lunes, 9 de febrero de 2009

El Museo Guggenheim Bilbao presenta a Takashi Murakami





El Museo Guggenheim Bilbao presenta, la retrospectiva más importante dedicada hasta la fecha al japonés Takashi Murakami (Tokio, 1962), uno de los artistas asiáticos contemporáneos más célebres y aclamados del siglo XX.

Esta muestra, patrocinada por Fundación Jesús Serra y Seguros Bilbao, y organizada por The Museum of Contemporary Art de Los Ángeles (MOCA), ocupa íntegramente la tercera planta del Museo y permite realizar una lectura inédita del trasgresor proyecto artístico del artista nipón.

Con una completa selección de más de 90 obras en distintos medios como pintura, escultura, diseño industrial, animación y moda, la exposición, comisariada por Paul Schimmel, Curator Jefe del MOCA, revela el particular universo de este artista: desde sus primeros trabajos de la década de los noventa en los que explora su propia identidad hasta sus esculturas de gran escala creadas a partir de 2000, auténticos iconos del artista, finalizando con su galería de objetos manufacturados, sus proyectos de animación, su relación con el mundo de la moda y sus fascinantes trabajos de los últimos años.

La relación con el anime (animación) y el manga (cómic) resulta central en la concepción estética de este artista que debutó a comienzos de la década de los noventa. Ambos géneros son, según sus propias palabras, "representativos de la vida cotidiana en Japón" y tienen su origen en la subcultura otaku, un término referido a jóvenes recluidos en sus casas y obsesionados con el anime y el manga.

Su trabajo también está influido por la cultura popular y por determinadas corrientes artísticas europeas y americanas, de ahí que la práctica de Murakami combine brillantemente la viva paleta del pop, la planaridad del arte tradicional japonés, y algunos elementos del movimiento Surrealista, donde lo onírico era una parte fundamental del proceso creativo.

"A través de su carrera, Murakami ha hecho de su legado personal y artístico una amalgama de tradiciones japonesas, europeas y norteamericanas que ha sabido combinar para desarrollar una estética única, que ha generado una proliferación de iconos e imágenes distintivas", afirma el comisario de la muestra, Paul Schimmel.

A lo largo de los 2.000 metros cuadrados de la tercera planta del Museo se intercalan escultura, pintura, moda, animación y merchandising, trazando la carrera de Murakami en un recorrido cronológico en el que sus trabajos adquieren una nueva dimensión en conjunción con los sinuosos y luminosos espacios del edificio de Gehry.

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