miércoles, 29 de junio de 2016

José Caballero




 


  José Caballero nació en Huelva, en 1915. En 1930 se traslada a Madrid para estudiar ingeniería industrial. Al mismo tiempo, da clases de pintura en el estudio de Daniel Vázquez Díaz, quien le convencerá para que abandone la carrera y entre en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. A través de Vázquez Díaz, conoce a Lorca, quien le introducirá en su círculo intelectual y le presentará a artistas como Neruda o Alberti. Para ellos realizará figurines y dibujos que ilustrarán sus obras. Con la posguerra se inicia una etapa difícil para Caballero, en la que trabajará haciendo decorados de cine y teatro para subsistir. En 1950 celebra su primera exposición individual en la Galería Clan, y en 1957 conoce a Picasso y a Miró en Niza. Participa en bienales y certámenes internacionales (Pittsburgh, Venecia, Sao Paulo, Basilea…), y realiza numerosas exposiciones individuales en España, Europa y América. Falleció en Madrid, en 1991
España es cultura

Brassaï



Brassaï,  pseudónimo de Gyula Halász, nació en la ciudad de Brasov, Hungría. Conocido por sus fotografías de París de la década de  1930.  Originalmente quiso ser pintor, estudió en la Academia de Bellas Artes de  Berlin, antes de trasladarse a París  en 1924.  Al principio trabajó como periodista y conoció a André Kertész, que lo animó a probar con la fotografía. Al darse cuenta de que no se trataba de algo impersonal, de una operación mecánica, como el había pensado, comenzó a atrapar con su cámara la noche de París y la belleza de sus calles y gentes. Observaba los nightclub y cafés parisinos, fotografiando a prostitutas, travestis, limpiadores y todo tipo de gente. Publicó su primer libro "el ojo de París", que fue un éxito tanto de público como de crítica, en 1932, al que siguió "el París secreto", "las esculturas de Picasso". "los artistas de mi vida" y otros. Fue amigo de artistas y escritores y, aunque no era surrealista, sus fotografías eran muy populares entre los surrealistas, en cuyo periodico LE MINOTAURE publicaban su obra frecuentemente.
  Brassaï tambien fue escultor y en la década de 1960 dejó la fotografía en favor de este medio.

Sus fotos se consideran a menudo como ilustraciones virtuales de la vida nocturna del París de los años 20 y  30. Hacía algo más que señalar dos detalles típicos de la ciudad de su época, enfatizaba en cada elemento dando a cada personaje una cierta vulnerabilidad.

Retrató tambien la vida social de la ciudad, sus intelectuales, ballet y óperas. Muchos artistas importantes estuvieron delante de su objetivo, Salvador Dalí, Picasso, Matisse, Giacometti, etc.
Este hombre, considerado por muchos, como uno de los más grandes fotógrafos del siglo XX, murió en Eze, en el sur de Francia

martes, 28 de junio de 2016

Miquel Villà


(1901-1988)

Nacido en Barcelona en febrero de 1901, Villà, que pintaba desde 1912, asistió ocasionalmente a las escuelas de Bellas Artes de Bogotá y de Paris, así como a diferentes academias libres. En 1924 participa en los Salones de Otoño y de los Independientes de París y, comienza una estrecha amistad con Fautrier, Duchamp, Cossío, Gargallo, Peinado, etcétera, que le vinculará a la intelectualidad artística de la capital francesa.
En 1927 expone en las Galerías Dalmau, animado por su director, quien propició también las exposiciones die Miró, Dalí, y García Lorca. A partir de 1930, y a su regreso de París, se instala en Barcelona, interesando vivamente a los núcleos de vanguardia.
Regularmente exponía en la Sala Parés, de Barcelona, donde, en 1985, la Generalitat de Cataluña le organizó una exposición antológica, formada por un centenar de obras que permitieron seguir el hilo conductor de su dilatada trayectoria. Este mismo año le fue otorgada la Creu de Sant Jordi.
Villà siempre reconoció que sus grandes maestros fueron Cézanne, por su técnica constructiva; Gauguin, Van Gogh y Vlaminck, por su libertad colorística, y muy especialmente Rembrandt en su última etapa, cuando pasa del claroscuro al color. La pintura fue para él una disciplina, una razón de ser y una vía de entendimiento sensible con la naturaleza.

