viernes, 22 de marzo de 2013
Bernardí Roig
(Palma de Mallorca, 1965), uno de los artistas contemporáneos españoles más relevantes en el panorama internacional.
Las obsesiones intelectuales que colecciona Bernardí Roig son innumerables: Duchamp, Malevich, Bruce Nauman, Klossowsky, Bataille, Godard, Resnais, Bergman, Thomas Bernhard... Precisamente, en su juventud la lectura de un texto de este último la apresó, le golpeó fuertemente en la cabeza. Considera que Antonioni y Bernhard «son mejores creadores de imágenes, hacedores de imágenes, que el mismísimo Velázquez». Y va más allá en la provocación: «Velázquez sería hoy Spielberg, por sus grandes efectos visuales». Sonríe consciente de su boutade.
Aquel joven golpeado en la cabeza por Bernhard se dedicó desde entonces a hacer un arte personalísimo, fuera de modas, siempre barroco y excesivo: «Desprecio la contención -advierte-. El minimalismo es anglosajón, nuestra cultura es carnal». Un artista es, para él, «alguien en el que el deseo de ver a la muerte al precio de morir le arrastra al deseo de producir». Bernardí Roig, un coleccionista de obsesiones, un hacedor de imágenes para quien el deseo es el único mecanismo capaz de desacreditar a la muerte. Sus nuevos proyectos le llevarán este año a Viena, Berlín, Bruselas y Valladolid. Después se tomará un tiempo sabático en Londres para reinventarse.
Ref- ABC CULTURAL
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