David Rodríguez Caballero

Nacido en Dueñas (Palencia) en 1970, David Rodríguez Caballero obtuvo en 1995 la Licenciatura en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco en las especialidades de Pintura y Restauración. Recientemente se ha incorporado a la Galería Marlborough con la que ha expuesto su trabajo en ARCO 2006. Sus últimas exposiciones han tenido lugar en el Centro Cultural Español de Miami (CCE) e ISE Cultural Foundation de Nueva York.

Los rasgos presentes en el trabajo de David Rodríguez Caballero son: pintar utilizando materiales no adscritos a la tradición pictórica y sí a la escultura y/o diseño industrial, el vacío de iconografía, asumir el soporte como un elemento formal esencial, el acento en las formas geométricas abstractas y el interés porque la obra refleje el carácter procesual. Toda esta producción plástica tiene un eje central: la reflexión sobre la pintura en sí misma. El pintor no da por concluida una línea de investigación o de producción para comenzar una nueva, sino que las simultanea. De esta forma, las técnicas, los descubrimientos, las reflexiones, los materiales, se completan, enriquecen, definen y mezclan unos a otros.

Las pinturas sobre aluminio cuya producción se inicia, como las realizadas sobre plexiglass®, en Nueva York en 1999, conforman un corpus de obra que el pintor denomina “pintar sin pintura” o “pintura virtual”. En esta exposición se presentan dos tipos de piezas diferenciadas que comparten, no obstante, las técnicas y los materiales –aluminio y óleo.

Las pinturas sobre plexiglás®, ( pintura gestual) se fundamentan en los mismos principios básicos que los aluminios y en procesos técnicos similares. No obstante, el resultado final de estas obras presenta matices diferentes derivados del proceso de al que somete el material. Se trata, como en las otras cuatro líneas, de manipular el soporte mediante el gesto constante y homogéneo de la muñeca hasta obtener cualidades inesperadas y, en principio, opuestas a la naturaleza primera del material.

Las piezas de papel u origamis (pintura tridimensional) parten de la práctica japonesa del plegado del papel. Esta línea de trabajo surge en el año 2003 a partir de la voluntad de introducir dinamismo en la línea de aluminios lijados y de romper, de forma más contundente, la bidimensionalidad de los mismos. De esta manera, como en el resto de las estrategias de trabajo, en estas piezas (de formato irregular) queda registrado el proceso de manipulación en su construcción.

La pintura con esmaltes surge en 2003 de nuevo a partir de otras producciones, de forma casual, sin premeditación. Al igual que en el resto de su obra, el trabajo de David Rodríguez Caballero con los esmaltes se basa en aparentes contradicciones, en elementos en principio antitéticos, que él destila mediante controlados procesos manuales con los que obtiene el equilibrio, la síntesis de sus preocupaciones formales.

El trabajo con los vinilos arranca en 2004 del material desechado en la realización de los origamis: al cortar los planos de vinilo en color surgen tiras que se amontonan de forma caótica en el estudio. Partiendo de las constantes de las obras anteriores y reflexionando sobre la acumulación de un material, en principio inservible, se genera una nueva posibilidad de “pintar sin pintura”, un nuevo camino que explorar a partir, de nuevo, de un material alejado de la tradición pictórica.

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