Información- El País

viernes, 24 de junio de 2016

Willi Baumeister




Baumeister con amigos en el estudio de Piet Mondrian

  • Willi Baumeister en el estudio de Piet Mondrian, París 1926

Willi Baumeister
Stuttgart, 1889-1955 Willi Baumeister fue uno de los principales defensores de la abstracción en Alemania desde la década de 1920 hasta el momento de su muerte, en 1955Mantuvo. contacto con los diferentes movimientos artísticos que surgieron en la Europa de entreguerras, pero evitó afiliarse a ningún grupo en concreto
Baumeister. se formó como pintor decorador y en 1909 ingresó en la Kunstakademie de Stuttgart, donde estudió con Adolf Hölzel y estableció amistad con Otto Meyer-Amden y Oskar Schlemmer, con quien en 1914 realizó un mural para la exposición de la Werkbund en Colonia. En 1911 viajó por primera vez a París, y un año más tarde expuso por primera vez en la Galerie Neupert de Zurich. Su incipiente carrera se vio truncada con el comienzo de la Primera Guerra Mundial, durante la que luchó en los Balcanes y en el Cáucaso 



A. su regreso a Stuttgart en 1919 formó parte del grupo Üecht. Comenzó sus Pinturas-muro, próximas a la obra de Fernand Léger, con quien expuso en la galería Der Sturm de Berlín en 1922, y a los postulados de la revista L’Esprit Nouveau, dirigida por Le Corbusier y Ozenfant. Poco a poco, Baumeister empezó a ser conocido en el mundo artístico alemán y hacia finales de la década de 1920 gozaba de una cierta reputación en Francia, donde en 1927 organizó su primera exposición individual 



Alrededor. de 1930 las formas orgánicas comenzaron a invadir el lugar ocupado anteriormente por las formas geométricas. A las Pinturas de deportistas, siguieron los Ideogramas de finales de la década, en un proceso que le llevó a acercarse cada vez más al arte primitivo y prehistórico. Con el acceso al poder de los nazis en 1933, fue despedido de su puesto de profesor en la Städelsche Kunstschule de Frankfurt, donde enseñaba desde 1928. Sus obras se incluyeron en la muestra Entartete Kunst (Arte degenerado) de 1937 y en 1941 se prohibió exponer su obra. Ante las nuevas circunstancias, Baumeister, que decidió permanecer en Alemania, continuó pintando de manera clandestina y, junto a Schlemmer, trabajó en la fábrica de pinturas de Kurt Herberts en Wuppertal, donde se dedicó al estudio de las técnicas pictóricas prehistóricas. Como fruto de esta investigación se publicó su tratado Das Unbekannte in der Kunst, 1947 (Lo desconocido en el arte).
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial se le restituyó como uno de los grandes maestros vivos de la pintura alemana moderna y, en 1946, fue nombrado catedrático de la Kunstakademie de Stuttgart. 


 Museo Thyssen-Bornemisza

jueves, 23 de junio de 2016

Manuel Ángeles Ortiz






Manuel Ángeles Ortiz (Jaén, 1895 – París, 1984), pintor español perteneciente a la Generación del 27.

Desde los tres años del futuro pintor su juventud transcurre en Granada, donde se relaciona con Ismael González de la Serna y Federico García Lorca, de quien fue uno de sus mejores amigos. Ilustró numerosos libros poéticos de la Generación del 27 y fue amigo además de Rafael Alberti. De él dijo José Bergamín, haciéndose eco de las propias palabras de Lorca al presentar una exposición suya en 1933, que era el que pintaba como Lorca cantaba en poesía y el que decía pintando lo que Federico en sus versos. Se formó estéticamente en Granada, en el estudio de José Larrocha, y en la Escuela de Artes y Oficios con los pintores Rodríguez Acosta y López Mezquita. En Madrid estuvo desde 1912 en el taller de Cecilio Plá. Estos inicios se encuentran marcados por el Naturalismo, por Ignacio Zuloaga, las pinturas costumbristas, sus juveniles asimilaciones del colorismo postimpresionista y unos tempranos visos de cubismo a través de Daniel Vázquez Díaz.




