domingo, 12 de agosto de 2012


 

 

MARIO GRANELL "MARIO FERNÁNDEZ GRANELL" [A Coruña 1915 - Vigo 1991]

Su niñez transcurre entre A Coruña y Compostela. Su afición a la pintura comienza a cultivarla en el taller de pintor y escenógrafo Camilo Díaz Baliño, fusilado al comienzo de la guerra civil. Precozmente expone, cuando tiene sólo catorce años, en Santiago y Pontevedra, con elogio del escritor Francisco Fernández del Riego. Le hace una caricatura el pintor Carlos Maside. Prosigue su trabajo hasta el comienzo de la guerra civil, con exposiciones en diferentes ciudades de España. Pasa en la cárcel siete años, hasta 1943.

 Al ser liberado se dedica a tareas decorativas para poder sobrevivir, en toda Galicia. Trabaja y vive en Vigo una bohemia relativamente dura, con Laxeiro y otros artistas. En 1957 emigró a Venezuela, y allí trabaja intensamente, aunque su obra viaja a España con frecuencia, para ser expuesta en Madrid y en toda Galicia, y sigue cursos suramericanos, hasta Bogotá y Buenos Aires. En Caracas reafirma su amistad con otro intelectual emigrado de Galicia, el poeta Celso Emilio Ferreiro. A mediados de la década de los ochenta regresa a España y fija su residencia en Vigo, donde trabaja, expone y vive los últimos años de su vida. Falleció en la primavera de 1991. 


Recientemente, el Ayuntamiento de la ciudad ha tomado el acuerdo de rotular una calle con el nombre del artista herculino que fue trotamundos y vigués en dos amplias etapas de su vida, la última, definitiva. La obra de Mario Granell figura en museos de Galicia y de Hispanoamérica, así como en colecciones particulares. Publicó libros de estampas, entre ellos uno bellísimo, titulado «Homenaje al pueblo español. Estampas amargas -vivencias de una guerra civil-», en 1978. La pintura de Mario Granell está vinculada al surrealismo, aunque muy decantado. Sobre un dibujo preciso, siluetea figuras idealizadas, que habitan en mundos inventados, en rojos, negros, azules, verdes. El ritmo es delicioso, con apariencias deliberadas, a veces, de decoración escénica que lo emparentaban con José Caballero o con las ideaciones del escultor Alberto Sánchez.


 Picasso, a veces, también está detrás de estos ritmos de líneas, de ángulos precisos, de curvas suaves, de perspectivas imposibles y sin embargo, tan atractivas. Cabria denominar a las composiciones de Granell, casi siempre realizadas en acrílicos, como «Paisajes con figuras». Hay un mundo de ballet en estos cuadros, tan sinópticos, tan aparentemente elementales y no obstante, profundamente razonados, donde están, según desée el artista, el drama o la alegría, siempre en un ambiente como lúdico. Parecen ejercicios de «collage», y son de una perfección formal exquisita, insuperable, propia del poeta, lírico y evanescente, que impregnaba su sensibilidad artística multiforme.

Fuente-Novacaixagalicia

No hay comentarios: