miércoles, 23 de octubre de 2019

Lluïsa Vidal




Lluïsa Vidal i Puig nació en Barcelona el 2 de Abril de 1876. Fue una de las pocas mujeres de su época que pudo vivir del arte.



 Su padre, Francesc  Vidal, quiso que su hijas fueran formadas sin tener en cuenta su  sexo. Lluisa tenía profundos conocimientos de música , cantaba y tocaba varios instrumentos hasta que descubrió  que lo que realmente le gustaba era la pintura



  Estudió con Joan González y   Mas  Fontdevila.
Su  padre, ebanista, fue llamado por el Rey Alfonso XII para hacer un  marco para el retrato del Felipe II,  un cuadro  que se encontraba en  El Escorial y Lluisa lo acompaó.  En Madrid visitó  El  Prado y se enamoró de la obra de Velázquez y Goya


 Realizó sus primeras exposiciones en 1898 y en abril  presentó   tres retratos en la IV  Exposición de Bellas Artes e Industrias Artísticas de Barcelona, en la cual tambien exponían Casas, Rusiñol, Brull  y Joaquín Mir. A Lluisa le dieron un mención honorífica.


 A  partir de esa exposición los críticos comenzaron a interesarse por su trabajo. Ramón  Casellas escribió en la vanguardia una loa a su cuadro "la noia de Sitges" y Miguel  Badía, crítico del Diari de Barcelona, comentó  sobre el gran talento de la joven artista

 Completó sus estudios en París, una cosa extraordinaria para una mujer de su tiempo.Alli conoció a Henry Leopold Levy, con quien hizo una gran amistad y éste le presentó a la vanguardia de ese momento. En 1902 se matriculó en la Academia Julian y posteriormente recibió formacion de Georges Picard y de Georges Humbert



 En París se vinculó en el movimiento feminista     europeo y al volver comenzó a colaborar con la revista Feminal


  Con la  muerte de su hermana  en 1905, su familia  su hunde. Su padre se desmorona y se arruínan. Lluisa tiene que pintar para sostener a la familia,



Lluïsa Vidal fallecía en Barcelona el 22 de octubre de 1918, a los 42 años,  víctima de una pandemia de gripe española.







Museu Nacional d'Art de Catalunya



Laura Albéniz

                          
    


                      con su padre  Isaac Albéniz


Albéniz Jordana, Laura. Barcelona, 16.IV.1890 – 3.III.1944. Pintora.
Hija del compositor Isaac Albéniz, vivió muy cerca el “dandismo” mundano del París de la Belle Époque, donde fue discípula del dibujante e ilustrador Xavier Gosé, amigo de su padre y famoso por entonces en la capital de la moda y el arte. Le influyó esencialmente en la gracilidad y dinamismo de la línea, en la composición japonesa en diagonal adoptada anteriormente por Edgar Degas y los impresionistas. Realizó su primera exposición en el Musée Moderne de Bruselas en 1906, donde presentó Pages d’album, que reveló la delicadeza y la elegancia de sus dibujos, que encarnan un nuevo espíritu femenino, culto, inteligente y moderno. En esa búsqueda de la nueva silueta para la mujer del siglo xx, sus pasteles fueron comparados por la crítica de la época a los de James Whistler, Henri de Toulouse- Lautrec, Aubrey Beardsley y Jean-Louis Forain.



En 1907 expuso junto a Ismael Smith en la sala Josep Ribas de Barcelona, donde presentó dibujos y pasteles de temática mundana realizados en la Costa Azul. En 1911 expuso en las salas del Fayans Català en Barcelona junto a Ismael Smith, Marià Andreu y Néstor (Néstor Martínez y Fernández de la Torre). En plena eclosión del novecentismo, esta exposición reunió a cuatro artistas de una joven generación emergente que desde la pintura, el dibujo, la caricatura, la escultura y el esmalte, apostaron por la modernidad quedándose en el tránsito del modernismo al novecentismo, sin adscribirse propiamente a ninguna de ambas corrientes, propiciando estilísticamente un alto sentido decorativo, siendo calificados por Alexandre de Riquer de “decadentes modernos”, una generación evanescente que se esfumó en el umbral del art déco y la vanguardia.