Viaja por primera vez a París a fines de 1920 y allí estudia en la Grande Chaumière. Pronto casado y viudo, de regreso a Granada desde Madrid con su pequeña hija Isabel Clara, preparó en 1922 el histórico «Concurso de Cante Jondo» con Federico —de quien surgió la idea—, con Manuel de Falla y otros artistas e intelectuales. A él le encargaron el cartel anunciador, un grabado en que rompía la tradición costumbrista granadina y utilizaba un nuevo lenguaje plástico. Se instala definitivamente en París ese mismo año de 1922, y allí se adhiere a la estética del Cubismo para, posteriormente, combinarlo con lenguajes abstractos y surrealistas. Mantuvo allí una íntima amistad con Picasso y se casó con Jeanne Brigitte Badin.


Realiza su primera exposición en la galería Les Quatre Chemins de París (1926). Su vida social fue intensísima; estrechó su relación con Pettoruti y Juan Gris, se introdujo en la agitada vida social de los condes de Beaumont, expuso en las galerías Berger y Vavin-Raspail, y realizó decorados para piezas musicales de Manuel de Falla, Erik Satie y Poulen
Desde Madrid, Gabriel García Maroto le pidió tanto su participación en la primera exposición de la Sociedad de Artistas Ibéricos como la coordinación de la presencia de los renovadores españoles residentes en París, la llamada Escuela de París, intrada por él mismo, Picasso, Juan Gris, Joan Miró, María Blanchard, Daniel Vázquez Díaz, Maruja Mallo, Óscar Domínguez, Pancho Cossío, Francisco Iturrino, Juan de Echevarría, Manuel Colmeiro, Hernando Viñes, Francisco Bores, Celso Lagar, Ismael de la Serna, Joaquín Peinado, etc. Sin que sepamos por qué, seguramente por su apretada agenda de compromisos, el artista no concurrió a tan importante cita madrileña; concurrió sin embargo a las muestras de Copenhague (1932) y Berlín (1933), y en 1929 participa en la muestra Pintores y escultores españoles residentes en París (1929) del Jardín Botánico; en 1930, en la de Arquitectura y Pintura Modernas de San Sebastián, etc. Cuando regresa a España, en 1932, colabora por ejemplo en el Grupo de Arte Constructivo.


Se conserva poca obra cubista y neoclásica de Manuel Ángeles Ortiz, aunque los ejemplos y las reproducciones que han pervivido son suficientes para estimar su importante alcance. Mayor es aún este problema con respecto a su producción entre 1927 y 1936, pues prácticamente todo su trabajo de estos años se encuentra aún en paradero desconocido. Fue uno de los primeros creadores españoles en interesarse por la abstracción óptica y geométrica derivada del cubismo, se acercó de una manera casi hermética y extremadamente personal a los entornos de lo surreal y realizó toda una importante serie de retratos en la tónica del realismo moderno.


En 1932, el artista regresó a Madrid y trabajó en proyectos de las Misiones Pedagógicas, especialmente con La Barraca. Comprometido con la causa republicana, en la Guerra Civil se vinculó con la Alianza de Intelectuales Antifascistas y estuvo presente en el pabellón de la II República española de la Exposición Internacional de París de 1937. Tras ser liberado por Picasso en 1939 de un campo de concentración en el sur de Francia, el exilio le llevó a París y a la Argentina; residió allí en Buenos Aires, pero marchó una temporada a la Patagonia; en las orillas del lago Nahuel Huapí recogió piedras y maderas fosilizadas, transformadas durante millones de años. Es una recuperación de polémicas previas (Escuela de Vallecas o Grupo de arte Constructivo) sobre la capacidad de la naturaleza para convertirse en arte y una reivindicación del objet trouvé como reconsideración de la esencia de lo artístico; en sus maderas escogidas no hay tema, ni siquiera aspiración a la similitud formal, sólo la atracción de las superficies y volúmenes por sí mismos. En su prolongada estadía en Buenos Aires, realizó muchos trabajos como ilustrador, fundamentalmente para la Editorial Losada. El Museo del Dibujo y la Ilustración de Buenos Aires, atesora en sus colecciones algunos originales de esos trabajos.


