A Coruña, 1949 – Madrid, 1992
Abandonó sus estudios de Derecho para dedicarse a la pintura. Con influencias de los ideales del expresionismo abstracto, desde principios de los setenta mantuvo una propuesta figurativa inconfundible que resultó de la integración de una construcción espacial compleja y ambigua, una recreación distorsionante de las figuras y de los objetos y una inundación cromática.
Como preparación de sus óleos y como técnica de obras independientes de enorme frescura realizó innumerables dibujos partiendo de las premisas del automatismo; de su contacto con el psicoanálisis deriva también la recurrencia en sus obras de referencias personales de oscuro significado. Sus trabajos son de una frialdad enigmática que superpone a un proceso paralelo de dibujos y escritura donde se manifiesta más claramente su característico sentido de la ironía.
Recibió el Premio Nacional de las Artes Plásticas póstumamente, en 1992. El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y el Centro Galego de Arte Contemporánea organizaron exposiciones antológicas de sus obras en 1998. Además de pintar, publicó algunas obras sobre teoría pictórica, como Aprender a nadar (1980).
Colección
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