Nacido en Salcedo, Pontevedra, en 1919, e hijo de un diplomático, viajó por primera vez a América con siete años, donde comenzó a pintar, dibujar y modelar. De vuelta en Galicia en 1929, desarrolló su faceta artística hasta que regresó con su familia de nuevo a Uruguay, donde residiría hasta 1947.
En 1965, el artista se traslada a París, donde trabaja intensamente durante los siguientes años, aunque simultaneando esta residencia con largas temporadas en Armenteira (Meis, Pontevedra), donde también disponía de un estudio.
Internacionalmente reconocido, expuso en galerías de Buenos Aires, Nueva York, Punta del Este, Montevideo, Dublín, Madrid, Italia, Bélgica, París, Lima, Bogotá y Quito, entre otras, así como en varias ciudades gallegas. En la capital francesa entraría en contacto con intelectuales como Julio Cortázar.
Junto con Seoane y Colmeiro, entre otros, Leopoldo Nóvoa está considerado uno de los representantes de la pintura gallega de la emigración.
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