jueves, 29 de julio de 2021

THOMAS LEROOY

 



Nacido en Roeselare Bélgica, en 1981. Actualmente vive y trabaja en Bruselas y Berlín. 



Es raro encontrar un artista que se sienta tan cómodo con la pintura como con la escultura. Thomas Lerooy es uno de esos artistas cuyas obras despiertan emociones, principalmente porque son una mezcla  de realismo y   surrealismo, con una pizca de escultura clásica. 

El estilo muy personal de Lerooy  transmite su significado a través de unos temas que se identifican con nosotros, con nuestras vidas, hermosas, grotescas, lúgubres, con nuestras virtudes  y defectos. Sus piezas nos  hacen pensar y cuestionarnos.

Su  inspiración parte de las  las obras de los surrealistas y también de Bosch, Durero, Ensor, Goya y Meunier. Mostró por primera vez  sus pinturas junto con sus esculturas en una exposición titulada "Detrás del telón" en los Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica.


sábado, 24 de julio de 2021

Óscar Domínguez: morir en París




 En 1957, el año de su muerte, afloró en él con gran fuerza la nostalgia del país natal. Pero no se engañaba. Sabía que el cielo de su infancia era irrecuperable. Canarias era una quimera que sólo existía en su memoria: la isla que conoció era otra; la sociedad seguía reprimida por las leyes de un régimen dictatorial y él ya no era aquel muchacho ingenuo que jugaba a los piratas en la playa de Guayonge.




                              homenaje al Greco

Había tomado conciencia de las limitaciones que a la par le imponían su inevitable carácter y el paso implacable de los años. La acromegalia había deformado su cuerpo y su rostro. No soportaba mirarse al espejo. Se advierte ya en el tono de sus cartas una sensación de monotonía y aburrimiento. No le encontraba sentido a la vida.

                                           cementerio de elefantes

“Al parecer nos matamos como soñamos”. Así rezaba la introducción de una encuesta publicada en el primer número de ‘La Révolution Surréaliste’. En la pregunta que planteaban (“¿Es el suicidio una solución?”), había un componente innegable de escándalo. Óscar Domínguez soñó su muerte, como Lautréamont y César Vallejo. La muerte fue su criatura desde que se autorretrató en 1933 con la muñeca seccionada por la cuchilla, a la vez que con su otra mano hacía un gesto obsceno desafiando a la muerte. 

                         autorretrato con la muñeca cortada
De este modo, la imagen espantosa de sus primeros sueños se hizo realidad. La relación entre Domínguez y Lautréamont no es casual. El artista canario ilustró una edición de ‘Los Cantos de Maldoror’, obra cumbre del poeta de Montevideo, rindiéndole un homenaje al poeta en su cuadro ‘La máquina de coser electro-sexual’.

                                      La máquina de coser electro-sexual

En el poema que le dedicó Pablo Neruda a Lautréamont hay una referencia a la noche de París que puede aplicarse perfectamente a Óscar Domínguez: “La noche le robaba hora por hora el rostro/ La noche de París ya había devorado/ todos los regimientos, las dinastías, los héroes,/ los niños y los viejos, las prostitutas, los ricos y los pobres”.

                                                El soplo

De su destino pefijado puede predicarse lo mismo que del de Isidoro Ducasse, conde de Lautréamont, en cuya poesía vio Neruda la semilla del gnosticismo: “Fabricó lobos para defender la luz,/ acumuló agonía para salvar la vida,/ fue más allá del mal para llegar al bien”.

                                   el gato y el canario

Como en una tragedia clásica los acontecimientos que presagiaban su muerte se precipitaron. Fue internado en un sanatorio psiquiátrico en tres ocasiones. La primera vez fue conducido por Maud y la vizcondesa. A los pocos días se escapó de la clínica privada en la que fue recluido. Se dedicaba a llamar a sus amigos desde distintos sitios, diciéndoles que no le encontrarían nunca. La adicción al alcohol y a las drogas acentúa, como se sabe, la manía persecutoria, que es una de las manifestaciones de la paranoia. 

                                                    Composición cósmica

No tenemos noticias de las circunstancias que rodearon al segundo internamiento que sufrió; pero debieron de ser similares a las anteriores. Le aplicaron la terapia convulsiva de los electrochoques. La tercera y última vez el sufrimiento debió de resultarle insoportable. Conducido por el chófer de la vizcondesa, fue internado en el Sanatorio Psiquiátrico de Sainte-Anne (donde en 1945 había participado en la realización de un mural colectivo). Antes de ser ingresado, estaba en un estado de excitación verdaderamente peligroso. 

