Nacido en 1924 en Fenghuang, provincia de Hunan. Nunca fue a una escuela de arte, es autodidacta. Estudió arte y literatura por si mismo. Quizás sea por eso que muestra una especial inicitativa y vitalidad sin atenerse a un patrón determinado.
Su tierra natal es su tema favorito. Fenghuang no es solo un lugar de una infancia feliz en su memoria, sino tambien el sitio que le proporciona inspiración artística. Nunca olvidó aquellos estrechos senderon empedrados de su ciudad, donde veía a los artesanos haciendo cometas y esculpiendo estatuas de Buda, donde disfrutó de la óperas folk, de las carreras y bailes de dragones y leones. Nunca olvidó aquellas maravillosas escenas.
En la década de 1950 se convirtió en el profesor más joven de la Academia Central de Bellas Artes de Pekin. Eran los tiempos de la revolución cultural y Huang fue uno de los artistas principales en grabado y tinta.
Durante los años 70,
Huang Yongyu comenzó a alejarse del grabado y comenzó con sus tintas de flores, de
paisajes y de pájaros.
El búho y los pájaros que son ahora pinturas icónicas, tienen un significado cultural complejo en China. A
diferencia de la visión de la lechuza como una figura de
sabiduría en Occidente, tradicionalmente en China, la imagen de la
lechuza estaba llena de connotaciones ominosas y vista como precursora
de malas noticias. Desde la década de 1950 hubo un esfuerzo oficial concertado
para mejorar la imagen cultural de la lechuza. El
final de los años 50 fue un período de hambruna generalizada en China, y muchos culpaban a gorriones y roedores de la destrucción de
cultivos. A la gente se les dijo que que el buho era el enemigo natural de los roedores y que ayudarían. Se
crearon publicaciones para niños y jóvenes con la lechuza como protagonista adorable, e incluso una película, para promover su imagen, y lo hicieron con éxito. Yongyu fue un ilustrador de los libros para niños