jueves, 7 de abril de 2011
CONSTANTINO GRANDIO
Esto está escrito en un día de invierno...
Hoy está un día plomizo, típico de mi tierra. El cielo refleja el mar, aunque si dieramos la vuelta al paisaje podríamos decir lo contrario...al fondo, como una mancha un poco más oscura, la península do Morrazo.
El toldo de la terraza de enfrente ha volado, ha quedado solo un puñado de hierros como un esqueleto sin carne. Esta noche ha llovido mucho y el viento ha soplado tan fuerte que la puerta del salón se ha abierto y por eso he encontrado a Pol echado a mis pies en la cama.
Estos son los días que me recuerdan a Grandío, sus marinas, arados que aparecen entre brumas, afiladores... su tierra siempre en la memoria aunque viviera lejos.
CONSTANTINO GRANDIO nació en Lousada, una parroquia de Lugo en 1925. Pensionado por la Diputación de Lugo, se instala en Madrid. Acude a las tertulias del Café Gijón donde alterna con pintores de la Escuela de Madrid y gallegos con Cristino Mallo.
Cuando venía a Galicia volvía en su moto con la gaita colgada a la espalda. En los comienzos en Madrid le encantaba vestir atuendo folclórico, tocar la gaita y decir que era tarea inexcusable como fuente de inspiración.
Grandío, esa persona, ese gran pintor, quizás nacido en época equivocada, descansa en el cementerio de su querida Lousada desde 1977. Su San Bernardo, Adán, lo acompañó hasta última hora y dificil fue apartarlo de su tumba
"Pero un día tendré alas
y entonces los pájaros
me amarán
y yo seré, como mi perro San Bernardo,
feliz".
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