viernes, 26 de marzo de 2010

Wolfgang Mattheuer




Alemania 1927-2004

Wolfgang Mattheuer está considerado como una figura destacada del realismo crítico, recibiendo la influencia del expresionismo, la Nueva Objetividad y el realismo mágico.
Su obra se inspira en Caspar David Friedrich y en los antiguos pintores de Holanda, pero también en artistas como Picasso, Léger, Magritte, Beckmann y Hofer. Su tema principal fue el choque con la realidad de la Alemania oriental con el resto del mundo y se manifiesta siempre oscilante entre la esperanza y la duda, la resistencia y la resignación.

Wolfgang Mattheuer murió el 7 de April de 2004. Está enterrado en el Cementerio Sur de Leipzig.


Wolfgang Mattheuer fue considerado como un cronista de la sociedad. Después de su muerte, en 2004, se creó la fundación Ursula y Wolfgang Mattheuer-Neustädter Mattheuer, con sede en Leipzig. El objetivo de la fundación es el de preservar la obra artística y ponerla a disposición del público.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Bernhard Heisig






Bernhard Heisig nació el 31 de marzo de 1925 en BirthBreslau, Germany.
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Bernhard Heisig y la política cultural en el arte de la Alemania oriental

El artista alemán Bernhard Heisig (1925), uno de los artistas alemanes más importantes del siglo XX, sin embargo, es prácticamente desconocido. Como resultado de persistentes estereotipos en la época de la Guerra Fría se presuponía que Alemania del Este no tenía arte, simplemente propaganda política o kitsch.

Este estudio se centra, en particular, en un momento poco conocido pero fundamental en la vida Heisigs y su trabajo, la década entre 1961 y 1971, un momento en que el estilo y los temas por los que es hoy más conocido aparecieron por primera vez en su obra.


La introducción ofrece una visión general de la acogida de la obra de Heisigs en la Alemania oriental, occidental y en la Alemania unificada, y mostrará como la GUERRA FRIA afectó y continua afectando esta acogida.


El segundo capítulo se centra en su pasado como soldado adolescente en la Segunda Guerra Mundial y la aparición de referencias explícitas a este pasado en su arte a principios de los 1960.



Una comparación de sus obras con las de otros artistas sugiere que había algo más que la simple reflexión personal. Tambien revela como sus propias experiencias afectaban a su temática. El tercero, cuarto y quinto capítulos se centran en una serie de controversias que se centraron en Heisig y su trabajo a mediados y finales de 1960. Fue durante estos años que la definición misma del arte en Alemania del Este fue objeto de debate: Que es socialismo realista?


Heisig fue una figura clave en estos debates, especialmente porque tuvieron lugar fuera de Leipzig. Una investigación a fondo de las cuatro principales controversias en las que estuvo involucrado revela un artista profundamente comprometido con la sociedad en que vivía y trabajaba.



En lugar de un sistema uniforme de represión, la escena cultural de Alemania Oriental fue una de negociación, a veces acalorada, entre los artistas y funcionarios culturales. Al participar en estos debates, Heisig ayudó a cambiar lo que fue el arte en Alemania del Este y desarrolló el compromiso a la figuración, la tradición, y la alegoría de la que es elogiado hoy. Al final, esta disertación ofrecerá una comprensión más profunda tanto de la artista y el arte bajo el socialismo.

ref-University of Pittsburgh- Doctoral Dissertation

Werner Tübke



Werner Tübke (Schönebeck (Elba), cerca de Magdeburgo, 30 de julio de 1929- Leipzig, 27 de mayo de 2004) fue un pintor y artista gráfico alemán. Fue uno de los pintores más destacados de la RDA y junto a Bernhard Heisig, Wolfgang Mattheuer y Heinz Zander perteneció a la Escuela de Leipzig. Tübke se hizo famoso especialmente por el Bauernkriegspanorama (Panorama de la revuelta campesina) en Bad Frankenhausen sobre la guerra de los campesinos del siglo XVI.


Después de estudiar pintura en Schönebeck, estuvo formándose desde 1948 hasta 1953: en la Escuela de Artes Aplicadas de Magdeburgo, en la Escuela Superior de Artes Gráficas y Diseño de Libros de Leipzig y, posteriormente, educación y psicología artísticas en la Universidad de Greifswald. Trabajó a partir de 1964 como profesor adjunto en la Escuela Superior de Arte Gráfico y Diseño de Libros de Leipzig; años más tarde sería rector de esta institución (1973-1976). A principios de los años setenta viajó a Italia, conociendo así de primera mano a la pintura clásica, lo que influiría en su trabajo posterior. Tübke participó como representante de la RDA en documenta 3 (1964) y 6 (1977) de Kassel. En 1984 dio clases en la Academia de Verano de Salzburgo. Tübke fue enterrado en el cementerio del sur de Leipzig.


Realiza sobre todo cuadros y pinturas murales de gran tamaño. Su principal género es la pintura de historia, en concreto la historia socialista. Su estilo se aparta del realismo socialista con el que se le suele relacionar, sino con un realismo mágico con corrientes surrealistas. Consideraba que sus modelos artísticos eran Lucas Cranach y Alberto Durero, siendo evidente en su obra la influencia de los maestros antiguos como los mencionados, El Bosco, Andrea Mantegna y Pedro Pablo Rubens. El estilo de Tübke destacó por su distorsión manierista, hasta el punto de ser considerado «virtuoso neomanierista» y las figuras a menudo vestidas a la antigua.


La lista de obras de Tübke comprende varios miles de dibujos, más de 500 acuarelas y 353 pinturas. Su obra más conocida es el Panorama de la revuelta campesina o La temprana revolución burguesa de Alemania(1983-1989), realizado en Bad Frankenhausen con varios ayudantes. Tiene unas dimensiones de 1.722 metros cuadrados, por lo que se considera que es la pintura al óleo más grande del mundo.


ref- wikipedia

martes, 23 de marzo de 2010

Alexis Leyva Machado (Kcho)





Alexis Leyva Machado (Kcho)

12 de Febrero de 1970, Nueva Gerona, Isla de la Juventud, Cuba






Tomado de la entrevista realizada por el periodista Mario Jorge Muñoz a Alexis Leyva Machado Kcho.

....Con veinte años, el muchachote tenía más apariencia de un jugador de baloncesto que de artista plástico......Kcho .....tuvo la suerte de llegar al mundo con una musa por madre. Martha, la promotora cultural, dispuesta a brindarle una mano a toda la gente buena de la Isla,(Isla de la Juventud).. se encargó durante años de ir modelando a su hijo. Sin embargo, no imaginaba que el niño grande, siempre risueño, con quien escuchaba en las noches las inolvidables voces de Ella Fitzgerald y Louis Armstrong, llegaría a convertirse en ese artista de hoy, cuya obra comparte espacios con Wifredo Lam en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.....en el 95 ...su Gran Premio de la Bienal de Kwang-Ju, de Corea del Sur, y con el Premio del Fondo de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) para la Promoción de las Artes....... la invitación en el 99 para trabajar en el reconocido Atelier Calder, en Francia.


.-¿Quién es Kcho?-

En estos tiempos que son para mí de autorreafirmación, de revisión de muchas cosas, te digo que soy y seguiré siendo el hijo de Martha. Eso es Kcho, nada más que eso. Me parió, pasó mucho trabajo para criarme, somos varios hermanos. Murió hace ocho años. Y siempre he tratado de luchar para que viera que su batalla, tanto esfuerzo no fue en vano. Lo más importante de mi carrera, de todo lo que he hecho, es haber logrado poner en alto, honrar el nombre de mi madre.

La primera clase de dibujo que me cambió la vida me la dio mi mamá cuando tenía 13 años. Así que yo dibujo hoy gracias a esa clase. Aquel día le tuve miedo al acto de crear, pero me gustó. Mi mamá me cogió la mano, me hizo lo que yo quería dibujar, e inmediatamente lo rompió. Y me dijo: ahora hazlo tú. La influencia de mi familia ha sido total. Cada cosa que define mi trabajo tiene que ver con mi casa. Y es que en ella se respiraba arte. Para una de las cosas que me sirvió la escuela fue para darme cuenta que mi entorno familiar era único. La escuela me ayudó a mirar más a mi casa.


