LINO LAGO

Lino Lago vive desde hace siete años en Lituania





A simple vista podría recordar la serie que Antonio López dedicó a la Gran Vía madrileña. Sin embargo, los expertos no le otorgan a Lino Lago (Redondela, 1973) el calificativo de hiperrealista, aduciendo que sus pinturas van más allá que la mera reproducción, por muy exacta que parezca, de la realidad.


De acuerdo con el propio autor, se puede decir que lo más destacado de su obra es la preocupación y defensa del contenido, «como verdadero motor y esencia de la estética, frente al modo en que la misma obra se ejecuta, entendido ésta como simple propiciador de opiniones o gustos».


La primera exposición de Lino Lago en Vigo tuvo lugar en 1997, en una sala de la antigua CaixaVigo, cuando aún era estudiante de la Universidade Complutense de Madrid. Desde entonces, ha expuesto en diversas ocasiones dentro y fuera de España, siendo artista de la galería Bredgade Kunsthandel de Copenhage. En la propia Casa das Artes, Lino Lago ha expuesto en tres muestras colectivas, en una de ellas, recibió el segundo premio de pintura Arte Xoven Galega, en su edición de 1998. En la actualidad, reside en Lituania.

En su obra, es característico la presencia de elementos, como manchas o tachaduras, que él califica como la parte invisible de la realidad. «La realidad sin una parte abstracta queda simple», sentencia el pintor redondelano para significar que el realismo no es suficiente en una obra de arte.


No obstante, en su obra destaca de una forma rotunda el enorme dominio para registrar las atmósferas, como se puede contemplar en sus cuadros callejeros, o en los retratos de grupo.

No obstante, en los últimos tiempo se ha apoyado con mayor intención en la abstracción para equilibrar la balance entre los visible y lo invisible.

Jorge Lamas - LA VOZ DE GALICIA