                                        toro moribundo

La policía le perseguía porque había disparado su revólver en la calle, seguramente por causa de la manía persecutoria que le aquejaba. Al entrar, le pusieron la camisa de fuerza y le trataron duramente. Domínguez salió traumatizado de este sanatorio.

                                    Cueva de guanches

Las crisis depresivas, asociadas a los problemas que tenía con el alcohol, se sucedían cada vez con mayor intensidad. En alguna de las cartas que le escribe a Maud se trasluce la profunda melancolía de quien no está de acuerdo consigmo mismo ni con la vida que lleva: “(...) La casa está vacía. Ni siquiera los dos que se cruzan han hecho su aparición. Llueve. Hace frío. París está vacío”.

                                         la habitación negra

Maud Bonneaud, su exmujer, estaba casada ahora con Eduardo Westerdahl, pero seguía siendo su mejor amiga y confidente. En una carta le describe la horrible explosión de una bomba atómica. La sensación de angustia se había apoderado de mucha gente en los momentos más dramáticos de la Guerra Fría: “Parece que muchas personas sueñan hoy con la bomba atómica. Ciertamente esta invención ha producido una fuerte impresión en el subconsciente de todos”.

                                       Retrato de Ruth

El conflicto estaba dentro de él, y sólo Maud podía consolarlo. Antes de su suicidio había pasado cuatro días en coma alcohólico. En esta situación se encontraba cuando fue invitado al Reveillon de Noche Vieja en casa de su amiga Ninette, hija de su antigua amante Nadine Effront, que había reunido a un grupo de artistas y críticos, viejos amigos todos de la época surrealista: Patrick Waldberg, Max Ernst, Man Ray y Félix Labisse, entre otros. El día anterior, la vizcondesa le dijo a Toni Gandarillas, diplomático opiómano que había dilapidado una gran fortuna (Tony Gandarillas había protagonizado el papel de baronesa von Bülop en la película autobiografía de Cecil Beaton, ‘My Royal Past’) que avisara a Domínguez para que la recogieran en su palacio e ir los tres juntos a la fiesta de fin de Año que daba Ninette Lyon. 

                                    Decalcomanía con río y puente

Domínguez no se presentó. Al día siguiente por la tarde, Ninette, asustada, mandó a su chófer para que investigara lo sucedido. Éste encontró la puerta cerrada y manchas de sangre en la escalera. Temiéndose lo peor, llamó a la policía. Al entrar lo encontraron tendido en el suelo del cuarto de baño, desnudo y con profundos cortes en las muñecas y en los tobillos. “Murió como un rey guanche, cuya sangre poseía, y derramó esa sangre gloriosamente, como en una corrida propia donde él mismo era el torero y el toro”. Así es como definió su muerte Valentine Penrose en una carta dirigida a su exmujer, Maud (Carta de Valentine Penrose a Maud Westerdahl. Original con escritura en los márgenes, fechada en París, 7 de enero de 1958)

                                           bicicleta amarilla

El médico, Dr. Degéne, certificó que no murió desangrado sino por causa de un golpe recibido en la nuca al resbalar probablemente en su propia sangre. La autopsia determinó que había tomado barbitúricos. Al parecer, antes de morir paseó insistentemente por el atelier. Las colillas que había a la puerta del estudio delatan que debió de bajar las escaleras para pedir auxilio en un momento de pánico.

Ninette Lyon le escribió una carta a Maud en la que daba una versión plausible de la causa de su muerte: “No. Óscar no se mató porque no pudiera soportar vivir lejos de sus amigos en un mundo de snobs. 

                                Deux couples o Femmes aux boîtes de sardines

Hacía ya bastante tiempo que se sentía totalmente libre para ir y hacer lo que quisiera; y curiosamente había trabado algunas sólidas amistades en ese otro ambiente. Esa “doble” vida incluso le divertía bastante. Óscar (en mi opinión) ya no podía dejar de beber, sin que tuviera una razón concreta para ello. Su pintura se había hecho fácil, porque bebía, y bebía porque no estaba contento consigo mismo. Era un círculo vicioso, ¡pero le tenía terror al Sainte-Anne!, por más que jurase que no volvería a poner los pies allí. Debió de tomar consciencia de repente de lo que le sucedía, y ya no lo pudo soportar. Una vez más iba directo a la clínica, aunque no se tratase de Sainte-Anne. (...) Tenía que venir a casa para el 31, pero como desde hacía cuatro días estaba en coma etílico y salía con otras chicas, no nos preocupamos”. (Carta de Ninette Lyon. (Original de dos folios, incompleto, sin firma ni fecha)

                              Femme au diabolo

Ya no era dueño de su vida. Por eso cuando experimentó el fracaso de su última exposición individual, no lo pudo soportar. Su pintura se había hecho “fácil” y él lo sabía. La admiración ciega que sentía por Picasso le hizo mucho daño. Por otra parte, la vizcondesa le había dado a entender que si vendía algún cuadro era gracias a sus contactos. Esto hería su ego de artista. De las difíciles relaciones que mantenía con su amante hay abundantes testimonios. 

                                  L'épingle de sûreté

El carácter neurótico de su personalidad no impedía que sus amistades la consideraran una mujer fascinante. Estaban algo distanciados. No asistió al entierro. Durante aquellos días buscó refugio en su castillo de Hyéres debatiéndose en uno de sus frecuentes trastornos depresivos. Marie-Laure no era una mujer que se problematizara. El suicidio de Óscar era un asunto desagradable del que era mejor no hablar mucho. James Lord, el biógrafo de Dora Maar y Giacometti, publicó una carta suya donde mencionaba, ‘en passant’, aquel suceso trágico que quería olvidar a toda costa. 

                                          La apisonadora y la rosa

Aprovechó la ocasión para hacer una referencia malévola a la conversión al catolicismo de Dora Maar, su antigua amiga, a la que no podía perdonar que hubiera pagado de su bolsillo la misa católica de Óscar Domínguez en la iglesia de Notre Dâme-de-Champs. Creo que merece la pena citar integramente la misiva de la vizcondesa en su escritura original, mezclando el inglés y el francés: “The drama was too awful to be spoken of before a long time. No commentary is plossible. What is happening to your book and are you satisfied? Je pense seulement à mes amis et à l’avenir, Je n’ai pas la vocation du malheur. Je t’embrasse. Ned wrote a very good letter. Dora very religious”.

                                    Ampliar

                                                          Retrato de Roma

                                                    Una pianista sin manos


El miércoles día 3 de enero de 1958 fue enterrado en el cementerio de Montparnasse, en el panteón de la familia de Marie-Laure, los Bischoffsheim-Paine. Siempre se ha creído que reposa en el panteón de los Noailles, en el Pére Lachaise, pero no es así. El 29 de enero de 1970 falleció Marie-Henriette Anne Bischofsheim, vicomtesse de Noailles, y fue a reposar al mismo panteón donde desde hacía dieciocho años descansaba su amante, el pintor Óscar Domínguez, nacido en Tenerife, como reza la lápida.  

                                      Mariposas perdidas en la montaña

                                         Recuerdos de Tenerife

                                 

El crítico Patrick Waldberg, que asistió al entierro describe la unión mítica entre los artistas y el pueblo, unión por la que tanto había luchado la vanguardia: “Fue acompañado a la tumba del cementerio de Montparnasse, como si fuese el príncipe de un cuento, por todo un pueblo desolado y diverso, donde se juntaban los artistas y sus pares los poetas, los pasteleros, los barman, los chóferes, las prostitutas, y hasta el barredenro de su calle. Hecho sintomático:ninguna traza, en esta asamblea, del menor representante oficial del mundo de los museos”.

Su sepelio fue todo un acontecimiento en la vida del barrio de Montpar¬nasse. El pueblo anónimo que le quería no faltó a la última cita con el caimán.


historia de Canarias

jueves, 22 de julio de 2021

LOUISE JOPLING






LOUISE JOPLING 1843-1933

 Sus padres murieron  cuando ella tenía 17 años. Este mismo año, 1861, conoció y se casó con Francis Romer, un funcionario público. Tuvieron dos hijos en Londres antes de mudarse a París cuando Romer se convirtió en secretario del barón Nathaniel de Rothschild. La baronesa  reconoció el talento de Louise cuando Romer le mostró algunos bocetos a lápiz de su esposa. Ella sugirió que Louise estudiara arte y después de tomar clases en la escuela técnica estatal en París, Louise comenzó en el estudio del artista y grabador anglo-francés Charles Joshua Chaplin. Solo aceptaba alumnas (la impresionista Mary Cassatt también fue una de sus alumnas) y aquí Louise pudo estudiar anatomía a partir de modelos desnudos.Esto era imposible para una mujer en ese momento en la Inglaterra victoriana. Al regresar a París en una fecha posterior, también estudió con el artista Alfred Stevens A pesar de que su marido fue despedido, por jugador,   Louise Jopling mantuvo una buena relación con la familia pintando varios retratos de los Rothschild. 