En Argentina permaneció hasta 1948, en que marchó de nuevo a París, donde se reencuentra con Picasso y con él comienza a practicar la cerámica y elabora series como La mujer sentada. Durante las décadas de los cincuenta y sesenta sus obras adquieren un alto grado de lirismo, destacando las series de collages de tipo recortable. Desde 1958 se le permitió visitar España y se reencuentra con la Granada de su infancia y juventud, lo que marcó poderosamente su pintura. En 1981, el Ayuntamiento de Jaén le concedió la Medalla de Oro de la Ciudad y lo hizo Hijo Predilecto y ese mismo año recibió el Premio Nacional de Artes Plásticas; murió en París en 1984.

 
La mayor parte de su obra, con algún interludio surrealista, puede clasificarse dentro de una especie de «cubismo lírico» o incluso «cubismo jondo», como puede calificarse buena parte de su obra a causa de la constante presencia de esencias poéticas en la misma, a pesar de la influencia del cubismo, de la abstracción y de la experiencia constructiva de Torres García. Cultivó la linografía, la litografía y el aguafuerte. La ciudad de la Alhambra constituyó a lo largo de toda su vida quizás la más perdurable pasión, según se advierte a partir de la segunda mitad del decenio de los cincuenta, cuando se reencuentra con la ciudad de su infancia y adolescencia, convirtiéndola en protagonista indiscutible de algunos de los ejemplos más logrados de su pintura y de su obra gráfica. Destaca en especial por su extraordinaria capacidad de síntesis, con una clara tendencia a eliminar enunciados reiterativos y adherencias anecdóticas innecesarias. Ilustró numerosos libros de escritores del 27 y fue colaborador gráfico de La Gaceta Literaria, de Gallo y de Martín Fierro.




miércoles, 22 de junio de 2016

Rafael Zabaleta








Nació en Quesada (Jaén), en 1907. En 1925 viaja a Madrid para cursar estudios en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. Dos años más tarde es nombrado delegado del Tesoro Artístico Nacional. Al terminar la Guerra Civil, fue denunciado y pasó brevemente por la cárcel de Jaén. En este período le incautan una serie de dibujos sobre la contienda que había empezado tres años antes. A partir de 1940 comienza una nueva etapa en su vida y pintura, más original y menos influenciado por la pintura académica. Sobresalen los temas campesinos y serranos. En sus viajes a Paris, conoció a Picasso y a otros pintores españoles relevantes de la época. En 1960 presenta en el pabellón español de la Bienal de Venecia una serie de 16 óleos y diez dibujos, su exposición más importante. Murió en 1960.

España es cultura

Julia Minguillón



(Lugo, 1907-Madrid, 1965). Pintora española. Con apenas once años comenzó su formación artística con el pintor Castro Cires en Valladolid y la completó en Madrid en la Escuela de Artes y Oficios y en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, hasta que en 1932 se licenció como profesora de dibujo y pintura. Durante estos años fue discípula de Manuel Benedito, Cecilio Pla, Joaquín Valverde, Ignacio Pinazo y Eduardo Chicharro. Con un estilo personal oscilante entre el pos­impresionismo y el naturalismo, pintó tanto paisajes como escenas de género que rebosan un lirismo ingenuo y lleno de sensibilidad que marcará la pintura gallega posterior. En 1941 obtuvo la medalla de oro de la Exposición Nacional de Bellas Artes por su obra, Escuela de Doloriñas. Esta obra ejemplifica el estilo de la pintora que, según señala María Victoria Carballo-Calero, se caracteriza por una tendencia al primitivismo, que le lleva a pintar sobre tabla en vez de lienzo, y un esquematismo con toques poscubistas en las composiciones. Participó en las más relevantes competiciones internacionales y en varias muestras colectivas. En 1948 ganó el gran premio de Bellas Artes, y un año después se trasladó a Galicia, donde fue elegida académica correspondiente de la Real Academia Gallega. Después de viajar por América, en 1961 se instaló definitivamente en Madrid.