-¿Por qué prefieres trabajar con materiales de desecho?-

Me gusta trabajar con los materiales usados por la energía concentrada que emana de ellos, tienen mucha luz. Yo no trabajo con desechos, sino con vida pasada. Ha sido fundamental en mi obra. Esos materiales tienen una historia anterior. Mis piezas se concentran en esa energía, que además le da participación al otro.

-¿Por dónde comienzan tus obras?-

Regularmente por el título. Ya tienen nombre antes de existir. Siempre la primera motivación es una idea. Puede ser una palabra o una oración. Todo parte de ahí

-Gran parte de tu trabajo lo conforman instalaciones, sin embargo, le dedicas mucho tiempo al dibujo. ¿Por qué?-

El dibujo me gusta por su intensidad. Es como la poesía. Es el pensamiento, es la idea clara y precisa, sin tanto recorrido. Es la esencia


-¿Tienes lugares de preferencia para la creación?-

Todos los lugares me sirven. Es una necesidad demasiado fuerte. Nunca he tenido un estudio en Cuba. Y eso fue un gran aprendizaje. Porque siempre estoy creando, y lo hago en cualquier lugar. En mi cabeza convierto un pequeño papel en estudio. Me adapté, puedo hacer una instalación para una sala de un museo con cientos de metros cuadrados en una servilleta. Todo en la cabeza cabe. En ese sentido, tal carencia me hizo fuerte.

-¿Por qué la temática de las migraciones es una constante en tu obra?-

En el mundo contemporáneo los temas se han disuelto. Y más bien lo que uno ve son problemáticas. La vida moderna, por ejemplo, la rodean fenómenos tan disímiles que no puedes clasificarla dentro de una temática única. Entonces cada obra es un mundo diferente, es portadora, además, de una idea diferente.


El mundo está hecho de migraciones. Del sur al norte, sobre todo, la gente viaja tratando de mejorar sus condiciones de vida. Los grandes movimientos humanos son cada vez mayores. Y sean cuales sean las razones de esos desplazamientos, siempre hay alguien cercano que es parte de eso. Por ejemplo, cualquier familia cubana tiene a alguno de sus miembros lejos o que se ha lanzado al mar, tratando de llegar a Estados Unidos.

Eso lo tenemos cerca en la casa, en el barrio, en la escuela... es parte de la vida diaria. Y el cubano es muy familiar. Toda la felicidad y la tristeza de su gente le es cercana. Y esas personas que se separan no desaparecen. No pueden ser obviadas. Porque marcan la vida, también marcan la historia. Me gusta tener la posibilidad de dedicarle un espacio a esa gente, a esa problemática tan universal. Es mi manera de aportar un poco de luz en algunas partes de esa historia que hay que respetar. Porque ninguna sociedad justa puede olvidar a alguien.


-¿Y tocar ese tema, tan sensible para los cubanos, no te ha traído problemas?

Mi obra ha sido atacada por consideraciones horribles, superficiales, demasiado banales. Algunos la han aprovechado para hacer especulaciones políticas. Y la mayoría de estas opiniones -no puedo llamarle análisis ni reflexiones, porque no son serias- son de cubanos que no viven en nuestro país. Gente oscura, que enseguida te preguntan si eres cubano de aquí o de allá. No entienden que se es cubano de un solo lado. Con todo eso choco bastante cuando estoy fuera de la Isla. Cuando hice "La Regata", mucha gente me tildó de contrarrevolucionario, apátrida, antisocial... y yo solamente había hecho una obra. No era más que eso.


Nunca le he pedido permiso a nadie para crear. Y por eso he hecho una pila de obras sobre las cuales la gente ha dicho que debo ser o gusano o agente de la Seguridad del Estado. Sin embargo, la crítica y el público extranjero enfrentan mi trabajo con otros ojos. Y es que el tema de las migraciones, de los constantes flujos de personas buscando trabajo y formas de vivir mejor es preocupación en todo el mundo. Pero yo no me preocupo mucho por eso. Lo fundamental es que mi trabajo obligue a la gente a ver las cosas de otra manera, que sea capaz de provocarte. Y, sobre todo, que me provoque a mí, que sea capaz de impresionarme.