En 1914 expuso en las galerías Dalmau de Barcelona, donde mostró el influjo de sus recientes trabajos junto a Maurice Denis, fundador del grupo de los Nabis y del fauvismo. Entre sus temas principales se hallan gitanas, manolas, bailarinas, sevillanas, siguiendo el espíritu de algunas composiciones musicales paternas y el espíritu finisecular. Sus trabajos merecieron elogiosas críticas de Eugenio d’Ors, desde 1911 hasta el final de su trayectoria, a quien le unió una gran amistad que dio lugar a una nutrida correspondencia. 



Asimismo, mantuvo un denso epistolario con músicos de la época, como Gabriel Fauré, Paul Dukas, Claude Debussy o Vincent d’Indy. A partir de los años treinta del siglo xx su obra se vuelve más novecentista, influida por un clasicismo mediterráneo, que expresaba una feminidad más reposada y madura, de formas más redondeadas y angélicas. En 1918 se casa con el militar Vicente Moya, con quien tiene dos hijos: Julio (1919), que murió durante la Guerra Civil, y Rosina (1920).



Como ilustradora y siguiendo los pasos de Xavier Gosé, realiza en 1908 los dibujos para los libros Aldea ilusoria El peregrino ilusionado, de Gregorio Martínez Sierra, y su trazo se prodiga en revistas ilustradas de la época, como en D’Ací D’Allà los años 1919, 1920 y 1921, o en la revista La Esfera. Sus grandes dosis como ilustradora se hallan en las puntas secas que realizó para las Elegías, de Eduardo Marquina, editadas por Gustavo Gili en las ediciones La Cometa, en 1935.

Real Academia de la Historia

martes, 22 de octubre de 2019

JOSÉ VILLEGAS CORDERO



Villegas Cordero, José. Sevilla, 26.VIII.1848 – Madrid, 10.XI.1921. Pintor.
Hijo de un modesto barbero, José Villegas recibió una sumaria educación orientada en su adolescencia hacia la pintura, pese a la oposición paterna, ya que su progenitor no veía futuro para su hijo en el ejercicio de dicha actividad. 


En 1862 entró como aprendiz en el taller de José María Romero pintor de retratos de la burguesía y aristocracia sevillana y también creador de escenas costumbristas y de pinturas religiosas; al mismo tiempo, se inscribió como alumno de la escuela de Bellas Artes sevillana donde destacó enseguida merced a sus innatas dotes artísticas. Convencido de la angostura de los criterios artísticos que se impartían en dicha escuela, Villegas aspiró muy pronto a marcharse a Madrid para complementar su formación, lo que llevó a cabo en 1867, después de cuatro años de estudios sevillanos. En Madrid acudió de inmediato al Museo del Prado donde se entusiasmó con el arte de Velázquez, al que se dedicó a copiar con especial delectación. La pincelada suelta y espontánea reflejada sobre todo en las postreras obras velazqueñas y también su sentido de la luz y del color le subyugaron especialmente y contribuyeron a elevar su técnica de forma muy sensible.


Después de una breve estancia madrileña, Villegas regresó a Sevilla, pero lo hizo ya con la idea determinada de abandonar pronto su ciudad natal para viajar a Roma donde aspiraba a culminar sus conocimientos y a iniciarse en el ejercicio de la pintura con grandes pretensiones. Tras otra breve estancia en Madrid, donde siguió copiando en el Prado a los grandes maestros de la historia de la pintura, tomó camino de la ciudad eterna.


La estancia de Villegas en Roma se inicia a mediados de 1868 y allí fue bien recibido por artistas españoles como Eduardo Rosales, que le ofreció compartir su estudio y que un año después, al regresar el maestro madrileño a España, pasó a ocupar él solo. El tener estudio propio en Roma, facilitó la carrera artística de Villegas, quien muy pronto intentó alcanzar una fama pareja a la que allí disfrutaba Mariano Fortuny, a quien admiraba profundamente y a quien había conocido años antes en Madrid.


Muy pronto Villegas obtendría en Roma la recompensa a sus aspiraciones, puesto que enseguida encontró a coleccionistas y anticuarios que se interesaron por sus obras, lo cual le permitió forjar una clientela internacional que compraba directamente sus pinturas en su estudio a precios satisfactorios, que se elevaban a medida en que sus creaciones eran premiadas en las sucesivas exposiciones internacionales a las que se fue presentando. Todo ello movió a los principales marchantes parisinos a ofrecerle ventajosos contratos para trabajar para ellos. Villegas siguió residiendo en Roma aplicándose desde entonces al ejercicio de una pintura de moda en aquellos momentos, generalmente de pequeño formato, ejecutada con una técnica preciosista en la que trataba temas históricos, escenas costumbristas, paisajes o retratos.


