equilibrada, de
manera que el resultado es sereno y dinámico a un tiempo, con primor en
la mancha como despreocupada y, sin embargo, tan medida, tan trabajada.
Polígonos que semejan poliedros danzan en espacios geométricos
distorsionados. También es puramente abstractivo, informalista, para que
la obra sea libre expresión cromática con veladuras, churretones,
líneas temblorosas, cual víscera en estudio micropatológico.
Néstor Martín Fernández de la
Torre, nació en Las Palmas de
Gran Canaria el 26 de febrero
1887, ciudad donde moriría el
día 6 del mismo mes en el año
1938.
En 1899,
recibirá clases del pintor
catalán Eliseo Meifrén que le orientará en
sus primeros pasos en el
arte. Viaja a Madrid a los 15
años para continuar estudios,
siendo allí discípulo de
Rafael Hidalgo de Caviedes,
para seguir luego camino a
Barcelona, París, Bruselas,
Gante, Brujas y Londres,
ciudad donde toma contacto
con el prerrafaelismo.
En Barcelona expone en 1908,
en el Círculo Ecuestre,
destacando los retratos de
Dama austriaca y el de su
hermano, influenciado por los
grandes retratistas ingleses.
En 1909 presenta, en el salón
Parés de la ciudad condal,
cuatro plafones decorativos
destinados al salón de
Fiestas de El Tibidabo,
inspirados en los poemas
verdaguerianos L'Atlántida y
Canigó. En 1910 representa a España en la
Exposition Universelle et
Internationale, de Bruselas.
De nuevo en Londres, realiza
grabados al aguafuerte,
recibiendo el primer premio
de la Escuela Municipal de
esta ciudad en 1911, y
prepara obras para ser
exhibidas en dicha capital,
en París y en Madrid. Los
aguafuertes representan a
menudo cuerpos retorcidos
cubiertos de calados
mantones, etc. En 1915 tiene
lugar en Madrid el estreno de
"El Amor Brujo" de Falla, con
los decorados creados por el
artista canario.
En 1920 traslada su estudio
de Barcelona a Madrid, donde
tendrá contacto con algunos
miembros de la Residencia de
Estudiantes; viajará por
África y por toda España
recogiendo estudios sobre
tipos y costumbres; en 1929
un nuevo traslado le lleva a
París, donde permanece hasta
1933, regresando
definitivamente a Gran
Canaria al año siguiente.
Gran colorista y decorador,
es pintor principalmente de
composiciones y retratos con
fondos de gran fantasía, en
los que intervienen telas y
arquitecturas acabadísimas.
Sus últimos años están llenos
de plena dedicación a
Canarias, creando los murales
para el Casino de Tenerife o
la decoración del Teatro
Pérez Galdós de Las Palmas,
donde hoy existe el Museo
Néstor, inaugurado en 1956.