Eduardo Kac

Su conejo vivo fluorescente y la flor Edunia, que tiene su propio ADN, son de sus obras más llamativas


(HOLO/EYE)

Sus creaciones se exhiben en una galería de arte, pero la propuesta de Eduardo Kac -un brasileño de 48 años, profesor de Arte y Tecnología en Chicago- es experimentalista, metafísica y se mueve entre la genética, la tecnología y la electrónica. Sus obras se presentan como arte transgénico desde que en el 2000 creó un conejo vivo y fluorescente, que obedece al nombre artístico de GFP Bunny , y al que Kac define como «una nueva forma de vida basada en la biología molecular». Ahora sus últimas obras de lagoglifos y plantimales se exponen en Santiago, en la Factoría Compostela.



«Son nuevas formas de arte, nuevas formas de vida, pues todas las culturas tienen sus criaturas y mitologías imaginarias», asegura Eduardo Kac, quien se muestra ufano de este proceso creativo de «imaginar un ser y traerlo al mundo; el arte del ser y existir es la base» de su obra.


Un proceso sorprendente y una muestra que aún lo es más. Además del conejo -que tiene genes de una medusa en un embrión de conejo-, hay plantimales , una forma de vida creada por el propio Kac y a la que denomina Edunia. Es una flor modificada genéticamente al mezclarse con el ADN de su creador, una reflexión viva sobre la contigüidad de la vida entre las diferentes especies a partir del emotivismo de las venas rojas en la planta.


Creador de experiencias

«Es un ser vivo, la primera en su especie», explica Eduardo Kac, quien dice que no es la estética lo que le interesa, «sino crear experiencias». A partir de ahí surgen múltiples preguntas en torno a la vigilancia y control social, las mutaciones biológicas o la implantación de memorias artificiales en los cuerpos humanos. ¿Ciencia ficción? Eduardo Kac demuestra que es una nueva realidad sorprendente.


«Mis pasiones son el arte y la poesía. La técnica simplemente me sirve para resolver problemas expresivos. El arte del futuro es un arte inmaterial, en red, basado en la información y la comunicación», explica, aunque reconoce que «mis obras siempre tienen una dimensión filosófica pues se cuestionan qué es el ser humano y cuál será nuestra relación con el mundo».


En los ochenta este brasileño locuaz ya sorprendió con su poesía holográfica, basada en textos poéticos estructurados luminosamente en el espacio, aunque respetando la fisiología humana. A partir de entonces se consagra internacionalmente, rodeado de polémica, como gurú de las instalaciones interactivas y del bioarte y los nuevos medios.


La muestra que exhibe en Santiago es un catálogo de plantimales y lagoglifos , que rescatan las formas primitivas de la escritura. Pero ¿qué es el arte transgénico? Según Kac, «se basa en el uso de las técnicas de la ingeniería genética para transferir material de una especie a otras, o para crear singulares organismos vivientes con genes sintéticos».

Este concepto de arte metafórico no solo cuestiona el arte tradicional, sino que propone maneras alternativas de ver la vida. Son experimentos, manipulaciones genéticas, nuevas recreaciones. «Busco recrear las condiciones en que un universo sensible se encuentra con otro». Se trata de vislumbrar el inmediato desarrollo de la ciencia y la tecnología.

Ref. LA VOZ DE GALICIA