lunes, 13 de diciembre de 2010
JORGE CASTILLO
Jorge Castillo Casalderrey, (Pontevedra; 1933), pintor español.
Pasa su infancia en Argentina, donde su padre, negociante y viajero, tuvo que radicarse por razones políticas y donde morirá en plena Guerra Civil Española.
Desde sus primeros años ya dibujaba incansablemente, realizó una serie de ilustraciones inspiradas en los relatos de "Corazón", de Edmundo de Amicis, libro en aquellos años de divulgación considerable.
Fue un irregular estudiante, inicia trabajos manuales y escribe relatos. Un accidente callejero le lleva a trabajar en una industria mecánica, donde aprende dibujo técnico. Comienza a conocer la pintura contemporánea y lee incansablemente.
A partir de 1950 se dedica intermitentemente a la pintura y traba amistad con gallegos notables residentes en Buenos Aires, como Laxeiro, Manuel Colmeiro Guimarás y Luis Seoane.
Permanece en la Argentina hasta 1956, año en que viene a España y cumple el servicio militar en Zaragoza, donde parovecha el tiempo libre para pintar. En 1958 traba amistad con Juana Mordó, entonces a cargo de la Galería Biosca. Se relaciona con artistas españoles de renombre. Extiende inicialmente su nombre a París y fija residencia en Barcelona, donde se casa en 1961 y enviuda dos años más tarde. Se instala en París y conoce a la italiana Marienza Binetti, quien durante años ejercerá una intensa influencia en el artista, y a la que retrata incansablemente. Su obra se abre caminos en toda Europa y en Nueva York en los años finales de la década de los sesenta. Su tríptico de grandes dimensiones titulado "Palomares", sobre el incidente de la bomba atómica perdida por los norteamericanos en aguas del bajo Mediterráneo, alcanza fama mundial.
En 1969 es invitado a residir y trabajar durante un año en Berlín, donde realiza numerosas pinturas, grabados y esculturas. En los años sesenta la fama de Castillo se consolida, y sus exposiciones se producen en las principales galerías del mundo, lo que da lugar a que escriban sobre Castillo los más importantes críticos. En 1977 aparece la primera monografía sobre el artista gallego, escrita por Werner Haftmaum. En 1982 se vincula a la célebre galería Marlborough, árbitro del arte contemporáneo en Estados Unidos.
Nuevas monografías en diversos países entre ellas la escrita por Carter Ratcliff. Sus esculturas se emplazan en lugares públicos de las ciudades más importantes del occidente europeo. En España se consagra definitivamente con la publicación de la citada monografía de Ratcliff por ediciones La Polígrafa. Adquieren obra suya importantes museos, como el Guggenheim de Nueva York, donde al artista fija su residencia y tiene un amplio estudio.
En su ciudad natal, Pontevedra, se le dedica una sala especial durante la celebración de la Bienal, en 1988. La citada galería neoyorkina y el Meadows Museum de Dallas, Texas, le dedican grandes exposiciones que se repiten en Barcelona y Santiago de Compostela durante el año 1990.
La obra de Jorge Castillo figura en museos de todo el mundo, desde Estados Unidos a Jerusalén. Compostela será sede de su museo permanente, por acuerdo del artista con la Junta de Galicia y el Ayuntamiento de Santiago.
Se aproxima al surrealismo, del que parten muchas de sus creaciones, aunque también está cerca, a veces, de un cierto hiperrealismo muy personal.
Hay una etapa puramente testimonial, auque subjetivizada, en sus cuadros de Nueva York, donde la perspectiva de las arquitecturas gigantes de esta urbe es disculpa para ejercicios plásticos inconfundibles.
Tanto como su pintura importan su escultura y su obra gráfica, probablemente el aspecto que lo ha divulgado más en ámbitos internacionales.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
¡Gallego hiperrealista y surreal
saliéndose de regla en sus estudios!
y UN BESO EN TU CÉLTICA CULTURA
¿Sabes? Conocí a Jorge Castillo en Nueva York. El era, en aquel entonces, artista de la Malbororough. Me llevó a su estudio en el Village y despues comimos en el Soho. Lo recuerdo como un día agradable hasta que vi como vendía sus cuadros... sacaba de cinta métrica y el precio era por pulgadas. Se que es costumbre americana pero a mi el romanticismo se me cayó por los suelos.
Biquiños
Así es Inés, siempre los artistas se han chocado con el prosaico materialismo, hasta que llego mi tocayo Quevedo y le puso lírica al poderoso caballero. Ha pasado en todas las artes y a todos los artistas. Ahora, al son de la modernidad, como no podía ser de otra manera, tiene nombre con siglas, SGAE, pero su efecto sobre el romanticismo es el mismo.
Ha por cierto al empezar el articulo pone José, en lugar de Jorge,
Ah gracias queridiño. Lo corregi en YOUTUBE, aqui se me escapó (viene mal que wikipedia)...Respecto al materialismo no es así. Normalmente el artista está en su mundo (la parte práctica no va con ellos)Si, tambien está el otro, el que se vuelve loco porque le dicen que es un genio...y vienen las mujeres, y los coches para conquistar a las mujeres... y la producción en masa...y...... me callo...
Publicar un comentario