viernes, 30 de julio de 2010

Juan Martínez Abades



Juan Martínez Abades (Gijón, 7 de marzo de 1862- Madrid, 19 de enero de 1920) Pintor asturiano.

Cursa sus estudios en el Instituto Jovellanos y desde el comienzo se manifiestan en él unas extraordinarias dotes para el dibujo y para la música, que estudia con el maestro Passutti. Ingresa en 1880 en la Escuela Superior de Pintura, Escultura y Grabado, y al mismo tiempo, asiste al estudio del escultor José Grajera, que le adoctrina en el estudio de las formas clásicas. En 1881 oposita a beca por la Diputación de Asturias, y pese a obtener el número uno, se le escamotea en beneficio de un paniaguado. En 1884 concurre a la Exposición Nacional de Bellas Artes con un cuadro de grandes dimensiones, La muerte de Mesalina, que obtiene elogios de la crítica. En 1886 pasa las vacaciones en Gijón y es a partir de entonces cuando se despierta su preferencia por un género muy concreto, la marina, para la que le sirve de inspiración el muelle local, y en la que sería una de las primeras figuras de España.

Los éxitos iniciales lo animan a participar en cuantas exposiciones se celebran, máxime tras haber obtenido un premio en la clase de Colorido de la Escuela de Pintura, Escultura y Grabado. Su próxima meta es Italia, con visitas a Roma, Venecia, Nápoles, Génova, Milán y Florencia, en las que tiene ocasión de depurar su arte y estudiar el rico folklore italiano. Fruto de esa experiencia son los cuadros que envía a la Nacional de 1890: Aguas de Gijón y El viático a bordo; el segundo, obtiene una segunda medalla y en 1891, se ofrece al público en la Exposición Internacional de Bellas Artes que se celebra en Berlín. En ese mismo año fija definitivamente su residencia en Madrid, pasando a ilustrar muchas páginas de Blanco y Negro, a partir de 1893. Su fama iba en aumento y muchas de sus obras figuran en colecciones de La Habana, Buenos Aires, Bilbao, Barcelona, San Sebastián, Madrid y México, a la vez que su espíritu viajero lo impulsa a recorrer una buena parte de España, con preferencia de las zonas litorales.

En 1901 se consagra definitivamente, al presentar a la Nacional un lote de ocho cuadros por el que obtiene la Primera Medalla y la Encomienda de Isabel la Católica. En el Madrid de comienzos de siglo tiene ocasión de tratar a las personalidades más destacadas de la intelectualidad y, tras exponer en numerosas ocasiones y siempre con elogios de crítica y público, comienza a simultanear la pintura con la composición de canciones folklóricas asturianas de tipo nostálgico, como Cabraliega, La paxarina, Duerme, neñina, La pandereta y otras muchas, que le sirvieron de acicate para una empresa próxima, la del cuplé, con la que habría de obtener resonantes triunfos. Mieres del Camino, estrenada en el Teatro Apolo, rompió la marcha de una larga serie de éxitos, de los que algunos serían universales, como: ¡Ladrón...!, Amor de muñecos, Agua que no has de beber, Flor de té, Mimosa, etc.

(Información obtenida de Wikipedia)

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