jueves, 26 de agosto de 2021

Max Švabinský




Max Svabinský fue un artista que supo aprovechar al máximo la dicha de haber vivido casi 90 años. Su vida no siempre fue fácil y para poder emprender el camino anhelado y alcanzar el éxito, Svabinský tuvo que empeñarse con bastante tesón.

"Fue un verdadero clásico de la pintura, en el más amplio sentido de la palabra" - afirma Jirí Stránský, director del Museo de Kromeríz, gran conocedor de la vida y obra de Svabinský. "A veces se le reprochaba que su obra fuera demasiado académica, pero yo creo que mucho más importante es la enorme dedicación del autor, el profesionalismo y la amplitud de su creación. Svabinský amaba la pintura y lo que aprecio muy en especial es que supo resistir a las tendencias de comercialización del arte y que se mantuviera fiel a su estilo de realismo con toques de simbolismo".

Max Svabinský nació en el año 1873 en la ciudad morava de Kromeriz como hijo de una madre soltera de apenas dieciséis años de edad. De su educación, por ello, se encargó mayormente su abuela. Cabe decir sin embargo, que tanto la madre como la abuela de Svabinský eran mujeres generosas y muy cariñosas y que el futuro artista creció rodeado de amor y comprensión.

No obstante, el haber crecido en una familia incompleta repercutió de algún modo en su futura obra. La mujer se convirtió en el tema preferido del pintor, tratándose tanto de retratos como, por ejemplo, de cuadros que en forma alegórica reflejaban temas de la vida cotidiana del campo checo.

El amor hacia la pintura acompañó a Svabinský desde la infancia. Gracias a su enorme talento y laboriosidad, logró ingresar en la Academia de Artes de Praga, de la que más tarde sería profesor y rector, dedicándose a la pintura y a las artes gráficas. Sus conocimientos los fue ampliando con estudios en París y también durante varios viajes por Europa. Desde el punto de vista profesional, Svabinský maduró muy pronto y la amplitud de su obra es impresionante, según confirma Jirí Stránský, director del Museo de Kromeríz."El legado artístico de Svabinský incluye sellos postales, ilustraciones de libros, retratos y cuadros de mayores dimensiones, obras gráficas y hasta vitrales en la catedral de San Vito en el Castillo de Praga. De gran valor son especialmente sus trabajos gráficos que llegaron a ser altamente apreciados en el mundo entero. Creo que no existe técnica en el arte pictórico o gráfico que Svabinský no haya dominado y aplicado en alguna de sus obras".

Max Svabinský fue un típico representante de la escuela clásica de pintura y educó a toda una generación de artistas checos. Las modernas tendencias artísticas aparecidas en el siglo XX le eran ajenas. Durante toda su vida permaneció fiel al realismo, al monumentalismo y a los temas alegóricos. Fue autor de un sinnúmero de retratos de destacadas personalidades checas y también del extranjero, como Thomas Mann, Sergei Prokofiev, Albert Einstein.

Otro tema muy frecuente en sus obras fue Kromeríz, su ciudad natal, y sus alrededores. Es curioso que, a pesar de vivir en Praga y de haber visitado Kromeríz por última vez en el año 1931, Svabinský durante toda su vida tuvo una relación muy profunda con esa ciudad.

Conocidos son en la República Checa también los sellos postales de Svabinský con dibujos de mariposas. El artista adoraba la naturaleza e, incluso, en su casa tenía una gran colección de aves y de mariposas disecadas. Hoy éstas forman parte de la exposición de la obra de Max Svabinský, en el Museo de Kromeríz.

Una de sus obras más famosas es el cuadro "La cosecha", realizado entre 1925 y 1927 que es un elogio al trabajo en el campo checo, a la naturaleza en su estación veraniega y a la belleza del cuerpo femenino. El cuadro forma parte del legado de Max Svabinský a la nación checa.

Max Svabinský murió en febrero de 1962 a la edad de 89 años. Fue sepultado en el cementerio de los próceres en el barrio de Vysehrad, en Praga.

https://espanol.radio.cz/max-svabinsky

miércoles, 25 de agosto de 2021

MENCHU GAL



Irún,  Guipúzcoa 1919​ – San SebastiánGuipúzcoa2008 fue una pintora española del siglo XX. 

 Gal es una pintora que fue bastante reconocida en los años cincuenta cuando obtuvo el Premio Nacional de Pintura en 1959, el primero que se otorgó a una mujer. Nacida en Irún pudo dedicarse desde muy joven a esta actividad artística -procedía de una familia adinerada-. A los 13 años fue seleccionada para la IX Exposición de artistas noveles guipuzcoanos, que se celebró en el Casino del Kursaal de San Sebastián.