No soy un depredador de la cultura de mi país. Soy parte de su vida. Siempre estaré para lo que haga falta. Cuando no suceda así, mi arte dejará de tener sentido.


-¿El mar es otra de tus obsesiones?

Nunca he entendido por qué en Cuba, siendo una isla, el mar se ve como un peligro cuando debe ser algo tan cercano, tan querido. Es cierto que a la vez es hermoso y riesgoso, pero todo lo que define a Cuba llegó por el mar. El descubrimiento, el Granma, la invasión de Girón... son muchas las cosas vinculadas a la historia de Cuba que están relacionadas con el mar. Hemos olvidado que esa es la puerta de nuestra casa. Entonces hay que cuidarlo y vigilarlo. Es la frontera invisible. Y lo único permanente en Cuba es que siempre será una isla.




Para mí el mar es algo muy importante. También sé cuánto significa para todos los cubanos, las historias que hay en él. Intento con mi trabajo ayudar a pensar, a reflexionar sobre estos temas. Los artistas movemos ideas, esa es una gran responsabilidad. Por eso debemos saber bien hacia dónde mirar y cómo hacerlo.

-¿Por el título de algunas de tus obras, como "La Jungla" y la serie "Kanaima", es evidente que la obra de Wifredo Lam ha sido muy importante para ti?


Hice "Trabajo de clase" en 1983, fue el resultado de un ejercicio que se hace en todos los niveles de enseñanza en Plástica. Tienes que seleccionar la obra de un maestro de la pintura y realizarla de otra manera. Hay que tratar de desentrañar su técnica. Yo escogí a Wifredo Lam, porque desde hacía mucho tiempo me había llamado la atención una viñeta suya que salió publicada en la revista Isla -todavía la guardo-, que me gustaba mucho. Entonces no tenía la más mínima idea de cómo Lam había hecho esas cosas, y lo que hice fue tratar de llevar al papel, de imitar, cómo yo creía que pintaba.
Tenía 13 años. Lo que te daban entonces para pintar era tempera, acuarela, básicamente. Tenía óleo porque me lo había dado mi mamá. Utilicé sobre cartulina aceite linaza para lograr una transparencia.Conocí a Lam por su obra "Tercer Mundo". La vi en la revista Revolución y Cultura, que me mantenía informado sobre lo que estaba pasando en el país. Además, su trabajo le gustaba mucho a mi mamá y ella me acercó a él. Con el tiempo Lam se me fue haciendo más cercano, su obra se me aparecía en todos lados. Sin embargo, en la escuela me lo enseñaron como uno más entre los pintores cubanos. Y no se valora la figura que realmente es. A mí Lam y su "Jungla" me dieron a conocer el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA).


En enero del 96 -ya el museo tenía una obra mía, pero no la habían expuesto-, cuando tuve la oportunidad de visitarlo, fui expresamente a ver su obra. Y lo que más me gusta de ese lugar es que lo estoy acompañando. "La Jungla" (2001) es el resultado de todo ese conocimiento y admiración por el trabajo de Lam. En cuanto museo he expuesto, él ya estaba ahí, había hecho algo. Hace un tiempo, en el Museo de Israel, al llegar lo primero que hice fue preguntar dónde estaba el Lam de su colección. Y allí estaba, lo encontré al otro día. Es lindísimo. "Canaima" es el título de una serie de telas y papeles pequeños que realizó Lam cuando vivió en Venezuela, donde existe un parque nacional con ese nombre. Él pintó un oso, con espinas y colmillos. El título me llamó la atención como punto de partida para un grupo de trabajos. Yo les llamo Objetos Peligrosos, les dejé el nombre de "Kanaima", aunque con K, por la referencia a Lam. "Los peligros del olvido" (instalación) también tiene que ver con la mirada del Lam interesado en profundizar en la cultura de nuestros pueblos. Mientras los grandes maestros de la pintura europea seguían viendo al resto del mundo con los ojos del colonialismo, Lam tenía todo ese acervo de mezclas de culturas como parte de su historia natural, su propia vida. Él trabajó mucho con las máscaras. A mi mamá le encantaban.


