Nació en Forcarei en 1896, en 1912 emigró a Cuba y desde 1914 residió en La Habana, donde compaginaba el trabajo con los estudios de pintura en la Academia y en el Centro Gallego, en el que conoció a Laxeiro. En 1923 expone veinticinco cuadros de temática social en una sala del Centro Gallego, que ese mismo año le concede una pensión de tres años para estudiar en la Academia de San Fernando de Madrid, donde ingresa en 1924.
Desde que se instala en Madrid entra en contacto con otros artistas gallegos y participa en la Exposición de Arte gallego del Ateneo de Vigo de 1924 y en la de Santiago de Compostela, de 1926. Este año figuró en la Exposición Nacional con la obra De verbena, vinculada a planteamientos noventayochistas de los que pronto se desvincula, como se hace patente en los óleos La familia y Mi prima, de 1927, año en el que formó parte del Salón de Otoño de Madrid; finaliza los estudios de Bellas Artes y el Centro Gallego de La Habana le concede una nueva ayuda para viajar a París.
Allí su estilo se decanta por los colores fuertes de inspiración fauvista y los gruesos empastes de capas superpuestas, como en Jardín de Luxemburgo, que junto a Tipo aldeano envió a la muestra de arte gallego del Heraldo de Madrid, en 1928, y a la exposición de arte gallego de los centros gallegos de Buenos Aires y Montevideo en 1929. Este año regresa de París y expone paisajes madrileños y parisinos en las salas viguesas de Las Colonias y del Ateneo. Virxilio Blanco alterna sus estancias entre las ciudades de Vigo y Pontevedra, en las que participa en las tertulias del Derby y el Savoy, y visita con frecuencia Santiago.
En estas ciudades mantiene una estrecha relación con los artistas del movimiento renovador del arte gallego y con dos de ellos, Colmeiro y Souto, expone en la sala de las Oficinas de Turismo de Pontevedra en 1930. Al año siguiente disfruta una pensión para estudios de pintura de la Diputación de Pontevedra y funda, en Forcarei, la revista literaria Alborear de la que fue director artístico. En 1932 volvió a exponer en Vigo y recibió una nueva pensión de la Diputación de Pontevedra con la que se trasladó a Madrid, donde su estilo se perfecciona siguiendo los dictámenes de la vanguardia figurativa. Regresa a Galicia en 1934 y expone en el Ateneo de Vigo, ciudad en la que se siente atraído por los rincones de la zona de Bouzas, donde pasa una larga temporada pintando y en cuya Sociedad Liceo expuso en 1935.
Ese año también expone en la coruñesa Asociación de Artistas y participa en el Primer Salón de Primavera de Pontevedra con óleos, dibujos y aguafuertes.
Real Academia de la Historia
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