 En 1932 viajó a París para estudiar pintura. En 1934 ingresó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Tenía solo 15 años. En esa época residió en la Residencia para señoritas de Madrid, que estaba dirigida por María de Maeztu y de la que salieron escritoras, políticas y periodistas como Zenobia Camprubí, Clara Campoamor y Josefina Carabias.

Pasó la Guerra Civil en Francia y a la vuelta se relacionó con los círculos artísticos en los que estaban pintores como Benjamín Palencia, Francisco San José, Rafael Zabaleta y Juan Manuel Díaz Caneja. Fue una de las mejores exponentes del fauvismo, vanguardia artística que privilegiaba el color y fue muy aplaudida por sus lienzos paisajísticos.

 Para los cincuenta ya exponía en galerías como la Tate Gallery. Su Fundación, que se creó en 2010, un año después de su muerte, recoge imágenes en las que se puede ver a Gal junto a Gaspar Montes Iturrioz, Eduardo Chillida, Jorge Oteiza, Luis Vallet y Manolo Montes, entre otros artistas (poca compañía femenina), lo que muestra el ambiente vanguardístico en el que se movía la pintora.

Ya en los ochenta figuró en exposiciones antológicas. A día de hoy su obra se expone en colecciones como la del Museo de Bellas Artes de Bilbao y el Museo Reina Sofía de Madrid.


martes, 10 de agosto de 2021

ISABEL VILLAR





Isabel Villar Ortiz de Urbina nació en Salamanca en 1934, en el seno de una familia de clase burguesa acomodada.  Pasó la infancia en su ciudad natal hasta que en 1941 su padre, Miguel Villar Rodríguez, ingeniero de montes, fue trasladado al distrito forestal de Ávila, por lo que la familia se trasladó a vivir allí, pasando los meses de invierno en Salamanca.

Comenzó a dibujar desde temprana edad. Tuvo su primer estudio en el pequeño espacio de la galería que le dejó su abuela Ana Mirat en su casa de la Plaza Mayor de Salamanca.

Tras sus estudios en San Eloy, donde obtuvo los Premios de Pintura y Dibujo, se trasladó a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de Madrid, en 1953 donde completó su formación. El salto a Madrid supuso un cambio radical en su vida. Allí conoció y se integró en el grupo conocido como el de «La Cepa», donde coincidió con el que con el tiempo se convirtió en su marido, Eduardo Sanz.

En 1958 expuso de forma individual por primera vez en la sala Miranda de Salamanca y participó en la Novena Exposición de Arte organizada por el Casino de Salamanca.Tras sus estudios en San Eloy, donde obtuvo los Premios de Pintura y Dibujo, se trasladó a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de Madrid, en 1953 donde completó su formación. El salto a Madrid supuso un cambio radical en su vida. Allí conoció y se integró en el grupo conocido como el de «La Cepa», donde coincidió con el que con el tiempo se convirtió en su marido, Eduardo Sanz.


En mayo de 1970, participó en una muestra colectiva con la que se inauguró la madrileña Galería Sen, junto con los pintores, Alfredo Alcaín, Luis de Cámara, Luis Fernando Aguirre, José Miguel Rodríguez, Luis Gordillo y Eduardo Úrculo. En esa misma galería, la pintora realizaría en 1971 su primera exposición individual en Madrid, que supondría no sólo su revelación artística sino también el momento a partir del cual hallaría su propia senda y daría a conocer su personal mundo pictórico.

En el año 2012 su obra fue incluida en la exposición Genealogías feministas en el arte español comisariada para el museo MUSAC de León por Juan Vicente Aliaga y Patricia Mayayo.

En 2018 la galería Fernández-Braso de Madrid le dedicó una exposición individual.

La obra de Villar está en una veintena de museos y colecciones españolas, desde el Reina Sofía hasta la Biblioteca Nacional

Sus cuadros generalmente tienen como escenario espacios abiertos, jardines verdes. Pese a su apariencia feliz y apacible, esos edénicos jardines por los que pasean sus mujeres o en los que posan retratos familiares junto a animales selváticos, tienen un halo de misterio y encantamiento, creando un ambiente inquietante y enigmático.

