(Bilbao, 1860 - Bilbao, 1916)
Nace en Bilbao en 1860. A muy temprana edad inicia sus
estudios artísticos con Antonio María Lecuona continuando su
formación en Barcelona con el pintor Ramon Martí Alsina.
En 1878 se traslada a París para completar su aprendizaje en
la academia Colarossi. Edgar Degas, Émile Zola y Alphonse
Daudet le introducen en los círculos artísticos franceses,
donde conoce a Édouard Manet, Claude Monet o Puvis de
Chavannes entre otros.
El espíritu del impresionismo cala profundamente en él
haciendo de la luz, el color y los temas naturalistas los
verdaderos protagonistas de su pintura.
En 1886 regresa a Bilbao y se convierte en referencia de
modernidad para los jóvenes artistas.
Imparte clases de pintura en su estudio, colabora con la
Sociedad Euskalherria y entabla amistad con Ramón de la
Sota. Al año siguiente la Sociedad Bilbaína le encarga varias
obras para su sede en la Plaza Nueva.
Terminado este encargo se traslada a vivir a Bakio (Bizkaia)
con la intención de pintar en plena naturaleza. La Comisión de
Fiestas de Bilbao le propone realizar un transparente, con
la ría como tema, para decorar la Plaza Nueva. No se
conserva ninguna imagen de la obra pero, sin duda, causó
gran admiración dada la singularidad de la técnica que
permitía el paso de la luz sobre un soporte de papel.
En 1890 se instala en Murueta (Bizkaia) y retoma la producción
de obras de grandes dimensiones, desde allí continúa
manteniendo contacto con los pintores vascos a través de
los viajes que realiza a Bilbao y de las visitas que recibe.
Nueve años después se traslada a Artea (Bizkaia) para
compartir estudio con Anselmo Guinea.
Recibe sendos encargos para realizar las vidrieras de las
residencias de Antonio Larrinaga en Bilbao y Rafael Picabea
en Oiartzun (Gipuzkoa). También la Casa de Juntas de Gernika
le encarga un conjunto de vidrieras, para las que Adolfo
Guiard propone una temática alegórica en la que se hace
patente la influencia simbolista recibida de Gauguin.
A partir de 1903 traslada, definitivamente, su residencia a
Bilbao, en el barrio de Deusto.
Hasta su muerte, en 1916, participa activamente del ambiente
cultural de la ciudad, colaborando con la revista satírica
El Coitao y asistiendo a las exposiciones de la Asociación de
Artistas Vascos.
Adolfo Guiard puede ser considerado una de las figuras
capitales de la renovación de la pintura vasca. Siempre atento
a las novedades se vio atraído por el japonismo y la fotografía
que supo aplicar magistralmente en sus composiciones.
Sin su presencia no hubiera sido posible el desarrollo de la
modernidad en el panorama artístico del País Vasco.
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