jueves, 29 de octubre de 2020

DIONISIO FIERROS





Nacido en ambiente campesino, se traslada a Madrid a la edad de 14 años para aprender el oficio de sastre, que abandona para ser doméstico en la casa del Marqués de San Adrián, poseedor de una excelente colección de pintura, que el muchacho asturiano copia a escondidas. 
Descubierta su afición, la esposa de José María de Magallón, el aristócrata a quien sirve, le regala los útiles de pintura y el marqués se convierte en su protector, hasta el punto de que lo introduce en el taller del gran artista de aquel tiempo, José de Madrazo, donde trabaja hasta 1884. En esta fecha abandona este taller para entrar en el del hijo de José, Federico de Madrazo, mucho mejor pintor que su padre, que acaba de regresar de Roma, y que era sólo dos años mayor que su alumno. 
El joven Fierros completa su formación asistiendo a las clases de la Academia de San Fernando y al Museo del Prado, donde estudia a los grandes maestros y copia a Velázquez. En 1885 Fierros deja la corte y se traslada a Galicia, dispuesto a triunfar como pintor, y se dedica al retrato de encargo, género en el que destacará con recia personalidad, entre realista y romántica. Permanece tres años en Galicia y pinta incansablemente retratos, paisajes y escenas de género, con la tipología popular del país. 
 Concurre a la Nacional de Bellas Artes de 1860 y gana una de las primeras medallas con su cuadro «Romería en las cercanías de Santiago», que prestigiará en Madrid el género costumbrista, tan cultivado en su época. Viaja a París y regresa a España para proseguir sus correrías de pintoresquismo, que le llevan a Salamanca, donde también deja numerosos testimonios de la tipología popular. Vuelve a concurrir a la Nacional de Bellas Artes en 1866, con un cuadro de tema histórico, tan en boga en esa época, y alcanza la medalla de oro. 
Este mismo año es nombrado caballero de la Orden de Carlos III, una de las máximas distinciones del Estado español. Hacia finales de la década de los setenta regresa a su Asturias natal y realiza un encargo de Rey Alfonso XII para El Escorial, «El éxtasis de Santa Teresa», al tiempo que sigue su pintura de género y de retratos, protegido por la familia Herrero, de banqueros, a cuyo fundador hace un retrato de cuerpo presente, uno de los ejemplos más extraños de toda la pintura española. 
De nuevo en Madrid, Fierros muere repentinamente, a los 67 años de edad, cuando se dirigía a presenciar una corrida de toros. La obra de Dionisio Fierros está en el Museo de Arte Moderno de Madrid, en todos los de Galicia y en numerosos museos provinciales de España, así como en Diputaciones y Ayuntamientos, sitios reales e importantes colecciones particulares. Fue un realista consumado, aunque siempre hay en él un toque romántico. El pintoresquismo de sus temas está dominado por la calidad formal del pintor, verdaderamente notable. Al valor puramente plástico se añade el documental, porque sus escenas son retratos de la vida española del segundo tercio del siglo XIX. 


(Información obtenida de Wikipedia)

miércoles, 28 de octubre de 2020

Marie Bracquemond

 


La artista tuvo que defender su obra contra Ingres, que sólo creía que la mujer podía pintar flores, y su marido, el pintor Félix Bracquemond, que la oprimió hasta hacerla abandonar el arte en 1890