Una artista versátil que se concentró principalmente en los retratos para ganar dinero, a menudo practicando autorretratos, ya que así  no tenía que pagar a una modelo.  Se enfrentó al rechazo constante como  artista mujer, teniendo que luchar para triunfar en un mundo tan masculino. Luego, cuando comenzó a tener éxito, después de exponer en el Salón de París, Frank Romer la abandonó a ella y a los niños y amenazó con apoderarse de sus pinturas e ingresos cuando solicitó el divorcio. Louise tenía una nueva niña, Hilda, y todavía estaba tratando de recuperarse de la muerte de su hijo, Geoffrey, así que este debió ser un momento muy difícil para ella.

Cuando  Frank  murió  en Nueva York dejó a Louise libre para volver a casarse.

El hijo de Louise, Percy, tenía 12 años cuando su madre se casó con Jopling en 1874. Joseph Jopling era un pintor de acuarela de cierto renombre. Había expuesto en la Royal Academy desde una edad temprana y había sido asociado del New Institute of Painters in Watercolors desde 1859. 

Entre los amigos cercanos de Jopling se encontraban varios artistas destacados de la época, como John Everett Millais y James MacNeill Whistler. Louise Jopling estaba ahora en el corazón de la comunidad artística de Londres. El éxito siguió a su matrimonio. .

Durante su matrimonio con Joe Jopling, Louise tuvo tanto éxito que en 1879 la familia pudo mudarse a una casa más grande en la elegante Chelsea. Pintó retratos de sociedad  y también de sus amigos.  

Una nueva tragedia golpeó de nuevo a Louise en 1881 cuando su hijo mayor, Percy, murió de tuberculosis, y a continuación Jopling en 1884 en su casa en Beaufort Street. Después de la muerte de Joe Jopling, dejó su estudio a la escultora María Zambaco

En 1887 Louise se casó con el abogado George William Rowe, un amigo de la familia que era 11 años menor que ella. Rowe era viudo y tenía un hijo pequeño. El matrimonio trajo seguridad financiera y un nuevo hogar en Pembroke Gardens en Kensington. Ella estableció su escuela de arte para mujeres en su estudio allí.

 Su hijastro, George, que era comandante de la Armada británica, sobrevivió a la Primera Guerra Mundial pero murió dos años después en un accidente de motocicleta

A lo largo de su larga vida, Louise Jopling alentó y apoyó a otras mujeres artistas. Escribió libros sobre pintura para facilitar que las mujeres aprendieran por sí mismas y fundó su propia escuela de arte para mujeres en 1887. Con frecuencia preparada para asumir el arte establecido, defendió el derecho de las estudiantes de arte a trabajar directamente a partir de modelos en vivo.

Louise Jopling fue una activista comprometida a favor del voto de las mujeres. También publicó poesía 

Leonor Fini




 Nació en 1908 en Buenos Aires (Argentina) hija de la italiana Malvina Braun Dubich y del fanático religioso argentino Herminio Fini, su infancia transcurrió en un ambiente difícil ya que tras el divorcio de sus padres, su familia materna impidió el contacto con su padre, éste amenazó con raptarla, por lo que la madre la llevó a Trieste (Italia) y durante seis años la vistió con ropas de niño para camuflar su identidad.

En los primeros años de su adolescencia sufrió una enfermedad ocular que la obligó a usar vendas en ambos ojos, el paso de los días en la oscuridad y su desbordante imaginación le ayudó a desarrollar una rica vida interior con imágenes fantásticas, tras su recuperación decidió convertirse en artista. De formación autodidacta, al igual que Leonardo da Vinci, obtuvo los conocimientos de anatomía dibujando los cuerpos depositados en las morgues de Trieste. 

Aprendió la historia del arte en la biblioteca de su tío en la que descubrió a los grandes maestros, los movimientos y los estilos artísticos, esta autoformación se completó con  su gran interés en visitar museos. Todos esos conocimientos conectaron rápidamente con su rico mundo interior de fantasías oníricas y descubrió el camino al simbolismo y al surrealismo, que en esos momentos era muy difundido. En su breve paso por Milán participó en su primera exposición colectiva en 1929.

