- La obra de Henri Rousseau (Laval, 1844-París, 1910) se caracteriza por una aparente representación realista, casi infantil o naif, de las formas que despertó simpatías entre la vanguardia artística de la época, asentada por entonces en París.
Destaca su gusto por los temas exóticos o los viajes que, curiosamente, nunca realizó, por los paisajes o la exuberante vegetación, y por el retrato de personajes oriundos de lejanas colonias o los temas costumbristas de la sociedad francesa.
Los avances tecnológicos de finales de siglo xix, como el transporte aéreo (avionetas o zeppelines) o la iluminación eléctrica de calles y casas, también aparecen reflejados en los pequeños detalles de sus obras.
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