Bracquemond nació en 1840, en una humilde familia. Siempre se sintió atraída por la pintura, pero su falta de dinero impidió que hiciera clases regulares. Aún así, estaba claro su talento y empezó a aprender de forma autodidacta. Cogía pétalos de flores, las picaba y conseguía pigmentos con los que luego hacía sus probaturas. En el cumpleaños de su madre, le regaló un retrato tan extraordinario para su edad que, a pesar de las dificultades, la inscribieron en las clases de M. Wasser, un pintor local
A los 16 años era un pequeño fenómeno. Un conocido de la familia mostró uno de los cuadros de la joven artista a Jean-Auguste-Dominique Ingres, gran maestro francés del neoclasicismo, y éste la animó a unirse a sus clases. Incluso le dijo que se atreviese a presentar su obra al célebre Salón de París como su alumna, cosa que Bracquemond realizó. Estamos en 1857, todavía no ha cumplido 17 años, y ya se codea con los grandes artistas de la época.
Sin embargo, Marie pronto vio que el maestro trataba de forma diferente a hombres y mujeres y que su apoyo no era más que condescendencia y divertimento. No sólo eso, sino que existía un resentimiento a su figura. Aún así, todavía la ayuda, pero como si la menosprecie al mismo tiempo. Al final la recomienda al Louvre para que copie sus obras maestras, como si ella, una mujer joven, no pudiese servir para otra cosa. 

He de reconocer que la severidad de Ingres me asustaba. Cree que a una mujer le faltan determinación y perseverancia para pintar y quiere poner límites a su capacidad. Sólo nos permite pintar flores, frutas, naturalezas muertas, y algunos retratos y escenas domésticas”, escribirá frustrada en su diario.

Ingres e tonces tiene 76 años  y un corte severo en su juicio. No es amigo demedias tintas y sus opiniones sobre arte son rígidas. Bracquemond no encontrará salvo un muro infranqueable donde debatir sus propias ideas. Aún así, aprenderá mucho gracias al genuino genio del francés. La pintora querrá tanto su aprobación que le molestará más si cabe su prejuiciada opinión sobre sus capacidades. Otra vez, Ingres puede admirar el talento que puede contener, pero cuando Marie busca su propio espacio, cuando le demuestra que una mujer puede pintar lo mismo que un hombre, Ingres se aparta y desprecia sus ideas como si fueran simple frivolidad femenina. “Mi trabajo es la pintura, no dibujar y colorear unas flores, sino expresar los sentimientos que e arte me provoca”, dirá Bracquemond.

La vida es a veces irónica. Marie abandonará las clases de Ingres y se centrará en su trabajo de copiadora en el Louvre, mientras realiza sus primeras obras propias atraída por los nuevos tiempos del impresionismo. Allí conocerá a otro pintor y grabador, Félix Bracquemond, que la apoyará en un principio a no mirar atrás y centrarse en su arte. Se casarán en 1869 como pareja moderna de artistas, donde cada uno sirve de inspiración y apoyo al otro. Incluso pintan muchas veces juntos en su estudio. Sin embargo, cuando ella decide que el estudio la constriñe, que necesita la luz y el color vibrante del exterior para pintar como sus amigos impresionistas, él empezará a cuestionar todas las decisiones personales y artísticas de Marie.



La pintora busca liberar su pincel y dejar que su capacidad académica, perfeccionista y nítida aprendida con Ingres se abra y consigue vibraciones como la luz y el color como sus admirados Degas, Gaugin y Monet. Gauguin, buen amigo de su marido, vivirá una temporada con ellos, y será testigo de la disputa entre los dos. Lo que era una diferencia estilística se convertirá en un drama familiar. De nuevo, Marie Bacquerant verá cómo su talento pasará de amante y aplaudido a odiado y reprobado. “Era un terrible maestro, tiránico y sin argumentos, incapaz de escuchar a nadie. Su carácter acabó por afectar de forma desproporcionada en Marie. Cada vez que ella intentaba calmarle, él le contestaba: tu ternura me crucifica”, explica Gustave Geffroy, un crítico de arte amigo de la pareja. le sirva para liberar su pincel.



En 1890 Marie ya no pinta. Se rinde. Él ha ganado. Lleva demasiado años luchando con un desprecio soterrado que deriva estúpidamente de su condición de mujer y está harta de luchar. “A pesar de su talento, a pesar de sus deseos, a pesar de su entusiasmo, llegó el día en que, con un oscuro sentimiento de pérdida, tuvo que confesar que la habían derrotado”, escribirá su hijo Pierre.