A los dieciochos años se instaló en París, donde pasó la mayor parte de su vida. Pronto entró en contacto con el círculo de artistas surrealistas, del cual nunca llegó a formar parte en el sentido literal de concepto círculo. 

Su resistencia, según ella misma comentó, se debió a que lo consideraba regido por la típica mentalidad burguesa, también catalogó al ideólogo del grupo André Bretón, como un irremediable misógino; pese a ello participó en exposiciones colectivas y en 1935 realizó su primera exposición individual en la galería de Christian Dior cuando aún no había abandonado el arte por la alta costura.

 En 1936 el galerista Julien Lévy encargado de llevar el movimiento surrealista europeo a América, se convirtió en su marchante y la presentó por primera vez en una exposición conjunta en su galería de Madison Avenue con Max Ernst  y la incluyó en la exposición «Dada y Surrealismo»  organizada por el MoMA compartiendo espacios con los más importantes de la época como Georgio de Chirico, Salvador Dalí, Max Ernst e Yves Tangui. 
Ese mismo año, dos de sus cuadros formaron parte de la exposición internacional de Londres y escandalizaron al crítico del  periódico Daily Mail, que los describió como “un par de bofetadas en la cara de la decencia, algo que no puede permitirse”.

Famosa también por su personalidad independiente, inteligencia y belleza, muchos de los fotógrafos más famosos quisieron retratarla, de ahí la gran colección de imágenes que se conservan, Henri Cartier Bresson le tomó una foto desnuda en el agua de una piscina también fascinó en el mundo de la moda y Coco Chanel y Elsa Schiaparelli le diseñaron ropa especialmente.

En el plano artístico destacó por ser la primera mujer en pintar un desnudo masculino, al que siguió una serie de cuadros dominados por la belleza andrógina. Leonor Fini no era una artista convencional, ni se dedicó a una única disciplina, como diseñadora de vestuario y escenógrafa trabajó en obras de teatro como “Las criadas”, de Jean Genet, óperas como “Tannhaüser” de Richard Wagner y directora de arte en películas como “Paseo por el amor y la muerte” de John Huston, entre otros muchos proyectos. En 1969 fue galardonada con el Premio de la Crítica al Mejor Vestuario de Teatro por sus eróticos trajes transparentes en los que se exageraba el atributo masculino para “El concilio del amor” de Oskar Panizza. También produjo obra literaria con varias novelas e ilustró otras de Edgar Allan Poe, Jean Cocteau y el Marqués de Sade.

Escandalizó con su obra y llevó una vida convencional que también generó gran controversia.

“Toda la pintura es erótica. Ese erotismo no tiene necesariamente que estar en el tema. Puede estar en la forma con que se pinta un ropaje, en el diseño de una mano, en un pliegue”

Durante 40 años mantuvo una doble y consentida relación con el poeta polaco y autor de varios ensayos sobre su obra Constanine Jelenski y  con el diplomático y pintor Stanislao Lepri que la siguió hasta su muerte en 1987.

 “Nunca he vivido con una sola persona. Desde los 18 años he preferido estar en una especie de comunidad, una casa grande con un taller, gatos y amigos, y con un hombre que tienda más a ser un amante y con otro que tienda más a ser un amigo. Siempre ha funcionado”.

Pintora extravagante y exquisita a la vez, reina de la bohemia, vivió rodeada de una treintena de gatos por lo que no es extraño que los gatos fueran uno de los temas más recurrentes en sus cuadros, así como las máscaras, los esqueletos, los cráneo, los elementos que se relacionan con la muerte y de una manera muy especial obsesión por la representación de esfinges, un personaje mitológico con el que se identificaba profundamente. Las imágenes de la artista en su madurez, su imaginería  y su obra respiran siempre un misterio inquietante.


Leonor fue un verdadero referente del erotismo en el arte. entró de lleno en temas que hasta esos momentos fueron tabú para las mujeres como el sexo, el sadismo, bisexualismo, el lesbianismo, su intimidad, represento a mujeres maltratadas por la sociedad, rebeldes, brujas o putas, pero siembre con la elegancia y la sensibilidad que hacen de su pintura su reconocible estilo personal.

Su inquietante mirada se apagó en París en 1996 y su producción ha sido expuesta en Europa y Estados Unidos, y forma parte de exposiciones permanentes de numerosos museos internacionales.


Referencias