miércoles, 1 de julio de 2009
Vincent van Gogh- última carta a Theo
El tormento de un hombre cuya pasión era crear. Su mente iba a tal velocidad que creía no tener tiempo para plasmar todo lo que llevaba dentro.
"¿ Qué es dibujar ? ¿cómo se llega ?. Es la acción de abrirse paso a través de una pared de hierro invisible, que parece encontrarse entre lo que se siente y lo que se puede..." (carta 237 a su hermano Theo)
La última carta, número 652 de la correspondencia, no llegó a ser enviada. La encontraron en el bolsillo de la chaqueta de Vincent el día de su muerte, 29 julio de 1989. El pintor agonizó durante dos días en la habitación de una posada, tras haberse disparado en el costado, dando tiempo a que su hermano Théo viajara desde París para consolarlo durante sus últimas horas de vida.
(Carta que Vincent tenía sobre sí, el 29 de julio de 1890)
“Mi querido hermano:
Gracias por tu buena carta y el billete de 50 francos que contenía. Ya que esto va bien, que es lo principal, ¿por qué insistiré sobre cosas de menor importancia? ¡a fe mía!… antes de que haya oportunidad de hablar de asuntos con la cabeza más reposada, pasará probablemente mucho tiempo. Los otros pintores, cualquier cosa que piensen, instintivamente se mantienen a distancia de las discusiones sobre el comercio actual.
Pues bien, la verdad es que sólo podemos hacer que sean nuestros cuadros los que hablen. Pero sin embargo, mi querido hermano, añado; que siempre te he dicho –y te vuelvo a decir todavía otra vez con toda la gravedad que pueden dar los esfuerzos del pensamiento asiduamente fijo para tratar de hacer tanto bien como se pueda- te vuelvo a decir aún que yo consideraré siempre que tú eres algo más que un simple marchand de Corot, que por mediación mía tienes parte en la producción misma de ciertas telas que aun en el desastre guardan su calma.
Porque nosotros estamos aquí y esto es todo o por lo menos lo principal que puedo tener que decirte en un momento de crisis relativa. En un momento en que las cosas están muy tirantes entre marchands de cuadros de artistas muertos y de artistas vivos.
Pues bien, mi trabajo; arriesgo mi vida y mi razón destruida a medias –bueno- pero tú no entras entre los marchands de hombres, que yo sepa; y puedes tomar partido, me parece, procediendo realmente con humanidad, pero, ¿qué quieres?..”
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario