lunes, 2 de julio de 2012




"Colmeiro revolucionó la pintura al crear un lenguaje propio y universal"

"Tenía una simbiosis especial con su mujer, por lo que resulta difícil entender la obra del artista sin tener en cuenta esta relación"

 

 

 

 Xosé Antón Castro, en una imagen reciente.
Xosé Antón Castro
  Cuando uno se aproxima a Colmeiro descubre a un renovador del arte gallega por la vía de la pintura. En su obra se funde esa tradición rural con la capacidad de universalizar un lenguaje. Por eso, aunque la pintura de Colmeiro en forma e imágenes hable en gallego, hay también una conciencia universalizadora. No se puede olvidar, además, que Colmeiro ejemplifica la transformación de la Galicia moderna a una conciencia postmoderna ya que abarcó casi todo un siglo.

–¿Cual es el período más fructífero del artista?

–A mi entender, en Colmeiro hay un período destacado que abarca desde 1926, cuando retorna de Argentina hasta 1936 con el estallido de la Guerra Civil. En diez años revolucionó la pintura al crear un lenguaje propio para tratar temas de la Galicia rural, pero no solo en la pintura figurativa, sino también en la abstracción, convirtiéndose en uno de los iniciadores de la abstracción en España. Él buceo en la Galicia profunda pero también en la moderna de una forma muy personal. Lo que representa a un gran artista, no es tanto el tema sino la forma. Colmeiro supo retratar Galicia con un vocabulario propio y gallego pero que aspiraba a ser universal.

–Lleva escrito multitud de artículos y tres biografías sobre el pintor, pero ¿cómo lo conoció?

–Lo conocí a finales de los años 70, creo recordar que me lo presentó Laxeiro. Lo visitaba mucho en Chapa y tuve la oportunidad de organizar una cena en la que reuní en el año 87 a Manuel Torres, Acuña, Laxeiro y Colmeiro. El encuentro fue muy emotivo ya que no habían tenido oportunidad de reunirse después de la guerra. En esa ocasión vi a un Colmeiro inédito, contento a pesar de que era un hombre que no manifestaba mucho su alegría. Me sorprendió incluso que aceptase la invitación, ya que, Laxeiro era una persona que lo sacaba mucho de sus casillas, ya que a menudo bromeaba con él.

–¿Cómo lo definiría en un ámbito más personal?

–Era un hombre entrañablemente serio, riguroso, al menos hacia fuera era la sensación que transmitía. Tenía una simbiosis especial con su mujer, con la señora Emilia. Creo que ella fue una parte fundamental de la pintura de Colmeiro, resulta difícil concebir su pintura sin su mujer. Ella tenía una conciencia muy libre del arte para ser una mujer procedente del rural gallego.

–Además de su obra pictórica, Colmeiro realizó trabajos sobre papel ¿Qué importancia tiene esta faceta del artista?

–Colmeiro no es solo ese pintor de "verdes" tan gallegos sino un grandísimo dibujante. Su sencillez en las líneas rebosan un lirismo que sobrepasa al del que transmite su pintura.

–¿Qué cree que aporta su obra al arte en la actualidad?

–Colmeiro es un clásico, aquel que permanece en el tiempo por encima de cualquier circunstancia coyuntural. Es una referencia fundamental para definir la identidad de renovación del arte gallego del siglo XX. También fue una referencia para la pintura gallega que surge después de la postmodernidad, que busca ante una situación de crisis recuperar la identidad desde el pasado para proyectarla en el futuro.

 LAURA MARTÍNEZ -FARO DE VIGO

No hay comentarios: