Ángel Huete Vales nace en Orense en 1944. Comenzó a vivir el ambiente artístico desde la infancia, ya que su padre, un conocido periodista, era muy amigo de destacados plásticos ourensanos. El futuro pintor se relaciona desde muy joven con Jaime Quesada, José Luis de Dios, Acisclo Manzano, Virxilio, conterráneos y algo mayores que él.
En la década de los sesenta, tras residir algún tiempo en Vigo, se traslada a Barcelona, para asistir a los cursos de la Escuela Massana y seguir después la carrera de Bellas Artes en la Escuela de San Jorge. El camino definitivo lo hallará en la Escuela Superior de Bellas Artes (H. F. B. K.) de Berlín, donde entra en contacto con las vanguardias que orientan la obra del joven gallego hacia una abstracción sinóptica, de base geométrica, después de etapas iniciales en las que cultivó el pop-art y un expresionismo emparentable con las corrientes que universalizó Bacon.
Expone individualmente en 1966, en Vigo, y desde entonces sus muestras se han sucedido en ciudades de Galicia y de España, en Berlín, Río de Janeiro, Suiza. Más interesa aún es su participación en colectivas de importancia, desde 1970 en Berlín, pasando por numerosas ciudades de España, por Francia, Argentina, etc.
Figuró en las de «Atlántica» desde la inicial, ya que fue miembro fundador del grupo surgido en Baiona. Interesado por la investigación en la plástica, realiza los cursos de Doctorado en la Facultad de Bellas Artes en la Universidad de Salamanca y se doctora en Bellas Artes por la Universidad de Vigo. De esta última es profesor. Ha viajado por numerosos países y tiene obra no sólo en colecciones públicas y privadas, como museos de Galicia y centros institucionales, sino que también la tiene integrada en arquitectura. Tal el mural del centro de E. G. B. en Armenteira, la escultura al aire libre del polígono de La Grela, en La Coruña, y los murales en la alameda de Chapela, en Vigo, y el de la autovía Vigo-Pontevedra, en el llamado nudo de Isaac Peral. Ha ilustrado numerosos libros y publicaciones a partir de 1982 para escritores y editoriales de Galicia. Figura en los museos de Vigo, Pontevedra, A Coruña, León, Arte Contemporánea de Compostela, de grabado de Buenos Aires y de la Resistencia Salvador Allende.
La pintura representativa de Huete es por completo abstracta, con vagas y hasta nulas referencias formales, casi siempre de intención geométrica. Su paleta es muy sobria, de entonaciones ocres dominantes, aunque también están azules y amarillos. Llega a una total simplificación, sugiriendo el grafismo del diseño, especialidad que ha cultivado. Materia levísima, muy tendida sobre el soporte, con frecuencia papel, consigue texturas caprichosas, como de brochazo elemental. La mancha es amplia, despereocupada en apariencia y no obstante, muy meditada. Suele realizar series acerca de una misma concepción, con ligeras variantes de estructura y cromatismo. No hay en esta obra ninguna concesión a lo «bonito». Por el contrario, la meta del artista es una pintura «pobre», que precisa de la total atención del espectador para adentrarse en su complejo mundo sugerido.
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