Su nombre se oscurece. Nadie la recuerda. Y su marido parece cerrar la puerta de casa y confinarla dentro sólo para él. “Ninguno de sus sueños y esperanzas se realizaron nunca. A partir de ese día siempre había una decepción y un ahogo en su mirada, pues se sentía víctima de una injusticia. Y no, su desesperación no le trajo nada”, recordó su hijo. Marie muere en 1916, así que pasa sus últimos 26 años sin coger un pincel. A veces piensa en huir, en pintar ni que sea a escondidas, incluso realiza pequeñas obras privadas, pero su decisión es firme y obstinada, como si no pintar no fuese sólo un castigo para ella, sino para todo el mundo.



En 1919 París acoge una gran retrospectiva de su obra compuesta por 90 obras, la mayoría, estudios preparatorios, acuarelas o grabados. Hay una sensación de pérdida en la exposición. La nombrarán con Berthe Morisot y Mary Casset como las tres grandes pintoras del impresionismo, pero reducirán a Marie a la anécdota, a la historia triste, y los grandes museos arrinconarán sus obras. Solo ahora, cuando el relato de la historia del arte se reescribe lejos de leyendas patriarcales, su nombre vuelve a brillar. Es triste, pero su obra hoy nos sorprende como si todavía fuese esa niña de dieciséis años.

La Razón

martes, 27 de octubre de 2020

LA HISTORIA DE PAOLO Y FRANCESCA






                              Rodin

 Estamos en la frontera entre Marche y Romagna, en la provincia de Pesaro y Urbino, vemos una colina a lo lejos. Está dominado por una fortaleza medieval, rodeada por una doble muralla y por un pequeño y majestuoso pueblo medieval. Estamos en Gradara.

                                                                Charles Edward Hallè

Este espléndido pueblo toma su nombre de “Grata Aura” (aire agradecido), ya que es testimonio de siglos de historia; fundada en la antigüedad, su aura mágica continúa flotando en los miembros del visitante moderno, que se siente invadido constantemente por la atmósfera sugerente.

                                                           Dante Gabriel Rossetti
                    

El legendario castillo destaca contra el cielo azul, los claros frescos, el horizonte marino y el verde paisaje que lo rodea. Fue uno de los principales teatros de los enfrentamientos entre las milicias del Papado y las familias de las Marcas y Romaña. Recientemente ha sido restaurado y es propiedad del Estado italiano, uno de los monumentos más visitados de la región, lugar de eventos musicales, museísticos y artísticos. Albergó a las grandes familias de la Edad Media y del Renacimiento: los Sforza, los Borgia, los Della Rovere y, por supuesto, los Malatesta.



                                                                    Gustave Doré

La bella Francesca era hija de Guido Minore, señor de Ravenna y Cervia, quien decidió, en 1275, darle la mano de la niña a Giovanni Malatesta, conocido como Giangiotto, porque era feo, jorobado, cojo, ciego y viejo.

                                     Eugène Deully

Para evitar la posible negativa de la joven, enviaron a Paolo il Bello, hermano del prometido a Rávena, para que la casara artificialmente, en nombre y por cuenta del novio, haciéndole creer que él era el propio novio. Francesca, al notar apenas la mañana siguiente a la noche de bodas del engaño al que había sido sometida, tuvo que resignarse al matrimonio concertado, con el que tuvo una hija, Concordia. El guapo Paolo, que tenía posesiones cerca del pueblo y lamentaba a menudo el fraude al que se había prestado, iba a menudo a visitar a su triste cuñada.

                              Henri Martin

Sucedió un día que los dos, leyendo el Galeotto, un libro sobre el amor de Lancelot y Ginebra, intercambiaron un "casto beso" (así nos cuenta la propia Francesca en el quinto canto del Infierno de la Divina Comedia de Alighieri).

Pero alguien, al darse cuenta de las ya habituales traiciones, advirtió a Giangiotto quien, alarmado, regresó temprano de la recaudación de impuestos y, forzando la cerradura, entró en la habitación donde se consumaba el pecado.

