La familia de Maria Viik, de la clase media superior, la estimuló para hacerse artista, dándole la mejor educación posible para una muchacha de aquella época. Comenzó estudiando arte con tutores privados en Finlandia, asistiendo a la escuela de la Sociedad Finlandesa de Arte en 1874-1875. En París, eligió la Académie Julian, donde su maestro fue Tony Robert-Fleury en 1875-1876 y de 1877 a 1880. Sus primeros cuadros aceptados para el Salón de París en 1880 fueron retratos. Al año siguiente, pintó uno de los más sutiles, el de su hermana Hilda (Ateneum, Helsinki). Esos cuadros pequeños muestran la influencia de Holbein, con su técnica exacta y minuciosamente detallada. Maria Viik desarrolló sus dotes constantemente, e, incluso cuando estuvo trabajando en el estudio de Bouvet, en la primavera de 1889, se alegró mucho de recibir consejos de Puvis de Chavannes.
lunes, 3 de diciembre de 2012
Maria Wiik
La familia de Maria Viik, de la clase media superior, la estimuló para hacerse artista, dándole la mejor educación posible para una muchacha de aquella época. Comenzó estudiando arte con tutores privados en Finlandia, asistiendo a la escuela de la Sociedad Finlandesa de Arte en 1874-1875. En París, eligió la Académie Julian, donde su maestro fue Tony Robert-Fleury en 1875-1876 y de 1877 a 1880. Sus primeros cuadros aceptados para el Salón de París en 1880 fueron retratos. Al año siguiente, pintó uno de los más sutiles, el de su hermana Hilda (Ateneum, Helsinki). Esos cuadros pequeños muestran la influencia de Holbein, con su técnica exacta y minuciosamente detallada. Maria Viik desarrolló sus dotes constantemente, e, incluso cuando estuvo trabajando en el estudio de Bouvet, en la primavera de 1889, se alegró mucho de recibir consejos de Puvis de Chavannes.
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