Tras el conflicto internacional
de 1914 y cansados de la actividad de las vanguardias, el arte europeo
busca nuevos caminos. Uno de ellos se produce de 1918 a 1923 y está
protagonizado por Amédée Ozenfant. En ese momento se crearon las bases
para una revisión del cubismo.
Uno de los escritos más importantes para ello fue el libro de Ozenfant y
Jeanneret "Después del cubismo" (1918) que dio lugar a una tendencia
basada en el rigor máximo o la precisión, en una palabra, la pureza. Sin
embargo unos años antes, Ozenfant había fundado la revista francesa "L'
Élain" que le había servido de plataforma para la difusión de sus
teorías.Ozenfant, que había mantenido contacto con otros pintores, sobre
todo, Segonzac y La Fresnaye, había buscado la verdad en el paisaje y
luego se había aproximado a un cierto surrealismo antes de adentrarse en el purismo
de 1918 a 1925. Así nacía el movimiento purista, cuyo órgano difusor
fue la revista "L' Esprit Nouveau" (1920-1925). Ozenfant y Jeanneret
proponen un nuevo orden cuya esencia se encuentra en la arquitectura
clásica. Frente a la pintura naturalista e impresionista,
el Purismo tiende a la esencia de lo real basado en relaciones
proporcionales, numéricas y geométricas como Naturaleza muerta (1920) en
el Museo Salomon Guggenheim de Nueva York. Así se llegaba a un
geometrismo que simplificaba el cubismo.Ozenfant fue uno de los más
activos divulgadores del arte moderno aunque sin quererlo el purismo se
fue definiendo hacia un estilo decorativo. Al respecto, su amigo Le Corbusier
afirmará: "una jerarquía en las artes; el arte decorativo está en la
base, la figura humana está en la cumbre".En 1938 marcha a Estados
Unidos, donde se dedicó a la difusión de las corrientes que formaban el
discurso del arte europeo del periodo de entreguerras.
Ref- Arte Historia
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