En un momento en que el arte del performance, artilugios y el arte conceptual siguen dominando el panorama museístico contemporáneo, es un placer encontrar a una artista que realmente pinta, dibuja y hace grabado. Nicole Eisenman no es la única, por supuesto - la gran mayoría de las galerías siguen mostrando obras sobre papel y lienzo. Pero el aura de sofisticación se ha mantenido durante mucho tiempo.
En la Bienal del Whitney, Eisenman mandó dos grandes murales. un par de pinturas al óleo y 36 monotipos de colores representando la forma humana y caras. Encontrar monotipos de Eisenman entre instalaciones y manifiestos hacía sentirse a uno sobre una parcela de violetas africanas brotando en un campo de cactus.
En las obras de atmósfera oscura y divertida de Eisenman, de figuras bailando, haciendo el amor, frunciendo el ceño con bebidas, coches de tracción, personajes enviando mensajes de texto, llorando, masturbandose o contemplando la muerte. Sus líneas exageradas, de colores intensos y emociones fuertes pueden resultar satíricas, amargadas y enojadas, y hay ecos de Edvard Munch, Max Beckmann, George Grosz y Philip Guston - tanto es así que la artista corre el riesgo de parecer a veces retro.
Ella admite que ha estudiado a los expresionistas, Picasso y - sorprendentemente a los impresionistas, como Renoir.
A los 47 años, Eisenman ha tenido una carrera sólida de más de una década y sigue ganando elogios de la crítica. Antes de la Bienal, inauguró su quinta exposición individual en la galería de Leo Koenig del Chelsea. En The New Yorker, fue aclamada como la más destacada de una nueva generación de expresionistas, la mayoría de los cuales son mujeres.
Eisenman, que es gay, a menudo se retrata a sí misma con sus amigos en bares y fiestas. En algunos de sus últimos grabados representa mujeres cubiertas por botellas de vino y jarras de cerveza, que recuerdan el período azul de Picasso . Pero la identificación de Eisenman con Picasso y los expresionistas está llena de contradicciones, ya que estos artistas abusaban de la figura femenina tanto dentro como fuera de sus lienzos . Esos capítulos tristes en la historia del arte dejan a las artistas feministas - ¿y que artista actual no lo es? - en un círculo vicioso torturado de dificil salida. Por su condición sexual, Eisenman critica la cultura americana y parodia el machismo.
En "Capitán Awesome", una pintura de 2004, un tipo sin camisa, con su gorra de béisbol hacia atrás, de pie, delante de un silo fálico, agarra una mazorca de maíz y con los pulgares hacia arriba. Es raro, cierto y demasiado evidente también. Pero, una litografía reciente de un hombre desaliñado, de edad, sosteniendo su propia sombra es más matizado. De hecho, algunas de las mejores obras de Eisenman, como su grabado de 2012 "Retrato de Evan," han sido de hombres.
Para comprender hasta qué punto se aparta Eisenman de algunos de sus contemporáneos, sólo hay que considerar la Bienal de 2012, donde el Whitney pidió a sus artistas que participaran en programas para asesorar al público sobre sus trabajos. Sobre todo, esto implicó mucho hablar. Algunos artistas se unieron a las discusiones, mientras que otros escribieron ensayos, hicieron puestas en escena o vídeos para dar explicaciones. Eisenman hizo algo radical. Entregó blocs de dibujo y carboncillo a la multitud y llevó algunas modelos desnudas. Despues dijo a todos que empezaran a dibujar.
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