SIBYLLE RUPPERT

1942-2011
Sibylle Ruppert nació durante un ataque aéreo el 8 de septiembre de 1942. Fue la noche del primer bombardeo masivo de Frankfurt durante la Segunda Guerra Mundial. Con una etiqueta numerada en el cuello, Sibylle fue, de inmediato, llevada a la sala de maternidad hasta el refugio antiaéreo en el sótano, mientras que su madre fue trasladada a un lugar seguro bajo una columna de apoyo de la escalera del  hospital.

Pasó su infancia entre la guardería y un refugio  improvisado. En la primavera de 1944 sus padres decidieron huir de Frankfurt para el campo.Sus primeros recuerdos eran  las multitudes a empujones y gritos en el andén de la estación de tren tratando desesperadamente de subir a los vagones  hacinados.

Aunque la familia pasó el resto de la guerra en relativa seguridad, fueron sometidos a malos tratos y sufrieron la  codicia por parte de los agricultores que les dieron refugio. Después de la guerra fueron acogidos por una familia aristocrática  que  poseía un castillo, y Sibylle pasó sus primeros años de vida  en un mundo de ensueño. Su padre era  diseñador gráfico y la joven Sibylle pasaba horas y horas cerca de su escritorio mirando mientras el  dibujaba. Un día cogió su mano y le prometió que iba a pintar bonitos cuadros coloridos como él. Su primer dibujo sorprendió a todos, fue un ejemplo brutal de un puño golpeando el centro de una cara - ella tenía 6 años de edad.

A los 10 años tuvo una iluminación religiosa e insistió en ser monja. Sólo los grandes esfuerzos de sus padres lograron disuadirla de tomar un noviciado. En la escuela no era la  mejor, excepto en  clase de arte en la que  superaba con creces todos los otros estudiantes en un grado tal que sus profesores no podían creer que ella pintaba aquellas  imágenes. Secretamente, hizo el examen de ingreso en la  Städel Akkademie y  lo pasó con brillantez. Con el apoyo del Prof. Battke trabajó sin descanso y creaba

hasta 20 dibujos al día.

Sentada inmóvil, de forma continua, delante de la mesa de dibujo le hizo ganar peso, por lo que su madre la inscribió en la escuela de ballet del barrio. Sibylle abordó su nueva actividad con la misma energía y fuerza de voluntad como lo hizo con  el dibujo, lo que llevó a las autoridades de  la escuela a que optara: o  arte o  danza, pero no ambas al mismo tiempo. Tan pronto como cumplió 18 años  resolvió el problema a su manera al huir a París, la ciudad de sus sueños, donde se matriculó en una escuela de baile en Clichy. Durante el día que seguía el estricto régimen de sus clases, pero por la noche  vagaba por las famosas calles  de Pigalle y Montmartre, fascinada por los personajes inusuales en estos barrios.

Como era demasiado alta para el ballet clásico se unió a la famosa compañía de danza de Georges Rech. Este fue el comienzo de una vida aventurera como corista de gira por toda Europa y el Medio Oriente. Pero mientras sus colegas se relajaban, Sibylle visitaba todos los museos y galerías locales y continuó dibujando cada minuto libre. De repente, en Nueva York, decidió abandonar su carrera de baile. Volvió con su familia en Frankfurt y comenzó a trabajar como profesora de dibujo en la escuela de arte fundada por su padre.

Además de la enseñanza, por  las noches siguió con  su propio trabajo personal, inspirada por el "divino" Marqués de Sade y su universo espantoso. Animado por los intelectuales alemanes notables como Peter Gorsen, Theodor Adorno y Horst Glaser (quien más tarde se casó), sus dibujos comenzaron a ser conocidos. Las exposiciones organizadas por la Galería  Sydow - Zirkwitz  de Frankfurt consternaron tanto al público del arte tradicional, y sorprendieron a  los intelectuales.

En 1976 se trasladó a París y expuso sus dibujos  de gran formato al carboncillo, inspirados por los escritos de Sade, Lautréamont y Georges Bataille y sus collages y pinturas en la Galería de Bijan Aalam. Intelectuales franceses y grandes mentes como Alain Robbe-Grillet, Pierre Restany, Henri Michaux y Gert Schiff estaban fascinados por su trabajo y trataron de interpretar su mundo infernal. Cuando la galería cerró en 1982, regresó a la enseñanza de dibujo y  pintura. Comenzó a dar clases de arte en  prisiones, hospitales mentales y centros de rehabilitación de adicciones. Actualmente,  Pasó los últimos años de su vida  en París, retirada de la vida pública.