                               Alexandre Cabanel

Francesca, al ver a su esposo decidido a asestar un golpe fatal a su amante, atrapado en la trampa secreta a través de la cual él intentaba escapar, arrojó sus miembros para proteger su amado corazón. Así murieron, atravesados ​​por la misma hoja.


lunes, 26 de octubre de 2020

Emil Carlsen


 


Emil Carlsen nació en Copenhague el 19 de octubre de 1853. Estudió arquitectura en la Real Academia Danesa entre 1868 y 1872. Emigró a América en 1872, se instaló en Chicago y encontró trabajo como asistente de un arquitecto local. Durante un tiempo también trabajó para un compañero danés, el pintor Lauritis Bernhard Holst (1848-1934). 

Cuando Holst regresó a Dinamarca en 1874, entregó su estudio a Carlsen, quien en ese momento había decidido convertirse en pintor a tiempo completo. Por recomendación del escultor de Chicago Leonard Wells Volk (1828-1895), Carlsen fue nombrado primer instructor en la recién formada escuela del Art Institute.

En 1875 Carlsen regresó brevemente a Dinamarca y luego se fue a París, donde permaneció durante seis meses. Mientras estuvo allí, estudió cuidadosamente las obras del pintor del siglo XVIII Jean Siméon Chardin (1699-1779). 

Al regresar a Nueva York en 1875, el artista montó su propio estudio, pero tuvo que complementar sus ingresos  trabajando como grabador y diseñador. En 1879 las dificultades económicas le obligaron a realizar una subasta de treinta de sus obras, pero la recaudación ni siquiera cubrió los gastos de venta.

A principios de la década de 1880, Carlsen comenzó a desarrollar una reputación como pintor de bodegones. Encargado por un comerciante para pintar piezas de flores vendibles, regresó a París en 1884, donde permaneció durante dos años, pintando numerosos cuadros de colores brillantes. 

Finalmente, se cansó de este trabajo repetitivo y rompió el contrato que había hecho con el distribuidor. Carlsen regresó a Nueva York y abrió un estudio en West 57th Street. Trabajó allí hasta 1887, cuando comenzó un mandato de dos años como director de la escuela de la Asociación de Arte de San Francisco. Renunció a este cargo en 1889 pero permaneció en San Francisco hasta 1891.

Carlsen volvió a establecerse en Nueva York en 1891 y comenzó a enseñar en la Academia Nacional de Diseño, donde continuaría como instructor hasta 1918. Se casó en 1896 y se contó entre sus amigos en Nueva York William Merritt Chase, J. Alden Weir, y Childe Hassam. Durante las tres primeras décadas del siglo XX sus obras fueron incluidas en numerosas exposiciones y ganó numerosos premios. En 1911 comenzó una asociación con el marchante de Nueva York William Macbeth, y se le ofrecieron exposiciones individuales en la galería de Macbeth en 1912, 1919, 1921 y 1923. Carlsen murió en Nueva York el 2 de enero de 1932. 

domingo, 25 de octubre de 2020

Mario Carreño




Mario Carreño Morales, pintor. Nació en La Habana, Cuba, el 24 de junio de 1913. Obtuvo la nacionalidad chilena en 1969. Falleció en Santiago de Chile el 20 de diciembre de 1999.

Su extensa trayectoria artística se inició en 1925 al ingresar a la Academia de San Alejandro en La Habana. En 1932 viajó a Europa donde continuó sus estudios de Artes Gráficas en la Escuela San Fernando, en Madrid. El estallido de la guerra civil lo obligó a salir de España y continuar sus estudios en México, atraído por el arte muralista que allí se estaba desarrollando.

Vivió en Francia, Estados Unidos y Cuba, lugares en los que conoció el éxito y la consagración artística como pintor al óleo, muralista, dibujante, grabador y también académico de importantes instituciones. Sin embargo, este período de su vida estuvo fuertemente marcado por los diferentes conflictos bélicos de los que fue testigo en Europa y Latinoamérica.

