miércoles, 31 de octubre de 2012

Manuel Gil Pérez






Nacido en Valencia en 1925, ciudad en la que falleció a la temprana edad de 37 años.
Formó parte del Grupo Parpalló (que tomó su nombre de un célebre yacimiento de Gandía); grupo que renovó el paisaje artístico valenciano de esos años y donde también estaban artistas e intelectuales como Michavila, Andreu Alfaro, Amadeo Gabino , Isidoro Balaguer y un largo etcétera de personajes inquietos por renovar. Parpalló caminaba desde el anti-academicismo a la abstracción, acabó con el sorollismo y la prohibición del negro como color.


Nació bajo la tutela del crítico Vicente Aguilera Cerni y el liderazgo artístico de Manolo Gil, fue fundado el 23 de octubre de 1956 por un grupo de artistas e intelectuales en el Instituto Iberoamericano de Valencia. El factor inicial de cohesión del grupo consistió en un modesto propósito de animación de la vida artística de la ciudad, inserta dentro del sombrío contexto socio-cultural de la España de la posguerra. Para la consecución de este objetivo, el grupo emprendió la realización de conferencias, tertulias y exposiciones y también facilitó la incorporación de los más prometedores representantes de la creación artística valenciana, dando lugar a una amplia y heterogénea nómina que siguió creciendo durante los primeros años llegando a alcanzar hasta un total de 31 miembros.


Durante estos años, el Grupo Parpalló puso en marcha la revista Arte Vivo y realizó cinco exposiciones: Ateneo Mercantil de Valencia (diciembre 1956), Instituto Francés de Barcelona (mayo 1957), Palacio de la Generalitat de Valencia (junio 1957), Ateneo de Madrid (enero 1958) y Centro de Estudios Norteamericanos de Valencia (junio 1958). Varios hechos y circunstancias como fueron el fallecimiento de Manolo Gil, la progresiva modificación de los objetivos fundacionales y las dificultades de coordinación de una nómina tan abultada y heterogénea motivaron una fuerte crisis en el colectivo valenciano.


El Grupo sufrió una transformación, mediante un radical reajuste de miembros, para convertirlo en un grupo artístico más reducido y compacto, con una ubicación ideológica y estética más comprometida dentro del contexto de la cultura artística española de finales de la década de los cincuenta.


La transformación del Grupo Parpalló quedó reflejada en el remozamiento de la revista Arte Vivo que, a principios de 1959, inauguró una nueva etapa convertida en una cosmopolita revista de arte. Durante esta etapa aparecieron cuatro nuevas entregas en las cuales se da cuenta de la drástica reducción de sus componentes y se percibe claramente la evolución de sus objetivos, que pretenden orientarse hacia la práctica de un arte experimental basado en la idea de la integración de las artes y del trabajo en equipo junto con la reivindicación de la intervención social desde el arte. 

Ref- Interesante pintor que acabo de descubrir en CIUDAD DE LA PINTURA- en el vídeo podeis ver su evolución, pena que se murió con solo  37 años

ALFONSO PONCE DE LEON



Málaga, 1900 – Madrid, 1936

Ponce de León es uno de los nuevos creadores que mejor representan el realismo mágico entre nosotros. Lo trae de Berlín y lo incorpora a la Barraca de García Lorca. La vida corta de Ponce de León es acumulativa de actividades y novedades


Alfonso Ponce de León. "Arquitectura urbana (Portería)", 1929. Óleo / lienzo. Museo Nacional Reina Sofía de Madrid.



