viernes, 13 de noviembre de 2015

Carmen Jiménez Serrano


Carmen Jiménez Serrano (La Zubia, Granada, España, 1920). Escultora Española. Nació el 21 de septiembre de 1920 en La Zubia, Granada, y fue la mayor de cuatro hermanos, Conchita, Victoria y Miguel. Sus padres, Miguel Jiménez Quesada y su madre, Concepción Serrano Melgarejo, eran comerciantes.
En 1923, con 3 años de edad se trasladó a vivir con sus padres a Sevilla, ya que gestionaba tres puesto en la plaza de abastos de la Encarnación. Un año vivió en la misma plaza de la encarnación y dos años más en Coria del Rio.

Con 6 años, en 1926 se trasladó a vivir al barrio del Albaizín de Granada, entrando a estudiar en el colegio Padre Manjón en donde aprendió a leer y escribir y cultura general, demostrando ya que poseía grandes cualidades, debido a que los 8 cursos los hizo en tres años.

Cuando tenía once años se quedó huérfana, quedando bajo la tutela de sus tíos Fernando Borja y Carmen Serrano, a los que ayuda en las tareas domestica, y que la meten interna en el Colegio de huérfanos, General Riquelme de Granada. Como era una alumna con muchos conocimientos que había adquirido en el anterior colegio, las monjas le enseñaron a bordar y a dibujar.





A los 18 años, en 1938, cayó en una gran depresión motivada por la soledad y el aislamiento que le afectó a su salud, aconsejando el medico a la Dirección su salida del internado. Fue a vivir nuevamente con sus tíos, y comenzó a salir por primera vez, conociendo a Granada y su gente, con lo que inmediatamente se recuperó.

En 1939 se matricula en la escuela de Arte y Oficio, en Artesanía Granadina para aprender el bordado en lana ya que no lo conocía, pero cuando la profesora, Trinidad Morcillo, comprobó como dominaba la técnica del bordado le indicó que con lana se hacía igual y le dijo que allí ella no tenia nada que aprender y le aconsejó que asistiera a clases de Dibujo y Pintura como alumna libre.




Su primer contacto con el Arte lo tuvo en la asignatura de dibujo con el profesor Joaquín Capulino y en Pintura con Gabriel Morcillo. En estas clases coincidió con Miguel Pérez Aguilera, Amalio García del Moral, José Guerrero, Nicolás Prado López, etc y todos se preparaban los ejercicios para el ingreso en la Escuela Superior de Bellas Artes de Madrid y al poco tiempo, Carmen Jiménez también estaba haciendo dichos ejercicios de preparación. Como las clases de Arte y oficio eran por la tarde, por la mañana comenzó a trabajar en el taller de Navas Parejo, dedicándose a policromar imágenes. Aquí conoce, entre otros a los escultores Antonio Cano Correa y Manuel del Moral, que acababan de llegar de obtener el título de profesor de dibujo obtenido en la Escuela Superior de BB AA de Madrid, si bien tuvieron que finalizar en la de Valencia porque la escuela de Madrid estaba cerrada después de la guerra debido a que había caído una bomba.

Todas estas actividades las simultaneaba con la realización de las faenas domesticas en casa de sus tíos así como con el cuidado de la madre de su tío.



En 1940 realiza sus tres primeros cuadros para participar en el concurso de Becas convocado por el Ayuntamiento de Granada. Los tres cuadros fueron, La Abuela, que era un retrato de la madre de su tío a la que cuidaba, el segundo fue una composición de su hermana Conchita rezando y el tercero fue el Niño de los pinceles, que era el niño que limpiaba los pinceles en el taller de Navas Parejo. Los tres cuadros fueron admitidos y expuestos, pero fuera de concurso ya que las bases indicaban que tenían que ser de Granada capital y Carmen Jiménez era de la Zubia.



Un señor mayor que visitaba la exposición, llamado Luís Seco de Lucena, escritor y director del periódico “El defensor de Granada” se quedó maravillado con sus cuadros, interesándose por la autora, y desde ese momento se convirtió en el Pigmalión de Carmen Jiménez, ayudándola a todos los niveles en su carrera artística, y con el que acabaría teniendo una gran amistad, así como con toda su familia.

A los pocos días, el Ayuntamiento de la Zubia, su pueblo natal, le concedió una beca especial para que comenzara sus estudios en la escuela superior de BB AA de Madrid.




En mayo de 1940 se traslada a Madrid, en donde estuvo todo el verano, practicando a diario, copias de dibujos de estatuas Griegas y Romanas, en el museo de Reproducciones Artísticas, situado en el Casón del Buen Retiro, para prepararse el examen de ingreso en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando de Madrid.



El 25 de septiembre de 1940, se examinó y aprobó, comenzando los estudios de preparatorio en el curso 1940-41.

