Martin Kippenberger (Dormunt, Alemania, 1953-Viena, Austria, 1997) fue un enfant terrible de la escena artística internacional en la década de los 80 del siglo pasado. Artista prolífico, que amaba la controversia y combinaba la irreverencia con su pasión por el arte, Kippenberger mostró su talento en campos diversos: pintura, escultura, dibujo, instalaciones y fotografía; y, además, grabó varios discos con un grupo punk. Fue también el cabecilla de la generación de artistas jóvenes, los chicos malos nacidos después de la II Guerra Mundial, que surgió en la estela del neoexpresionismo alemán. Entre sus compañeros artísticos estaban Markus y Albert Oehlen, Georg Herold y Günther Förg, casi tan célebres por sus juergas como por su arte.
Estudia en la Academia de Bellas Artes de Hamburgo, teniendo por compañeros a R. Hausner y a Walther y donde recibe la influencia de Polke. En 1978, Kippenberger funda el Kippenbergs Büro Berlín, donde exponen artistas como T. Wachweger e Ina Barfuss. Su interés por la fotografía, el "collage" y la escultura, le lleva a producir numerosas instalaciones, en las que cuestiona las nociones de orden, racionalidad y la necesidad de unidad. Su estrategia consiste en crear obras perturbadoras que en ocasiones se presentan como obras superficiales, pero que esconden serias preguntas acerca de la responsabilidad moral del artista con relación a los valores y creencias del mundo occidental.
Se sirve para ello de montajes paródicos de objetos cotidianos, en los que muchas veces incluye su propia imagen bajo el aspecto de un maniquí, contribuyendo esto al cinismo de su trabajo; cinismo latente en sus pinturas próximas, en su espíritu, a los neoexpresionistas alemanes de los años ochenta. Una de sus obras más conocidas es la instalación El final feliz de la "América" de Franz Kafka de 1994, inspirada en la parte final de la novela póstuma de Kafka, en el teatro de Oklahoma. Kippenberger lo que hace es crear una obra con más de cuarenta mesas y el doble número de sillas que sirven como escenario destinado a las entrevistas de quienes aspiran a trabajar en ese teatro. La Tate Modern de Londres le dedicó una retrospectiva en 2006.
Ref- EL PAIS
No hay comentarios:
Publicar un comentario