La muerte de Fortuny en 1874 le convirtió en el pintor español más popular en Roma, merced, sobre todo, a que en 1898 fue nombrado director de la Academia Española de Bellas Artes de esta ciudad, perdurando su prestigio allí hasta su regreso a España en 1901. Al regresar a Madrid fue nombrado director del Museo del Prado y también de inmediato académico de Bellas Artes de San Fernando. En la capital se incorporó al mundo literario y artístico, convirtiéndose en una de las principales figuras de la intelectualidad, al tiempo que se le consideró el pintor de moda. En efecto, la alta sociedad madrileña y especialmente las damas suspiraban porque Villegas
 Real Academia de la Historia

lunes, 21 de octubre de 2019

Xavier Gosé



   1876 -  1915
Hace 104 años, moría en Lleida a la edad de 38 años el dibujante Xavier Gosé i Rovira, que había sido el ilustrador más destacado de París durante los primeros quince años del siglo XX. Aquella época es conocida como la Belle Époque, periodo histórico de progreso, social, económico, tecnológico y político en Europa, y especialmente en Francia, iniciado a finales del siglo XIX ―superada la Gran Depresión (1870-1895)― y que finalizaría repentinamente con el estallido de la Primera Guerra Mundial (1914). Durante esta etapa, Francia, a pesar de la vulnerabilidad de su economía, había recuperado el papel en el concierto internacional perdido después de la caída de Napoleón (1815) y se había convertido, de nuevo, en una de las cuatro principales potencias mundiales.


 Xavier Gosé había nacido accidentalmente en Alcalá de Henares (Castilla) el año 1876. Su padre, que era perito agrónomo del Estado, estaba allí destinado. La prematura muerte del padre llevó a la madre y los hijos a Catalunya; primero en Barcelona y, posteriormente, en la casa familiar de Lleida. Gosé cursó sus estudios en la Escuela de Diseño y Artes de la Llotja, en la calle Balaguer de Barcelona, probablemente entre 1892 y 1895; y entre 1895 y 1898 colaboró con las publicaciones L’Esquella de la Torratxa, Barcelona Còmica, Revista 4 Gats, La Saeta y Il·lustració Llevantina. El año 1899 expuso por primera vez parte de su obra (38 dibujos), y lo hizo en la cervecería cabaré Els Quatre Gats, en la calle Montsió de Barcelona.


 El año 1900 Gosé se trasladó a París, que se había convertido en la gran capital artística del mundo. En París desarrollaría la parte más importante de su carrera. Inicialmente colaboró con las publicaciones Cocorico y Le Rire. Pero a partir de 1902, cuando abandona definitivamente la temática conocida como "españolada" (dibujos de personajes y escenas folclóricas españolas), se le abren las puertas de las grandes publicaciones francesas: La Contemporaine, La Vie Illustrée, Sans Gêne, Le Frou-Frou, La Caricature, Le Témoin, Fantasio La Vie en Rose. Cuando estalló la Primera Guerra Mundial (1914) volvió a Lleida y murió a causa de una tuberculosis que había contraído en París. Buena parte de su legado está expuesto en el Museu d’Art Jaume Morera, en Lleida.

 elnacional.cat

domingo, 20 de octubre de 2019

MODERNISMO





                               Hermen Anglada-Camarasa


El Modernismo  es un movimiento artístico que surge a finales del siglo XIX y principios del XX. Este movimiento fue denominado como Modernismo en España mientras que en el resto de Europa recibirá otros nombres en función del territorio como por ejemplo:en Francia recibió el nombre de Art Noveau, en Italia se denomino Arte Libero, Liberty o floreale, en Inglaterra Modern Style , en Alemania Jugendstil , en Austria Secession.. mientras que en España bajo el nombre de modernismo tuvo un desarrollo especial en la zona de Cataluña gracias a burguesía catalana y a figuras como Domench o Gaudi.

                              Antonio Bisquert

 El Art Noveau o modernismo se desarrollaría en el periodo que recibió el nombre de Belle Epoque, tuvo su auge entre 1890 y 1910 y se vio envuelto en una atmósfera de positivismo y optimismo en el progreso científico industrial que parece ser capaz de dar respuesta a cada una de las necesidades humanas. Este estilo abarcó a todas las disciplinas artísticas. De este modo dentro del modernismo hay abundantes obras de arquitectura, joyería, pintura, artes gráficas, cerámica, mobiliario, interiorismo…