Darío Regoyos y Valdés
(Ribadesella, Asturias, 1857 – Barcelona, 1913)
Aunque de origen asturiano, pasó gran parte de su infancia y su juventud en Madrid, donde se formó en la Academia de Bellas Artes de San Fernando bajo la tutela de Carlos de Haes.
Con veintidós años viajó a Bruselas acompañando a dos amigos, los músicos Isaac Albéniz y Enrique Fernández Arbós, y no volvió a España de forma permanente hasta diez años después. En esta ciudad continúo formándose como artista en la Académie Royale des Beaux Arts y como discípulo del pintor belga Joseph Quinaux. Fue miembro de algunos de los círculos artísticos más destacados del momento, tales como L’Essor (1881-83) y Les XX (1883-93).
Con veintidós años viajó a Bruselas acompañando a dos amigos, los músicos Isaac Albéniz y Enrique Fernández Arbós, y no volvió a España de forma permanente hasta diez años después. En esta ciudad continúo formándose como artista en la Académie Royale des Beaux Arts y como discípulo del pintor belga Joseph Quinaux. Fue miembro de algunos de los círculos artísticos más destacados del momento, tales como L’Essor (1881-83) y Les XX (1883-93).
Regresó a España en 1894, se instaló en el País Vasco, donde contribuyó a dar un importante impulso a la nueva pintura vasca. Su estilo evolucionó desde unos inicios naturalistas, característicos de su etapa belga, pasando por el presimbolismo, con su serie La España negra, hasta el impresionismo de su periodo de madurez.
Expuso en multitud de países: Francia, Bélgica, Holanda, Alemania, Italia, Reino Unido, México, Argentina y España. Despertó un gran interés entre los jóvenes artistas de su época, como Isidre Nonell, Ramón Pichot, Mariano Pidelaserra o Pablo Picasso
En 1911- Regoyos se instaló en Barcelona, donde vivió hasta su muerte como consecuencia de un cáncer
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