Como no disponía de suficientes medios económicos para vivir en Madrid, ya que con la beca no tenia suficiente, se dedicó a dar clases particulares para poder subsistir. En el curso mostró especial interés por la pintura y debido a las clases particulares, no pudo asistir a las clases de Modelado de Cabezas por lo que pensó no presentarse en Junio, y dejarla para septiembre, pero el profesor la animó a presentarse al concurso de fin de curso que otorgaba la Academia de Bellas Artes para los alumnos oficiales.




Aprovechó este concurso para practicar el modelado, y sin haber recibido ninguna clase de modelado, ella sola se enfrentó por primera vez con el barro y comprobó que podía plasmar cualquier volumen sin esfuerzo, realizando una preciosa cabeza romana. No le pudieron dar el premio en el concurso por no haber asistido a clase durante el curso, pero este trabajo le sirvió para aprobar la asignatura.

Entre los miembros del tribunal estaba el afamado escultor, Enrique Pérez Comendador que le aconsejó reiteradamente que se dedicara a la escultura, ya que tenía cualidades, pero ella le indicó que lo que le gustaba era la pintura.




Terminó el curso con muy buenas notas y decidió practicar el modelado, posándole la hija de una vecina de 8 años de edad, de la calle Moratín de Madrid, realizando una figura de la niña sentada, a tamaño natural, en barro cocido y posteriormente vaciándola en escayola. Esta obra la realizó sin haber recibido una sola clase de modelado, y se la donó a los padres de la niña.

En el verano volvió a Granada y se dedicó a la pintura, ya que era lo que le gustaba, realizando varios retratos, bodegones y dibujos a los hijos de Luis Seco de Lucena.



Comenzó segundo de pintura en el curso 1941-42. En las clases de dibujo con Julio Moisés, aprendió la construcción y estabilidad del cuerpo humano y el conocimiento de la anatomía y en pintura con Joaquín Valverde aprendió las valoraciones del color y la composición.

En el último trimestre, se encontró con el catedrático de escultura, Enrique Pérez Comendador, que tanto le insistió en que se pasara a escultura que aceptó. Le puso de ejercicio el David de Verroquio a tamaño natural para enseñarle a construir el armazón y a manejar el barro en grandes masas. Fue su primer contacto verdadero con la escultura y tanto le interesó esta forma de expresión que decidió dedicarse a ella.

Terminó segundo con muy buenas notas y en las vacaciones regresó a Granada, en donde realizó un busto a la nieta de Luis Seco de Lucena, un bajorrelieve y pintó un retrato.




Al final del verano se presentó a una beca de la Diputación de Granada y se la concedieron con lo que pudo comenzar el tercer curso en 1942-43 libre de trabajos particulares para dedicarse todo el tiempo a los estudios.

En este curso se introdujo de lleno en la escultura, conoció la plástica, la técnica, el barro cocido, la piedra, la madera, los vaciados y moldes, etc y en este mismo curso realizó un precioso retrato en terracota de su compañera de estudios Francesa llamada Francoise.

Durante este curso conoció a Zuloaga y a Solana, que eran amigos de su profesor de dibujo, Juan Adsuara. A Solana le llamaba la atención los dibujos de Carmen Jiménez por su concepto escultórico.

Terminó el tercer curso con el premio de fin de curso y el de la Real Academia de BB AA San Fernando. Durante el verano realiza los retratos de Anita y Encarnita Seco.




En 1943-44 realiza el cuarto curso, último de la especialidad de escultura, bajo la enseñanza de modelado y composición, con su maestro Enrique Pérez Comendador, trabajando con grupos escultóricos. Durante este curso realiza una talla en piedra de su hermana Conchita, titulada Retrato en piedra. En este año de 1944 termino los estudios de la especialidad de escultura con el premio del Estado y el premio de la Academia de BB AA de San Fernando.

En el verano de 1944 realizó un busto de Luis Seco de Lucena, ya fallecido. También realiza un busto de terracota de una niña con trenzas llamada Conchitina. Durante esta época su hermana Victoria cae enferma y se dedica a cuidarla hasta que fallece, perdiendo la beca de la Diputación y no pudiendo realizar el último curso de Profesorado.




En 1945 envía para el concurso Nacional de BB AA el busto de terracota llamado Cochitina y el Retrato en Piedra de su hermana, siendo ambas seleccionadas y obteniendo la tercera medalla con la obra Conchitina.

Al tener la tercera medalla, le daba derecho a presentarse a oposición, a pesar de faltarle el quinto curso de Profesorado, por lo se presentó a la plaza de Auxiliar Numeraria de la Escuela Superior de BB AA de Sevilla, obteniéndola en el año 1947.

El 4 de enero de 1947 tomó posesión como Auxiliar Numeraria de Modelado, siendo el catedrático, Mauricio Tinoco, desarrollando una importante labor docente, que simultanea con su trabajo profesional y con su vida familiar.


Fuente - foroxerbar

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