En 1948 viajó por primera vez a Chile invitado a exponer en la Sala del Pacífico, su relación con nuestro país se inició por su antigua amistad con el poeta Pablo Neruda y su matrimonio con la pintora chilena María Luisa Bermúdez.

En 1956 recibió una invitación de la Universidad de Chile para ofrecer el curso "Evolución del Arte Actual". Finalmente, se radicó en Chile en 1958. En 1964 se casó con la pintora Ida González. Desde ese periodo destacó como artista, profesor y personaje público nacional.

Entre las diversas actividades docentes realizadas en Chile, fundó la Escuela de Arte de la Universidad Católica en 1959, junto a Nemesio Antúnez y otros artistas y arquitectos. Ejerció como profesor de los Talleres de Pintura hasta el año 1969, fecha en que fue nombrado Subdirector de dicha Escuela.

En 1982, convertido en uno de los pintores más representativos de Chile y ampliamente reconocido en los circuitos de arte extranjeros, Mario Carreño fue galardonado con el Premio Nacional de Arte.

El 2013 se creó la Fundación Mario Carreño, liderada por sus hijas Mariana y Andrea Carreño, fue presentada durante el Homenaje a 100 años de su Natalicio, que se realizó en el Museo Nacional de Bellas Artes. La Fundación busca organizar, conservar y preservar sus archivos para finalmente difundir la obra del artista.

MNBA

sábado, 24 de octubre de 2020

Rafael Estrany i Ros

 



Rafael Estrany y Ros ( Mataró , Barcelona , 14 de octubre de 1884 - Barcelona , 17 de enero de 1958 ) De fuerte personalidad, por su carácter inquieto y vital. Fue un artista polifacético con una obra muy vasta de variadas técnicas, integrada por aguafuertes , oleos, acuarelas , y dibujos .

Los primeros estudios artísticos de Estrany fueron en la escuela de Artes y Oficios de Mataró con Josep Vinardell , los continuó en la Academia Baixas de Barcelona , donde conoce a Torres García y a Ismael Smith ; los continúa en la Academia Julien de París y Bélgica donde conoce a James Ensor de quien recibe provechosas enseñanzas.

Rafael Estrany, en su actividad artística, presentó más de 60 exposiciones individuales, participó en colectivas nacionales e internacionales en México , Panamá ,, (Salon d'Automne) , Roma e itinerantes en museos de Estados Unidos , Roma , Berlín , Viena , Londres , Venecia , Madrid .

Galardonado en numerosas exposiciones nacionales de Madrid y Cataluña , en la Real Academia de San Jordi de Cataluña , Agrupación de Acuarela. listas de Catalunya e internacionales de México y Panamá . En 1915 obtiene una beca de la Dirección General de Bellas Artes del Estado.

En su actividad docente procuró orientar al alumno según la tendencia y personalidad del propio alumno.

Durante la Guerra Civil realizó, junto con Francesc Bas y Félix Clariana, una ingente tarea de salvamento del patrimonio artístico, con un total de más de 11 mil objetos en Mataró y en 14 poblaciones del Maresme . 

Concretamente en Llavaneres en febrero de 1937 , tras una discusión con el Comité revolucionario, salvaron 14 pinturas de un retablo de la Iglesia del Ayuntamiento, un cuadro de Lluís Masriera titulado `` Regina Pacis''. En diciembre de 1937, del Ayuntamiento salva una cruz gótica de plata y diversos objetos religiosos de orfebrería. De Can Catà, diversos objetos.

Terminada la guerra impulsó la creación del Museo Municipal de Mataró , inaugurado en 1942 , y del que fue el primer director.

Fue director de la Escuela Municipal de Artes y oficios y presidió diversas entidades mataronenses, como la Sociedad Artístico y Literaria , Asociación de la Música , Orfeón Mataroní , realizando una importante labor como agente cultural.

Víctima de un accidente de tráfico, atropellado por una moto ante la estación de Francia (Barcelona), murió en Barcelona en 1958 .