Se negó a aceptar los planes que sus familiares
habían preparado para él como administrativo y tras dejar sus estudios
comenzó a trabajar en el taller de un marmolista. Su primer trabajo como
escultor es una figura de Garibaldi. El resultado causó sensación entre
la crítica. En la década de los ochenta ingresa en la Academia de
Bellas Artes de Brera, pero sus ideas políticas en la línea de la
revolución, y su oposición a los sistemas tradicionales de enseñanza le
cuesta su expulsión. Sin embargo, esta situación no le impide participar
en exposiciones en ciudades italianas y en Londres y Viena donde
presenta El Borrachín o Impresión de mujer bajo un paraguas. Con estas
obras ya se desvela como el introductor del impresionismo en la escultura.
Su siguiente destino es París, donde permaneció algunos años. En este
tiempo consiguió la admiración de intelectuales de la talla de Zola, Degas o Clemenceau y Rodin.
Con este último participó en una exposición. Después de pasar miserias
decide volver a su país natal e instalarse en Milán. Posteriormente
participó en la Exposición Universal
de París de 1900 y cuatro años después en el Salón de Otoño, donde
volvió a coincidir con Rodin. Ambos artistas siempre mantuvieron cierta
animadversión, pendientes de la crítica. La muerte de Rodin provocó que
Medardo fuera en parte olvidado. Es importante recordar que en sus obras
juega con la luz y el movimiento hasta conseguir el efecto que los
impresionistas trasladaron al óleo.
Ref. Arte Historia
Estudió en la Academia di Brera, en Milán, de donde fue expulsado once meses despues por problemas de disciplina
Ref. Arte Historia
Estudió en la Academia di Brera, en Milán, de donde fue expulsado once meses despues por problemas de disciplina
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