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Juan Giralt, pintor contemporáneo, (Madrid, 1940 - 2007)
Iniciado en el informalismo de los años 50, su gama de grises, blancos y negros, se transforma radicalmente tras un viaje a Holanda en el que descubre el grupo Cobra.
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En 1965 viaja a Brasil, donde participa en la VIII Bienal de São Paulo, y dos años después recibe una beca de la Fundación Juan March para residir en París. También fue becado por el Ministerio de Cultura en 1979 y por el Comité Hispanoamericano para ir a Nueva York (1980-1981).
Incorporando formas y el dibujo, sus composiciones pictóricas van desarrollando diferentes etapas, que lo llevan a ser parte de la corriente de la nueva figuración de los años 70.
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Inmerso en esa "tradición de la vanguardia" que tanto le gustaba repetir a Octavio Paz, y partícipe de este tiempo de "la escisión y de la negación de sí mismo" que se produce dentro de la misma modernidad en permanente mutación. La crisis de la vanguardia y el advenimiento de la llamada posmodernidad son el contexto histórico de esta pintura del fragmento, que Juan Giralt practicó con rigor y elegancia.
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En sus últimas exposiciones, que tuvieron como marco la galería Antonio Machón de Madrid, mostró piezas de gran formato en las que quedaba expreso tanto su espíritu crítico como su propensión a la ironía, dos cosas que son muy de agradecer en un mundo tan inclinado a la solemnidad más hueca. Algo que nos dejó también escrito en alguno de sus textos autocríticos que dan la medida de su autoexigencia.
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La honestidad del creador es hoy una de las pocas honestidades necesarias. Giralt era de los que se permitían ejercerla, y además exhibir sus rechazos en una época de plurales genuflexiones. "La pintura debe profanar cualquier planteamiento retórico", nos declaraba, para asumir la permeabilidad "a todo tipo de contaminaciones".
Ref- EL MUNDO
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