miércoles, 13 de mayo de 2020

Isaac Díaz Pardo




 (Santiago de Compostela  1920 - A Coruña  2012)
Nació en la Casa da Tumbona, en la rúa das Hortas de Santiago de Compostela. Desde niño ha estado muy vinculado al ambiente artístico, ya que comenzó trabajando con su padre, el pintor, ilustrador y escenógrafo Camilo Díaz Baliño. Fue en su taller donde conoció a Castelao, Constantino Candeira, José Silva, Vicente Risco, Otero Pedrayo y Blanco-Amor. Cuando Isaac estaba estudiando el bachillerato, ayudó a su padre en la realización de carteles de propaganda del Plebiscito de Autonomía. Al estallar la Guerra Civil en 1936, detienen a Camilo Díaz, asesinándolo poco después en Palas de Rei (Lugo). Tras este suceso, Díaz Pardo se vio obligado, a esconderse durante meses en la casa de su tío Indalecio en A Coruña. Un año más tarde comenzó a trabajar en una empresa de pintura industrial coruñesa para ganarse la vida.


En 1940 obtuvo una beca de la Diputación Provincial coruñesa que le permitió iniciar los estudios de Bellas Artes en la Academia de San Fernando en Madrid, aunque un año antes ya había expuesto por primera vez en la Asociación de Artistas de A Coruña. Durante su estancia en Madrid, visitó asiduamente el Museo del Prado, donde tomó numerosas notas para realizar sus pinturas. A partir de este momento, Díaz Pardo, comenzó a dedicarse de forma profesional a la pintura. La beca Conde de Cartagena le permite realizar un viaje por Italia y conocer el Renacimiento italiano cuya pintora influirá notablemente en su obra. 


Entre 1942-43 trabajó como profesor auxiliar de dibujo de la Escuela de Bellas Artes de San Jordi de Barcelona, y en el año 45 se casó con la coruñesa Carmen Arias Montero, que también había realizado estudios en la Academia de San Fernando. Ésta fue la época más prolífica en la pintura de Isaac Díaz Pardo. Sin embargo, y a pesar de estos comienzos prometedores, su trayectoria pictórica fue corta, con dos momentos o etapas diferenciadas que decidió cerrar en 1948.


Sus primeras obras, marcadas por el clasicismo, son composiciones cuyo tema central es la figura humana, recreada en amplios volúmenes, y con gran protagonismo del dibujo. En la segunda etapa, sus cuadros pierden el clasicismo a medida que van conectando con el ideario renovador, reflejando una mayor preocupación social que en ocasiones llega a la denuncia.


Un año después de abandonar profesionalmente la pintura, inicia el proyecto de Cerámicas do Castro, fundado en O Castro de Samoedo, en Sada (A Coruña), una fábrica que sirvió de laboratorio, utilizando los materiales y la experiencia de la antigua fábrica del siglo XVIII en Sargadelos, uno de los primeros ejemplos del industrialismo capitalista en la península.


En 1955 viajó a Argentina, concretamente a Magdalena, donde creó una nueva empresa de cerámica. Este viaje fue fundamental para relacionarse con los artista gallegos en el exilio como Luís Seoane, Rafael Dieste, Arturo Cuadrado o Lorenzo Varela, y poder constituir con Luís Seoane el Laboratorio de Formas de Galicia, dedicado a la futura creación de una serie de empresas recuperadoras de la memoria histórica de Galicia, de las cuales se harán reales, en la década de los 70, el Complejo de Sargadelos, el Museo Carlos Maside, Edicións do Castro, el Laboratorio Geológico de Laxe, o el Seminario de Estudos Galegos.


Además de todas estas actividades también cultivó el ensayo, la crítica, el teatro y realizó numerosos artículos periodísticos, principalmente de historia contemporánea y economía, trabajos que meritaron los numerosos premios recibidos como La Medalla de Oro de la ciudad de Santiago de Compostela en 1988, y el Premio das Artes e das Letras da Xuntade Galiciaen 2003, entre otros. Asimismo, fue nombrado Doctor Honoris Causa por las Facultades de Biología e Historia del Arte de la Universidad de Santiago de Compostela en 1992, y en 2001 Arquitecto Honorífico del Colegio de Arquitectos de Galicia.
Falleció en A Coruña en el año 2012.

 ABANCA

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