jueves, 13 de noviembre de 2008

GUILLERMO PEREZ VILLALTA
















Tarifa, 12 de mayo de 1948) es un pintor, arquitecto y escultor español, integrante de la nueva figuración madrileña y uno de los pintores más representativos del posmodernismo en España. Algunas fuentes le incluyen en una corriente que llaman neomanierismo.

Comenzó a estudiar Arquitectura, una disciplina que ha seguido influenciando su obra pictórica si bien abandonó los estudios para pintar.

En 1968 se trasladó a Madrid, donde en la década de 1980 se le consideró integrante de la llamada movida madrileña. Ya en los 70 conformó un estilo «manierista» de colorido algo chillón y figuras deformadas en contorsiones que recuerdan a viejos maestros italianos. A mediados de los 80, evolucionó hacia un colorido más cálido y «sucio», con una técnica más suelta que recuerda a Tiziano y Velázquez. Posteriormente se han ido apreciando calidades más dibujísticas, propias del Quattrocento italiano: Piero della Francesca, Mantegna, etc. Es un artista siempre fiel al estudio de la tradición, con tendencia a una ornamentación abigarrada y a una exuberancia que inspira optimismo (o nostalgia por un pasado idealizado).

Frente a los típicos valores propugnados por la modernidad abstraccionista (autenticidad de los materiales y pureza formal), la pintura de Villalta es de naturaleza totalmente narrativa, como se aprecia en sus obras Grupo de personas en un atrio (1976; Museo Reina Sofía de Madrid), Gente a la salida de un concierto rock, La pintura como vellocino de oro (1981-1982), Historia Natural (1987), Sansón y Dalila y Santuario (1996). Su interés por temas mitológicos y religiosos (presentados con una audacia casi irreverente) le distingue de la corriente mayoritaria de la pintura actual; en 1982 diseñó una baraja española donde sustituyó las figuras habituales por dioses y santos desnudos. El Rey de Oros era una fusión de Cristo y Baco.

Defensor de la belleza como disfrute y como «necesaria para vivir», Pérez Villalta no oculta su afán por lo ornamental (en oposición al arte minimalista) y aunque a veces sea provocador y roce el escándalo, sigue métodos de diseño y producción tradicionales: múltiples bocetos, técnica depurada de lenta ejecución... Acusa influencias dispares y se confiesa admirador no sólo de maestros antiguos, sino también de Giorgio de Chirico, Marcel Duchamp y Dalí.

Ha ilustrado varios libros, como Faetón del Conde de Villamediana, La Odisea de Homero y Los viajes de Gulliver de Jonathan Swift. En 2006 se publicó el libro Idea, que reunía bocetos de años anteriores. Además, ha diversificado su producción, creando grabados en aguafuerte y litografía, escenografías para teatro, cerámicas, estatuillas de bronce e incluso un monumento ecuestre (El instante preciso) para el tejado del Ayuntamiento de Granada. Reivindicando su condición de «artífice», más que de simple pintor, Pérez Villalta ha llevado una antológica de su producción no-pictórica (Artífice) en 2006-07, por diversas ciudades de Andalucía. Esta exposición recaló en 2008 en el Museo Colecciones ICO de Madrid.

Está presente en las mejores colecciones: Museo Reina Sofía de Madrid, Museo de Bellas Artes de Bilbao, Fundación Juan March de Palma de Mallorca, Fundación Suñol de Barcelona, Patio Herreriano de Valladolid... En 1985 recibió el Premio Nacional de Artes Plásticas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

GRACIAS POR LOS CUADROS DONADOS PARA LOS ENFERMOS DE CANCER