jueves, 18 de julio de 2013

Ángel Romero Mateos





Ángel Romero Mateos nació en Cádiz en 1.875, aunque a los cinco años se trasladó con su familia a Santa Cruz de Tenerife. Hijo del litógrafo Ángel Romero Tardido, el empresario litógrafo más sobresaliente de la ciudad andaluza, su padre estableció la imprenta en la capital que aún lleva su nombre, y en la que trabajaron varios artistas del siglo XX como Juan Davó y González Martín. De hecho, Ángel Romero fue profesor de Davó y le transmitió los principios y conocimientos de quien fuera su maestro, Joaquín Sorolla.


El joven Romero emprende, alrededor de 1.893, un nuevo viaje a Cádiz, en cuya Academia de Bellas Artes ingresa para después pasar a la madrileña de San Fernando. La enseñanza oficial no tardaría en aburrir al artista, por lo que decidió suplirla ingresando en el taller del pintor Manuel Domínguez Sánchez. Domínguez, pensionado en Roma en 1864, se adhirió primero a la estela de los nazarenos antes de virar el rumbo hacia el realismo posromántico que le inspiró el pintor Eduardo Rosales.


A principios de siglo Romero Mateos se convierte en alumno de Joaquín Sorolla, que con treinta y siete años emergía del naturalismo y del realismo social que había estudiado en pintores como Jules bastien-Lepage y Adolf Menzel. Aunque la influencia de Sorolla en Romero se tiende a asociar con el luminismo posimpresionista, éste sin duda recogió parte de la impronta realista que caracterizó la primera manera del valenciano. Al poco de regresar a Canarias, Romero Mateos colabora en la revista "Gente nueva" con dibujos como "Pancho el bobo" (1900), que apareció en portada de la publicación y que nos remite al realismo social.
Tras la primera etapa de su pintura (1895-1905), caracterizada por una paleta sobria y tonalidades oscuras, el color hará irrupción paulatinamente, coincidiendo con una evolución hacia el realismo folclorista donde la huella sorollana se manifiesta plenamente.
Después de un paréntesis de cuatro décadas durante el cual Romero Mateos abandona prácticamente la pintura, la retoma, sin innovaciones notables, hacia el final de su vida, que acaba en 1.953.



Las influencias del autor se aprecian en pinturas como "De vuelta del mercado", óleo sobre lienzo de 1904 (Museo Municipal de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife.

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