Hubo un realismo mágico en España, como hubo un natalismo o nacionalismo que ya hemos reseñado en estas páginas. El arte nacionalista, tanto vasco como valenciano o catalán, supuso una vuelta al realismo confortable de las cosas. En cuanto al realismo mágico, tiene interesantes seguidores porque es una de las colas incesantes de la vanguardia. El nacionalismo aldeanoide era evidentemente un movimiento de derechas, pero España, años 20/30, se estaba partiendo en muchas tendencias, co-mo a la búsqueda de una identidad nueva en el pasado o en el futuro, pues la Guerra Mundial sí que había calado en la vida española y ya nada podría rehacerse sin una grave crisis de alumbramiento. En toda Europa y en todas las facetas del arte el realismo mágico resultó un término sugestivo, prometedor de muchas perspectivas nuevas, creadoras de más vida. Alfonso Ponce de León viene de Málaga a Madrid para morir violentamente, como uno de los primeros caídos de la izquierda y la derecha.
Ponce de León es uno de los nuevos creadores que mejor representan el realismo mágico entre nosotros. Ese movimiento tuvo poco cuerpo, pero dejó perspectivas muy interesantes. Ponce de León trae de Berlín el realismo mágico y lo incorpora a la Barraca de García Lorca. La vida corta de Ponce de León es acumulativa de actividades y novedades. Este pintor, sobre todo, tiene un autorretrato póstumo, en el sentido de que se pinta a sí mismo como moriría poco después: con un teléfono de piedra en la mano, con una mirada de muerto en el ojo visible, con un puñado de cardos en la otra mano, con medio cuerpo -un traje azul- iluminado por el faro roto del coche que acaba de atropellarle, y con el rostro cementerial maquillado por una luz que viene de otro sitio y que pone toda la magia al realismo de la escena. El muerto tiene la mano izquierda enredada en unos cardos, precursores de la manigua verde y nocturna que invade ya el motor del coche, el urbanismo de la escena, con la presencia espesa y verde de la noche.
Por su composición literaria este cuadro singular nos recuerda a Salvador Dalí en el parecido físico, en el teléfono de piedra y en la temperatura efectivamente mágica de la ocasión. Puede leerse en la destruida matrícula del coche la BI de Bilbao y esto le da más cosmopolitismo al suceso. El cuadro nos recuerda curiosamente al lienzo actualísimo de Eduardo Arroyo también glosado en estas páginas. Ponce de León estaba creando un realismo mágico que casi un siglo más tarde toma cuerpo y actualidad irónica en el cuadro de Arroyo.
Era aquélla una Europa fascinada por sí misma. Ponce de León la crea románticamente, dalinianamente (se parece físicamente a Dalí), una Europa que danza entre el último vals y la primera música negra, mientras fascismos y comunismos se tirotean desde las trincheras urbanas con vegetaciones de pintor naïf. El realismo mágico, que tanto juego daría en nuestro tiempo, fue por entonces -felices 20, sombríos años 30- una posibilidad nocturna y galante, de fundar una vanguardia que está en la poesía e incluso en la música mucho más lograda y delineada que en la pintura.
El triunfo del fascismo en la guerra grande y en la guerrilla callejera acabó con aquella flor oscura y culta del realismo mágico, el ismo que Ponce de León trajo de Berlín y García Lorca acogió en su Barraca como germen del teatro que él hacía y, sobre todo, del que quería hacer. Luego hemos tenido mucho realismo mágico, pero ya sin el relente de novedad y actualidad que floreció en pintores como Ponce de León y pocos más. Todo artista de raíz poética está llamado a pasar algún día por el realismo mágico. Ponce, en Accidente, hizo su retrato póstumo y el retrato de su cosmopolitismo, que es como una ilustración para los poemas esnobs de Paul Morand.

 Francisco UMBRAL | Publicado el 10/07/2003 |EL CULTURAL

martes, 30 de octubre de 2012

Herbert Boeckl







Herbert Boeckl (Klagenfurt, 3 de junio de 1894 - Viena, 20 de enero de 1966) fue un pintor expresionista austríaco, perteneciente al Grupo de Viena.

En 1912 fue rechazado de la Academia de Bellas Artes de Viena, estudiando luego en la Universidad Politécnica y dando clases privadas con Adolf Loos. De 1914 a 1918 fue oficial en la Primera Guerra Mundial. Después de la guerra comenzó en la pintura como autodidacta. Viajó a Berlín y Palermo, pero sobre todo un viaje a París en 1923 contactó con el arte moderno. En 1927 realizó su primera gran exposición en la Secesión de Viena. De 1935 a 1939 fue profesor en la Facultad de Educación de la Academia de Bellas Artes de Viena (Allgemeine Malschule an der Akademie der bildenden Künste). Participó en las exposiciones de 1935 en Bruselas y de 1937 en París.

