sábado, 29 de junio de 2013

Esteban Vicente





Esteban Vicente nació en 1903 en Turégano, Segovia. A los dieciocho años ingresó en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando con el propósito de formarse como escultor, pero pronto decidió dedicarse a la pintura.


En Madrid, entra en contacto con miembros de la Generación del 27, Buñuel, García Lorca Rafael Alberti o Juan Ramón Jiménez, con cuya poética su pintura intimista presenta similitudes.
En 1929 marcha a París, allí conoce a Picasso, Dufy y Max Ernst y trabaja pintando los decorados del famoso Folies Bergère. Después regresa a España, se casa con una joven norteamericana y tras el estallido de la Guerra Civil, emigra a Estados Unidos.


En 1940 consiguió la nacionalidad estadounidense. Se instala en Nueva York y entabla amistad con los pintores Willem de Kooning, Jackson Pollock, Marc Rothko, Barnett Newman y Franz Kline, junto con los que forma la Escuela de Nueva York. A partir de ese momento comienza su inclinación por el expresionismo abstracto americano.

Conjugó el postcubismo de su periodo parisino con el expresionismo abstracto. Sus lienzos destacan por la luminosidad. Busca el orden a través del color y de composiciones sencillas y equilibradas. Evita al máximo las formas, incluso las líneas, obvia el dibujo para concentrarse en la pintura. Su paleta es reducida y combina los colores cálidos con los fríos, pero siempre opacos y luminosos. Son personales composiciones cromáticas sobre estructuras vagamente geométricas que el mismo llamó "Paisajes Interiores".


En Bodegón con "Le Crapouillot", de 1925, vemos ya la delicadeza y la suavidad en la aplicación de los pigmentos. La obra remite a Cézanne por la preocupación por la estructura y la construcción de las formas.



De 1925 es el Retrato de su hermana Sagrario, compuesto atendiendo a la volumetría general de la figura y con una maravillosa entonación verde botella que contrasta suavemente con el gris del fondo.


Durante su estancia en París realiza Paisaje con sombrilla roja, con una entonación verdosa, que hace resaltar el negro de una de las figuras que está en primer plano y la intensa pincelada de rojo que conforma la sombrilla. Este toque vibrante de color anima toda la composición.
A partir de 1950 tiene lugar la verdadera trasformación de Esteban Vicente, sus composiciones se vuelven más abstractas y se muestran intensamente decoradas, pero al mismo tiempo poseen una profunda espiritualidad.


Sin título, de 1953, es uno de los cuadros ejecutados en Nueva York. Puede apreciarse la coincidencia con obras de De Kooning. Se estructura en base a un entramado aparentemente caótico, que ha sido creado por trazos y manchas negras multidireccionales, que contrastan con colores cálidos muy empastados. El color adquiere la máxima importancia, interesándose por su aspecto material y táctil.


En Harmony, de 1976, rinde homenaje al recuerdo a Alison Peters, hija de la que fue su esposa desde 1961, Harriet Godfrey Peters. Presenta gran sobriedad cromática.
A partir de los ochenta el color se multiplica, se hace más variado. Las tonalidades esenciales de Vicente se mantienen, aunque se enriquecen con otras que terminarán convirtiendo estos lienzos en una verdadera sinfonía de malvas, verdes, amarillos, naranjas y azules.


Destacan Escena desde el estudio, Cimiento o Desde el estudio, composiciones relajantes donde apenas se adivinan formas, que insinúan y sugieren árboles, follaje o flores. Los amarillos, los verdes y el blanco del lienzo, se combinan en armonía, formando un conjunto deslumbrante.
Sensaciones más fuertes transmiten Tormenta, Sabiduría o Fragancia, con intensos lilas, grises, naranjas y ocres, distribuidos en grandes zonas horizontales que alteran nuestro interior.


En Soledad, de 1991, presenta cuatro manchas rojas que resaltan sobre el verde del fondo. Crea una atmósfera imprecisa, acuosa y misteriosa, que predispone a la contemplación y la meditación.



Aquí, de 1993, también hace referencia al mundo espiritual. La mitad inferior posee una riquísima gama de colores mientras que la mitad superior, sólo presenta una pequeña forma roja.



Junto a su actividad pictórica, Esteban Vicente desarrolló una importante labor docente como profesor de pintura en la Universidad de Puerto Rico, en la Universidad de Berkeley, California y en la Universidad de Nueva York. Su obra fue casi desconocida en nuestro país hasta 1987, fecha en la que el Banco Exterior realiza una muestra antológica.


En 1998, se inauguró el Museo de Arte Contemporáneo que lleva su nombre en Segovia y El 11 de enero de 2001, poco antes de cumplir 98 años, falleció en su casa de Bridgehampton (Long Island).



Arte España

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