Isabel Villar hace una pintura minuciosa, detallista, utilizando una técnica casi puntillista. Otorga una gran importancia al colorido, utilizando una amplia gama de colores brillantes y luminosos, donde el color verde destaca sobre los demás.

wikipedia

lunes, 9 de agosto de 2021

Pilar Montaner Maturana





 Palma de Mallorca, 1876 - Valldemossa, Mallorca, 1961Pilar Montaner de Sureda fue una pintora impresionista de principios del siglo XX, alumna, entre otros, de Joaquín Sorolla. Madre de once hijos y esposa de Joan Sureda, heredero del palacio del rey Sancho de Valldemossa, vivió entre lujos y niños, arte y cultura. 

Por el palacio de los Sureda pasaron diferentes intelectuales del momento, como Unamuno y Rubén Darío. En este contexto de actividad cultural, Pilar Montaner fue una de las pocas mallorquinas de la época que pudieron dedicarse a la pintura y su obra se expuso en las principales galerías de Barcelona y Madrid. 

Los temas del campo, entre ellos sus oliveras, retratos y escenas costumbristas, revelan un talento que pudo haberse desarrollado con mayor intensidad. Pintora injustamente olvidada por la gran Historia, su trabajo, dentro de un contexto artístico muy activo, fue apenas reconocido.


 Es Baluard Museu

Laura Albéniz

 

Fue una artista muy precoz: cuando tenía solo 16 años, el Musée Moderne de Bruselas expuso sus dibujos y acuarelas. El recibimiento fue muy bueno, y ese calor de la crítica la acompañó toda la vida. Nacida en Barcelona, creció entre Londres, París y Niza, y llegó a hablar siete idiomas. Su obra se considera precursora del art decó en Cataluña. Y, sí, es hija del compositor Isaac Albéniz.

Barcelona, 1890 – 1944

Vivió muy cerca el “dandismo” mundano del París de la Belle Époque, donde fue discípula del dibujante e ilustrador Xavier Gosé, amigo de su padre y famoso por entonces en la capital de la moda y el arte. Le influyó esencialmente en la gracilidad y dinamismo de la línea, en la composición japonesa en diagonal adoptada anteriormente por Edgar Degas y los impresionistas. Realizó su primera exposición en el Musée Moderne de Bruselas en 1906, donde presentó Pages d’album, que reveló la delicadeza y la elegancia de sus dibujos, que encarnan un nuevo espíritu femenino, culto, inteligente y moderno. En esa búsqueda de la nueva silueta para la mujer del siglo xx, sus pasteles fueron comparados por la crítica de la época a los de James Whistler, Henri de Toulouse- Lautrec, Aubrey Beardsley y Jean-Louis Forain.


En 1907 expuso junto a Ismael Smith en la sala Josep Ribas de Barcelona, donde presentó dibujos y pasteles de temática mundana realizados en la Costa Azul. En 1911 expuso en las salas del Fayans Català en Barcelona junto a Ismael Smith, Marià Andreu y Néstor (Néstor Martínez y Fernández de la Torre). En plena eclosión del novecentismo, esta exposición reunió a cuatro artistas de una joven generación emergente que desde la pintura, el dibujo, la caricatura, la escultura y el esmalte, apostaron por la modernidad quedándose en el tránsito del modernismo al novecentismo, sin adscribirse propiamente a ninguna de ambas corrientes, propiciando estilísticamente un alto sentido decorativo, siendo calificados por Alexandre de Riquer de “decadentes modernos”, una generación evanescente que se esfumó en el umbral del art déco y la vanguardia.

En 1914 expuso en las galerías Dalmau de Barcelona, donde mostró el influjo de sus recientes trabajos junto a Maurice Denis, fundador del grupo de los Nabis y del fauvismo. Entre sus temas principales se hallan gitanas, manolas, bailarinas, sevillanas, siguiendo el espíritu de algunas composiciones musicales paternas y el espíritu finisecular. Sus trabajos merecieron elogiosas críticas de Eugenio d’Ors, desde 1911 hasta el final de su trayectoria, a quien le unió una gran amistad que dio lugar a una nutrida correspondencia. 

Asimismo, mantuvo un denso epistolario con músicos de la época, como Gabriel Fauré, Paul Dukas, Claude Debussy o Vincent d’Indy. A partir de los años treinta del siglo xx su obra se vuelve más novecentista, influida por un clasicismo mediterráneo, que expresaba una feminidad más reposada y madura, de formas más redondeadas y angélicas. En 1918 se casa con el militar Vicente Moya, con quien tiene dos hijos: Julio (1919), que murió durante la Guerra Civil, y Rosina (1920).