Después de la guerra fue brevemente rector de la Academia de Viena. En la década de 1950 viajó a España, donde estudió intensivamente los frescos románicos para la realización en 1952 de la capilla Seckau de Estiria, una de sus principales obras. Asimismo, estancias en Grecia (1955) y Egipto (1959) influyeron en su obra.
En 1958 participó en la exposición de Bruselas y en 1959 en la de São Paulo. En 1950 y 1964 representó a su país en la Bienal de Venecia. Desde 1952 el artista fue miembro honorario, y desde 1960 miembro de pleno derecho de la Secesión de Viena. De 1962 a 1965 fue de nuevo rector de la Academia de Bellas Artes de Viena.

 

lunes, 29 de octubre de 2012

Franco Gentilini







Franco Gentilini (Faenza, 4 agosto 1909Roma, 5 abril 1981)  pintor  italiano.

Su maestro es Mario Ortolani, pintor y propietario de una fábrica de cerámica, que le  contrata como ayudante en 1925.  Le muestra reproducciones de Cézanne,   de  los impresionistas y del cubismo y se despierta en él su pasión por la pintura.  Al principio realiza retratos de amigos y paisajes locales hasta que en 1929 se traslada a Roma. La Bienal de Venecia del año 1930, compra un cuadro suyo y en 1933 realiza su primera exposición individual en la Galleria di Roma.


Habitual de la Bienal de Venecia y exponiendo en toda Italia así como en París, comienza en 1954 su serie sobre catedrales. Serie que va a prolongar durante toda su carrera y en la que podemos apreciar su evolución personal, como puede ser, el paso del geometrismo cubista de las primeras catedrales, a la influencia de Klee en las realizadas en 1956. Alberto Moravia escribió sobre su pintura en 1959: “ El color de Gentilini atiende siempre a aquella densidad, profundidad y modulación que cualquier consideración profunda de la realidad, necesariamente produce”.


Habiendo iluminado numerosos textos, como las realizadas para “La metamorfosis” de kafka, , es importante su labor como ilustrador, que la librería Rizzoli se encargó de reunir, en una muestra antológica en el año 1971.

Aureliano de Beruete






España
Madrid 1845 - 1912


El Impresionismo en España fue adaptado con muchas particularidades. Beruete fue un artista cercano a la estética impresionista, aunque carece por completo de la base científica que sus colegas franceses aplicaban a sus pinturas. Sin embargo, Beruete fue uno de los pintores más preparados de su generación, puesto que viajó a París para estudiar las novedades que se estaban trabajando en la capital francesa, en plena ebullición. Otra faceta destacada del madrileño fue su dedicación a la Historia del Arte. Destacó en esta disciplina gracias a su monografía sobre Velázquez, publicada en 1898, cuando en España apenas existían estudios científicos ni especializados sobre nuestra tradición artística ni sobre los genios: todos los estudios realizados sobre arte español tenían autor alemán o francés. Respecto a su obra, fue un excelente paisajista, formado con Carlos de Haes. Trabajó temas castellanos y madrileños, entre los cuales destacamos sus paisajes del río Manzanares, alguno de los cuales puede verse en el Museo del Prado
Ref- Arte Historia

Martín Rico Ortega





Martín Rico Ortega o Martín Rico y Ortega (El Escorial, Madrid, 1833 - Venecia, 1908) fue un pintor español, especializado en la pintura de paisaje influenciado por la Escuela de Barbizon.


Estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, siendo su maestro Jenaro Pérez Villaamil. También fue discípulo de su hermano Bernardo, calcógrafo, con quien colaboró como dibujante y grabador, llegando a director artístico de La Ilustración Española y Americana.
En 1854 comenzaron sus viajes por Europa: París, Suiza, Inglaterra, Italia.


A lo largo de su obra se aprecia una evolución desde el realismo a un cierto impresionismo. Las influencias de Turner y Ruysdael le llevaron a pintar paisajes cada vez más humanizados. Su relación con Mariano Fortuny profundizó ese cambio hacia pinturas más luminosas e impresionistas. Una de sus obras más conocidas es Las lavanderas.
En 1907 se publicó su libro de memorias: Recuerdos de mi vida, dedicado a su amigo el paisajista Aureliano de Beruete.

