Marc Schimsky comenzó a pintar y a dibujar en la escuela secundaria. En la universidad, se especializó en educación artística con un enfoque en el grabado, pintura y el diseño. De 1969 a 1970, estudió italiano, historia y cultura en la Universidad de Siena, Italia, y asistió a clases de pintura al fresco y escultura en el Instituto Statale d'Arte di Duccio di Buoninsegna. Durante ese tiempo, vivió en las afueras de las murallas medievales de Siena, más allá de "San Domenico" en una zona residencial por debajo de la famosa "Fortezza Medicea." Su aventura en Italia reforzó su deseo de dedicar su vida al arte y a la enseñanza.
Desde el año 2001, Schimsky se ha dedicado a la pintura al óleo y acrílicos. En los últimos 4 o 5 años, sus obras son cada vez más representativas. Sus pinturas tienen que ver principalmente con asuntos de lugar, tiempo y una fascinación por la gente. Estos temas son explorados a través de la utilización de colores vivos, pincelada suelta pero con la ilusión de movimiento. Sus préstamos se encuentran en la fotografía, muchas veces desdibuja partes de sus personajes como si tratara de que se congelen, marcando el momento fugaz de una experiencia familiar. Lo hace con la esperanza de revelar algo misterioso o mágico en sus personalidades.
Marc siempre ha sido un gran admirador de las obras de Hans Hofmann, Max Beckmann, deKooning Willem, Francis Bacon, Manel Anoro y los pintores de Bay Area de San Francisco, Elmer Bischoff, Theo Brown, Wonner Paul y Richard Diebenkorn. Estos artistas han influido profundamente en su forma de ver el mundo.
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