Howard Hodgkin (Londres, 1932), es uno de los artistas británicos en activo más importantes del panorama internacional. Hodgkin describe su obra como “pinturas que representan situaciones emocionales”, con las que intenta recrear la intensidad de
Hodgkin ha seguido una
trayectoria personal diferente a la de sus compañeros de generación
ligados al Arte Pop. En sus pinturas tempranas retrata a sus amigos
artistas de forma poco convencional para captar su sentimiento, o bien
refleja espacios donde acontecen reuniones sociales mediante formas
fragmentadas y símbolos pictóricos. A finales de los años sesenta,
experimenta con diferentes formatos y soportes, como su característico
marco pintado, que encaja el tema y atrae la atención a las obras como
objetos. Hodgkin se aleja de referencias figurativas evidentes. Sus
temas se abren a la naturaleza y los ambientes relacionados con sus
viajes. En 1964 hace su primer viaje a la India donde queda impresionado
por sus colores audaces.
Su obra de finales de los setenta alcanza un nuevo nivel de intensidad emocional con temas más íntimos y utiliza el color puro para expresar momentos transitorios, con referencias a momentos de enfado, celos o situaciones eróticas. Sus pinturas presentan la realidad mediante vislumbres, revelan tanto como ocultan. En 1984 Hodgkin representa a Gran Bretaña en la Bienal de Venecia con una serie de pinturas de pequeño tamaño que captan la iluminación cambiante de esta ciudad con una exactitud extraordinaria. En esta etapa continúa experimentando con la escala y consigue que las obras grandes parezcan íntimas y las pequeñas, obras épicas. En los noventa despliega un estilo más expresivo y gestual con temas más complejos y pincelada más suelta. En obras más recientes, Hodgkin expande y construye su vocabulario visual, mientras continúa a la búsqueda de nuevas formas de expresión.
Su obra de finales de los setenta alcanza un nuevo nivel de intensidad emocional con temas más íntimos y utiliza el color puro para expresar momentos transitorios, con referencias a momentos de enfado, celos o situaciones eróticas. Sus pinturas presentan la realidad mediante vislumbres, revelan tanto como ocultan. En 1984 Hodgkin representa a Gran Bretaña en la Bienal de Venecia con una serie de pinturas de pequeño tamaño que captan la iluminación cambiante de esta ciudad con una exactitud extraordinaria. En esta etapa continúa experimentando con la escala y consigue que las obras grandes parezcan íntimas y las pequeñas, obras épicas. En los noventa despliega un estilo más expresivo y gestual con temas más complejos y pincelada más suelta. En obras más recientes, Hodgkin expande y construye su vocabulario visual, mientras continúa a la búsqueda de nuevas formas de expresión.