 

sábado, 27 de octubre de 2012

LINO LAGO


 

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«Saber plasmar la realidad no es, en absoluto, suficiente»


El pintor redondelano Lino Lago (1973), ya destacaba con su trabajo cuando por cosas de la vida acabó desarrollando su carrera en Lituania. «Me fui de vacaciones, aterricé y me enamore», reconoce. El artista, que reside en la capital, Vilna, desde hace  años, inauguró el jueves una exposición de su obra en la galería viguesa Dua2.
-¿Es obra nueva lo que presenta?
-Es una exposición con diferentes estilos, de distintas épocas. Mis exposiciones son siempre muy variadas ya que me aburro y no puedo pintar demasiados cuadros parecidos. No me entra en la cabeza cómo se puede dar vueltas y vueltas a una cosa y repetirse, simplemente empiezan a quedarme desastrosos generalmente antes de llegar a diez obras de una misma serie. A pesar de eso, creo que todo lo que hago se basa en las mismas ideas e intento expresar cosas parecidas.


-¿En qué trabaja ahora?
-Estoy trabajando en obras en las que aparecen textos. Parecen carteles publicitarios. Es una serie inacabada. Siempre que empiezo un cuadro nuevo, es una idea de un año de antigüedad como mínimo. No hago action painting (aunque a veces utilizo manchas que son exactamente eso). Yo me identifico con una corriente mas conceptual. Las ideas vienen a borbotones y hay que filtrarlas.
-Las series en las que «mancha» sus lienzos, ¿son una forma de pedir perdón por ser capaz de plasmar la realidad de un modo tan perfecto?
-Plasmar la realidad no es suficiente en absoluto y se abusa de ello igualmente que se abusa de una pintura «a manchas». Creo que pintores tanto de un bando como del otro deberían pedir perdón, no yo. Yo creo una situación en la que conviven sin problemas distintas soluciones, aunque sean contradictorias.


-¿Le afectan los prejuicios que existen en el arte contemporáneo respecto a la figuración?
-Es un prejuicio muy común que veo en las provincias de cualquier país o en gente que no sabe de lo que habla. En Galicia no nos salvamos, claro. La mayor parte del arte contemporáneo que veo en ferias internacionales o la mayoría de los artistas mas influyentes son figurativos. El cuadro mas caro de artista vivo es de Lucien Freud. La obra del quizás artista más famoso del mundo, Damien Hirst, es figurativa. Otra cosa es que estas figuraciones no sean del agrado común. El valor real del arte no puede ser apreciado por alguien con prejuicios. «Encallar» delante de un cuadro por culpa de nuestros prejuicios sobre «abstracto o figurativo» es lamentable y falto de cultura.


-Participó recientemente en la feria SH Contemporary Shangai. ¿Es un paso importante para la internacionalización de su trabajo?
-Es fundamental y lo que siempre quise. Hay que ser muy exigente con uno mismo y en ese sentido aun tengo mucho que decir. Participo con la galería C5 en más proyectos internacionales.
-Mucha gente le ha visto aquí en el programa «Españoles en el mundo». ¿Cómo surgió su participación?
-Nos eligieron entre los cuatro gatos españoles que había perdidos por este país. La tele es algo simpático y superficial. Mi hijo Lucas es el primer niño anotado en el libro del censo de la embajada de España en Lituania. Me estoy saliendo del tema...


-El 99 por ciento de los españoles que salen en ese programa aseguran que lo que más echan de menos es el jamón. ¿Es su caso o echa más de menos la empanada de chocos?
-Aunque suene raro, echo de menos el buen tiempo que hay en Galicia, ya que en Lituania hace mucho frío. Aquí se come bien, aunque sin marisco. Y lo que más echo en falta son las montañas. En estos países la gente es más reflexiva y abierta para las novedades, aunque van con mucho miedo hacia esas mismas novedades por desconocimiento. Mi suegro comió un plátano por primera vez con 40 años. Simplemente, vieron entrar el mundo entero en sus vidas al caer el régimen soviético.