Hace poco, en Sao Paulo, estuve en contacto con un coleccionista belga que estaba liquidando su colección de máscaras y se las compré, son muy buenas. Lo que pretendo es recordarle a la gente que es imposible olvidar tu cultura, tus raíces. Es lanzar un llamado de SOS a lo que puede implicar el olvido de lo que somos, a la importancia del suelo. Es imposible olvidar a Lam, él abrió las puertas al mundo del arte cubano y las mantuvo abiertas. Facilitó las cosas al dar a conocer nuestra cultura, el potencial que tenemos. Fue un gran pintor, uno de los más grandes que ha dado este continente. Respetado por los grandes, Picasso, Bretón... Eso ha permitido que nos respeten. Y esa puerta es por la que entré yo y otros artistas cubanos."La Jungla", la serie "Kanaima", eran cosas que tenía desde hacía mucho tiempo dándome vueltas en la cabeza y que quería dedicárselas a Lam, como una especie de agradecimiento por su indiscutible papel dentro de la cultura cubana y como divulgador de ella en el mundo. Él es una luz sobre la Isla.


-Muchas de tus instalaciones, precisamente por estar realizadas con materiales viejos, pudieran correr el riesgo de destruirse. ¿No le temes a eso que llaman la imperdurabilidad de la obra?

Creo que las obras perduran por la idea. No soy Dios. No duraré mil años. Soy un ser humano común y corriente interesado en hacer las cosas lo mejor que puede. Si existe verdaderamente un juicio final, preguntarán si fuiste buena persona, qué hiciste por tus semejantes en la vida, si aprovechaste tu talento. Lo más importante es el lugar que lograste ocupar en el corazón de la gente. El pueblo es quien te pone en el cielo o en el infierno.-



-¿Qué haces con tu tiempo libre?

Cuando no estoy creando me dedico a enamorarme de todo. Consagro mucho tiempo a mis amigos, a la gente que quiero y que me quiere. Eso también es crear. Y crear es amar. También me encanta la pesca, el cine y la música, sobre todo el jazz.

-Has logrado triunfar en un mundo muy competitivo y regido también por las leyes del mercado. ¿A qué se debe tanto éxito?

No escondo secretos: soy hijo de un pueblo exitoso. Este país es genial por sus hijos. No es de ahora, sino de siempre. Por eso ha sido protagonista de muchas cosas bellas. Todavía le quedan muchas por hacer. Por ejemplo, Cuba está llena de bondad. Y eso es endémico de este país, porque la bondad anda perdida en este mundo. Y todo eso no lo inventé yo. Sólo aprendí la lección.

Tomado del Caimán Barbudo

lunes, 22 de marzo de 2010

Daniel QUINTERO
















Daniel Quintero nace en Málaga en 1949. Entre 1965-69 inicia su formación en la Academia de Amadeo Roca, y en 1968 se traslada a Madrid donde completa su formación en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, en la Escuela de cerámica y en el Círculo de Bellas Artes. Desde 1976 reside en Cornwall y Londres, hasta que en 1978 se traslada a Dublín, regresando a España en 1979, donde desde entonces reside y trabaja.

En 1977, celebra su primera individual en la Marlborough Fine Arts de Londres donde vuelve a exponer en 1984. En 1985 expone en la Galería Juana Mordó de Madrid la que constituye su primera individual tras su retorno a España donde continua exponiendo periódicamente. Excepcional dibujante y extraordinario pintor, su obra se ha inscrito dentro de la escuela del realismo, pero sus últimas exposiciones en la Galería Marlborough de Madrid (1999 y 2001) evidencian una evolución hacia una pintura menos sujeta que posibilita una nueva forma de hacer y produce, como él mismo indica, una nueva emoción en el hecho de pintar. «Mayor abstracción, más simplicidad, un retorno al comienzo; más color, más luz, más libertad».