1860 -1960
En la Europa del siglo XIX, la principal referencia visual del África provenía de la prensa, que dispensaba un tratamiento deformante, mediante el cual convertía el Imperialismo, en espíritu aventurero y las lucrativas expediciones en heroicas gestas. Sus habitantes, eran representados como criaturas extrañas de costumbres salvajes o porteadores que, ante la mínima situación de peligro, abandonaban a su "valeroso" jefe blanco.
A partir de 1860, la pluralidad de viajes al África, bien de exploradores en solitario o de grandes campañas, hacen que los artistas profesionales tomen cada vez más en cuenta los testimonios de estos viajeros y, lo que es más importante, las cada vez mayores facilidades para viajar, hacen que muchos artistas se desplacen a trabajar in situ, obteniendo la información desde una fuente directa. De este modo, las representaciones pasan de la anterior caricatura al naturalismo. Como movimiento plástico, el Africanismo se circunscribe a Francia e Inglaterra, máximas potencias colonialistas.
En 1920, África se populariza y las masas consumen fotografías y postales de estos paraísos ahora cercanos y los pintores abandonan esa visión anecdótica y bucólica de paisajes y costumbres, para pasar a comprender la realidad africana, sus estructuras, sus mitos y su problemática relación con occidente, a la vez que se van abandonando progresivamente la estética europea para dejarse influir por el arte nativo. Esta tendencia se va acentuando con autores como Heudebert o Monique Cras, que asimilan a la perfección la visceralidad y el sentido mágico-simbólico del arte africano.
A su vez, el proceso es de integración e influencia bidireccional, ya que el arte tribal indígena comienza a calar de un modo profundo en los artistas europeos de vanguardia.
Con los procesos de independencia de las naciones africanas y el fin del imperialismo, el africanismo se ira debilitando hasta desaparecer, para dejar paso a los propios artistas nativos, que en muchas ocasiones se servirán de las técnicas tradicionales de representación occidental que aprendieron de su contacto con el hombre europeo.
Ref-ciudad de la pintura
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