LA VOZ DE GALICIA

viernes, 26 de octubre de 2012

Antonio Lago Rivera


 

 

 

LAGO RIVERA "ANTONIO LAGO RIVERA" [A Coruña 1916 - París 1990]

Inició sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios Artísticos de A Coruña y los continuó en la Escuela de Bellas Artes de Madrid (1939-1943).  En esta época Lago realizaba paisajes de A Coruña y alrededores, bodegones  con delicadas transparencias e interiores con estudios de la perspectiva y el sentido del espacio. En Madrid aprendió la captación del desnudo y el paisaje. 

 
     En 1944, se decantó por una temática ingenua de tranvías, tiovivos y grupos de niñas y mujeres en donde interesa más la realidad creativa que la aparencial. Abandonó los paisajes, la captación de formas y tierras y optó  por colores chillones más próximos a los fauves. Su paleta se llena de luz y claridad.


     En 1945 obtuvo una Beca de la Diputación de A Coruña y otra del Gobierno Francés para estudiar pintura al fresco en la Ecole de Beaux Arts de París. Este paso fue decisivo para su evolución pictórica. Allí conoció a Guerrero junto al que expuso en varias ocasiones.  Por estos años también se vinculó a la Galería Buchholz de Madrid, local que apoyó a la "nueva escuela madrileña". La galería Buchholz era un local que en aquel momento apostaba por valores jovenes como Planes, Guerrero, Palazuelo o el propio Lago y que, desgraciadamente, el dueño se vió obligado a abandonar a mediados de el año 1951 debido a la poca acogida de las nuevas propuestas en España. 


     En esta época la pintura de Lago Rivera se oponía a la pintura oficial con una figuración de tono idealista y poético de temas sencillos y sobrios, y colores y formas suaves.  Crea una naturaleza irreal para así poder poetizarla, y retrata a la mujer con estatismo y colores puros, muy bellos y novedosos. 
     En 1947 regresó a Madrid y trabajó en el Liceo Francés como profesor de Dibujo. Este mismo año Lago y Guerrero exponen en la Galería Altarriba de París. A esta muestra llevó cuadros de paisajes y temas de protagonismo humano vistos con sencilla emoción, en proclama de la inocencia de las cosas. Es la época de los amarillos limón  contrastados con verdes y azules.
     En los años 50, pintó los murales de la Fería del Campo de Madrid en los que se despoja de toda alusión figurativa y opta por un abstracción geométrica de colores muy fuertes. El cuadro se reduce a planos y líneas en composiciones severas y monocromas donde el único contraste procede de la gradación del color. En estos años expone en la Bienal de São Paolo y la Trienal de Carnegie. 
     A mediados de esta decada empezó a interesarse por el informalismo lírico y el valor expresivo de la mancha. Su pintura se situó muy cerca del tachismo francés. En 1955 presentó en la Galería Arnaud de París  unas obras con ritmos de manchas y trazos negros o sin rayas sobre fondos azules o blanco, en los que había una geometría pura de manchas de color rojo, azul y amarillo. En 1956 pasó al informalismo. Utilizaba la espátula, y principalmente tonos de grises, en gruesas capas de manchas superpuestas.  Posteriormente las manchas aparecerían como flotando en el espacio, fingiendo una sensación de dinamismo.
     En los años 60, regresó a la figuración con temática de marinas, bodegones y parejas que abordará durante el resto de su trayectoria. Volvió, en  definitiva, al lirismo figurativo.
     
 En 1963, obtuvo la beca Juan March y expuso con más frecuencia por España. En esta época su obra se desarrolla en tonalidades rosas y azules. Este mismo año se estableció en Altea (Alicante), por prescripción facultiva.  
     A partir de los años 70, su obra se caracteriza por una gran delicadeza y una paleta muy suave de tonos fríos(grises y azules). La temática habitual es tratada con intimismo y sensibilidad.
     En los años 80 comienza su llamada Etapa Crítica: los perfiles se recortan y agudizan , las expresiones humanas se vuelven torvas.  Reincorpora a la paleta los tonos cálidos sin abandonar las tonalidades frías, ni el blanco Titán. En los cuadros de este periodo muestra una burguesía conservadora de doble moral y el deshumanizado vivir de las masas humanas con un tono irónico y trágico-cómico.
    Murió en 1990.

    Su obra figura, entre otras, en la Colección del Centro de Arte Reina Sofía, Madrid y en la Colección Caixa Galicia (A Coruña).
 

Ref- fundación novacaixagalicia