José María Sicilia

José María Sicilia (1954)
Madrid

La pintura española de los ochenta tiene en José María Sicilia a uno de sus representantes más internacionales. El trabajo del pintor madrileño supo abrir nuevas vías expresivas mediante lenguajes que ya habían gozado de momentos anteriores de esplendor. El Informalismo y aires procedentes del Neo Expresionismo alemán se manifiestan en el juego que establece entre materia y textura. Pero Sicilia es un mundo que evoluciona, que cambia. La importancia de la superficie le permite crear universos translúcidos en los que apenas se puede adivinar la presencia de objetos como sombras. El ámbito de trabajo no queda reducido a la tela y el óleo. Lápices de colores, acuarela, graffito y toda la variedad imaginable de las artes gráficas se ponen al servicio de su creatividad.

La formación de Sicilia comienza en la Escuela de Bellas Artes de Madrid pero la estancia en París que inicia a partir de 1980 es la que le permite desarrollarse como artista. En 1982 consigue su primera exposición individual en la Galería Trans/Form de París y la Galería Fernando Vijande le acoge en 1984 en su primera individual española. En estos primero momentos Sicilia se muestra como un artista que mantiene la figuración con un tratamiento cercano a la fuerza gestual y matérica del Informalismo y el Expresionismo Abstracto americano. El interés reside en lo puramente plástico, eliminando cualquier tipo de significación dramática.

El año 1985 marca un giro en su estilo. Se instala en Nueva York y la Abstracción irrumpe en la obra pictórica. La tradición pictórica europea se fusiona con las corrientes abstractas que tanto éxito tuvieron en los años cuarenta y cincuenta estadounidenses. Sicilia muestra a finales de los ochenta que domina el trabajo de la materia con virtuosismo y suntuosidad.

Los noventa inauguran una nueva forma de hacer. El soporte se convierte en protagonista. Mediante la combinación de lienzo y papel encerado consigue que el acrílico transparente objetos que se reducen a meras sombras. La delicadeza y poesía que logra en tales obras elevan un grado más la calidad de su pintura.

José María Sicilia es uno de los principales renovadores del panorama artístico español de los ochenta que ha sabido reinventarse a sí mismo sin caer en la monotonía. Ha alcanzado un estilo personal e intransferible que homologa la calidad de su trabajo haciéndole imprescindible en multitud de centros y museos de Arte Contemporáneo nacionales e internacionales.

Fuente- Arte Selección