EL Romanticismo

William Turner


GOYA


John Constable


William Blake

El Romanticismo surgió como una reacción a preceptos artísticos tales como el orden, el balance, la armonía, la idealización y el racionalismo típicos de clasicismo y en particular del neo-clasicismo de finales del siglo 18. Entre las características más sobresalientes del Romanticismo se encontraban una predilección por lo exótico, lo remoto, lo oculto y lo misterioso así como una mayor apreciación por la belleza natural. Exaltar las emociones sobre el pensamiento racional; una continua preocupación por la lucha interna de la figura del héroe y una nueva imagen del artista como creador individual también eran características propias del romanticismo.
Artistas: William Blake, John Constable, Eugene Delacroix, Francisco Goya, William Turner



Jacques_Louis_David_

Europa estaba sacudida por la revolución napoleónica. Todas las manifestaciones artísticas se encontraban bajo esta presión bélica. La sociedad se sumerge en profundos cambios, y los artistas no son ajenos a ellos: su sensibilidad prende pronto en los nuevos valores relacionados con la patria, con la valentía, con los ideales y deseos de libertad.

El Romanticismo aparece con una potente carga de espiritualidad, pasión exaltada y cierta melancolía. Los artistas desarrollan los argumentos de sus obras y escenas en lugares hasta entonces inusitados. Los escenarios se trasladan a los cementerios, bajo la luna, con despedidas desgarradoras, desengaños, suicidios, catástrofes, tempestades, amores y muerte.

El Romanticismo aportara a la pintura un vistoso cromatismo con recursos orientales, países exóticos y paradójicamente los temas nacionales, locales y populares son abordados con profusión.


Leonardo Alenza

Este movimiento recaló en la literatura, abordado por escritores europeos de primerísima fila, como Chateaubriand, Victor Hugo, Shakespeare, Byron y W, Scott. El Romanticismo se convirtió en un movimiento artístico muy ideológico y de exaltada fantasía que revalorizó las leyendas clásicas, los temas mitológicos y las escenas amorosas.

El Romanticismo abarca un período de tiempo muy complejo, y, por tanto, presenta características muy diferentes, según el país en el que se desarrolle. En España coincide con la entrada de las tropas francesas de Napoleón en territorio peninsular, la guerra de la independencia, que es un marco más que apropiado para que se extienda el germen del romanticismo. En España, se dan todos los elementos necesarios para convertirse en el país romántico por excelencia.


Teodoro Rousseau

Los románticos centran su mirada en el paisaje, que había sido desterrado por el Neoclasicismo. Una buena prueba es que en Barvizón se reunía un grupo de pintores para copiar románticamente la Naturaleza. Entre ellos destaca, Teodoro Rousseau (1812- 1867).


Eugene Delacroix

En Francia, Camile Carot es reconocido como un gran paisajista, sereno y lírico, de sentimientos delicados y excelente técnica, precursor del impresionismo por sus paisajes plateados. Sin embargo, es Eugene Delacroix, el más destacado militante de la escuela romántica. En sus obras figuran temas naturalistas, en las que se desvelan las debilidades humanas, frente a las fuerzas de las potencias superiores. Su mayor aportación al arte, su gran colorido y sus contrastes violentos y luminosos.

En Inglaterra fueron los paisajistas, los que señalaron la nueva dirección de la pintura. Sus representantes son John Constable, que remarca los aspectos más espectaculares de la Naturaleza, y William Turner, estudioso de la luz, precursor del impresionismo y del puntillismo.


Jenaro López de Villamil

En cuanto a España, el romanticismo alcanzó la cima en la década de 1830-1840, precisamente cuando retornan los liberales a casa, empapados del nuevo estilo, tras la muerte de Fernando VII. Aquí, el romanticismo, daría paso al movimiento costumbrista, en las plumas de Mesonero Romanos y Estébanez Calderón. En la poesía, Espronceda y su canción del Pirata, auténtico ideario de las ansias de libertad romántica. En el teatro, el Duque de Rivas, Gutiérrez de Hartzenbush y José Zorrilla. El periodismo se enriqueció con la figura de Mariano José de Larra, cuyo final no pudo ir más a juego con la época: acabó con su vida con un tiro de pistola


Antonio María Esquivel,

El romanticismo se hizo sentir también en los movimientos nacionalistas hispanos, como el catalán y el gallego, donde se produjo un florecimiento de las Artes y las Letras.

Autoretrato del artista Antoine Wiertz con 18 añosNo puede obviarse que, en España se pasó del realismo y costumbrismo al naturalismo, donde se alinearon escritores de la talla de Leopoldo Alas "Clarín", Emilia Pardo Bazán y Blasco Ibáñez.


Eugenio Lucas

No puede decirse lo mismo, en lo que respecta a la pintura. En España no hay artistas destacados en esta época, a pesar de que es el país más rico y variado en paisajes, con mayores connotaciones románticas, en el que se dan exaltaciones espirituales y patrióticas. Entre los sobresalientes, se encuentran: Antonio María Esquivel, Leonardo Alenza, Joaquín Espalter, Mariano Fortuny y la familia Madrazo.


Mariano Fortuny

Todos ellos cultivan los géneros en boga, como el Retrato, en el que destacó Federico de Madrazo (1815 - 1894 ), que fue considerado como uno de los mejores retratistas de Europa; posee una penetrante mirada que le permite presentar un estudio psicológico de sus modelos. Otro pintor destacado, Antonio Esquivel (1806 - 1857) que fue otro importante retratista, cuyas obras presenta bajo un marcado carácter academicista.


Eduardo Rosales

En el paisaje, género preferido por los románticos, puesto que la Naturaleza les proporciona un cúmulo de nuevas sensaciones, sobresale Jenaro López de Villamil, (1807 - 1854) que consigue en sus cuadros, de pincelada nerviosa, una atmósfera delicada.

En la Pintura Costumbrista, están Eugenio Lucas (1858 - 1918) y Leonardo Alenza (1807 - 1845). Tienen al genial Goya como referente. Reproducen el ambiente popular de bandoleros, toros, aquelarres...

Y finalmente, no podemos obviar la pintura histórica, por su gran desarrollo en el Romanticismo. Las obras suelen ser de grandes proporciones. En este apartado, destacaron, Casado del Alisal, Mariano Fortuny, Antonio Gispert y Eduardo Rosales.