Museo del Prado

martes, 21 de junio de 2016

Francisco Echauz



(Madrid, 1927-2011). Vocal del Real Patronato del ­Museo del Prado, nombrado en 1970. Dibujante y grabador español. Estudia en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando entre 1944 y 1950. Amplía sus estudios en la Escuela Nacional de Artes Gráficas y en el Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas. En 1955 obtiene una pensión para la Academia Española de Bellas Artes de Roma, y permanece en Italia hasta 1959. Ejerce como profesor de la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, ganando por oposición la cátedra de Dibujo del Natural. En 1963 es nombrado secretario de la Academia Española de Bellas Artes en Roma, cargo en el que permanece hasta 1966. A partir de 1978 es catedrático de la Facultad de Bellas Artes de Madrid, de la que ­será decano posteriormente. Como artista destaca su faceta de ilustrador de carteles para corridas de toros. Recibe numerosos premios: en 1951 se le concede el Premio Nacional de Pintura, y en 1953 gana el Premio Nacional de Grabado y la primera medalla de ­grabado en la Exposición Nacional por Plaza de Oriente. En 1957 obtiene la medalla de oro de la Asociación de Artistas Grabadores. En 1970 consigue el gran premio de la VIII Bienal de Arte de Alejandría y al año siguiente se le otorga el premio Nacional de Pintura.

Museo del Prado

sábado, 18 de junio de 2016

Josef Albers






Bottrop, 1888-New Haven, 1976 
  Josef Albers cultivó durante toda su carrera artística un estilo geométrico que se convirtió en el soporte ideal para investigar acerca del espacio y el color. Realizó pinturas, esculturas, diseñó vidrieras, muebles y arquitectura y desarrolló una importante labor como profesor, tanto en la Bauhaus de su Alemania natal como en el Black Mountain College y la Yale University norteamericanos Tras. trabajar como maestro en una escuela de su ciudad, Albers estudió en la Königliche Kunstschule de Berlín, trabajó como grabador en la Kunstgewerbeschule de Essen y se trasladó a Múnich, donde asistió a clases en la Königliche Bayerische Akademie der Bildenden Künste. En 1920 entró a formar parte de la Bauhaus de Weimar. Primero como estudiante y posteriormente como profesor, Albers se decantó por el estudio de la abstracción, que aplicó a muy diferentes ramas del diseño. Cuando en 1933 la Bauhaus cerró sus puertas por las presiones del Gobierno nacionalsocialista, Josef Albers y su mujer, Anni Albers, también artista, fueron invitados a integrarse en el equipo de profesores del Black Mountain College en Carolina del Norte. 



Allí permaneció hasta que, en 1950, asumió el cargo de director del departamento de Diseño de la Yale University. Cuando en 1960 abandonó la docencia, Albers se había convertido en uno de los profesores de arte más influyentes para la siguiente generación de artistas norteamericanos. Entre sus alumnos se encontraron, entre otros, Eva Hesse y Robert Rauschenberg
En. el texto Interaction of Color, publicado en 1963, Albers expuso su teoría sobre el color, que había investigado a través de sus pinturas desde 1947. Son sintomáticas de este interés series como Adobe, en la que con un mismo formato y formas geométricas similares, experimentaba con la variación del color, y Homenaje al cuadrado, en la que estudiaba la capacidad de los colores opacos para parecer traslúcidos
Al. final de su vida dedicó parte de sus esfuerzos a realizar grandes composiciones escultóricas que se integraban en espacios arquitectónicos y que, en su mayoría, se inspiraban en su serie Constelaciones estructurales
 Museo Thyssen-Bornemisza