Como ilustradora y siguiendo los pasos de Xavier Gosé, realiza en 1908 los dibujos para los libros Aldea ilusoria El peregrino ilusionado, de Gregorio Martínez Sierra, y su trazo se prodiga en revistas ilustradas de la época, como en D’Ací D’Allà los años 1919, 1920 y 1921, o en la revista La Esfera. Sus grandes dosis como ilustradora se hallan en las puntas secas que realizó para las Elegías, de Eduardo Marquina, editadas por Gustavo Gili en las ediciones La Cometa, en 1935.


martes, 3 de agosto de 2021

Maurice Prendergast

 



Saint John's, 1859 -Nueva York, 1924

Miembro del grupo de The Eight (Los Ocho), que a principios del siglo XX promovió un cambio en el encorsetado panorama artístico norteamericano del momento, el pintor Maurice Brazil Prendergast nació en Canadá en 1859 y, siendo aún un niño, se trasladó a Boston junto a su familia.


Sus estudios artísticos comenzaron en 1891 con un viaje a Francia, cuando contaba con más de treinta años. Durante su estancia de tres años en París acudió a la Académie Colarossi y a la Académie Julian. Después de un primer momento influido por Édouard Manet y James Whistler, su contacto con el círculo de los nabi también se dejó sentir en su obra. A su regreso en 1895 a Boston, colaboró con su hermano en la empresa de marcos que acababa de crear y comenzó a ser conocido por sus acuarelas, que fueron expuestas en el Boston Art Club y en la Pennsylvania Academy of the Fine Arts.
Durante su vida realizó siete viajes a Europa, de los cuales el efectuado a Italia entre 1898 y 1899 tuvo un especial impacto en su obra. La admiración que sintió por el arte y la arquitectura del siglo XV italiano quedó plasmada en una larga serie de obras dedicadas a reflejar la vida en plazas y calles italianas, en especial venecianas. En 1900, estas obras se mostraron en la primera exposición en solitario del artista en la Macbeth Gallery de Nueva York.

A medida que su reconocimiento fue creciendo, lo hicieron también sus temporadas en Nueva York. Junto a Robert Henri y otros seis artistas formó parte del grupo de The Eight, que expuso en la Macbeth Gallery en 1907 para manifestar su protesta por la política conservadora de la National Academy of Design. Su toma de partido promovió un cambio por parte de los miembros de la academia e inspiró otras iniciativas independientes como el Armory Show de 1913, del que Prendergast sería también coorganizador. Murió en Nueva York en 1924.


Museo Nacional Thyssen-Bornemisza

lunes, 2 de agosto de 2021

Francesc Masriera i Manovens




 1842, Barcelona 1902, Barcelona

Se formó en el taller de su padre, Josep Masriera y Vidal, en la Llotja y con José Serra y Porson. Estudió en Ginebra, donde se especializó en esmalte y se dedicó también al grabado de piedras finas. 

Hacia 1865 se trasladó a París, donde acudió al taller de Cabanel y se dedicó a la copia de los grandes maestros del Museo del  Louvre; posteriormente viajó a Roma, ciudad en la que comenzó a realizar lienzos de temática orientalista.

Como escritor y articulista destacó su colaboración en la revista El Recuerdo. Concurrió a las Exposiciones Universales de París de 1867, 1878 y 1889. Obtuvo la segunda medalla en la Nacional de Bellas Artes de 1878 por la obra titulada La esclava, y también exhibió sus obras en la Galería Bosch de Madrid en 1882 y en la Sala Parés de Barcelona en 1889.

 Como pintor, se inicia con un naturalismo antiacadémico  pero pronto aplicó su realismo minucioso a composiciones alegóricas y anecdóticas, como La esclava, Presentada a la Exposición Nacional de Madrid de 1876 y adquirida por Alfonso XII. Menudeó estas muestras madrileñas y los salones de París. Se convirtió el retratista preferido de las damas de la alta burguesía catalana. 

Gran admirador de Fortuny y de Eduardo Rosales. Sus cuadros se caracterizan por la perfección del dibujo, la cuidada composición y un colorido lleno de fuerza y luminosidad, que se manifiesta sobre todo en los tornasolados de las telas. Practicó un preciosismo lleno de fantasía y decorativismo en el que la frescura de color recuerda a la pintura galante de Fragonard o Watteau. En sus estudios, composiciones y retratos se centró preferentemente en las figuras femeninas, representadas en ambientes suntuosamente ornamentados y ataviadas con ricos vestidos, tocados y joyas «a la oriental».