Quincy (Estados Unidos), 1935
Escultor estadounidense.
Quincy (Estados Unidos), 1935
Richard Gerstl (Viena, 14 de septiembre de 1883 - ídem, 4 de noviembre de 1908) fue un pintor austríaco, adscrito al expresionismo.
Se inició en un estilo modernista, en sintonía con la Sezession vienesa, con influencia de Gustav Klimt, pero desde 1905 inició una línea más personal, cercana al expresionismo.
Realizó retratos de gran introspección psicológica, como los efectuados a la familia del compositor Arnold Schönberg, que era amigo suyo. Se mudó a su apartamento y entabló un romance con Mathilde, la mujer del compositor, quien abandonó a su marido fugándose con el. Al regresar a Schönberg en octubre de 1908, Richard quemó gran parte de su obra y cartas y el 4 de noviembre se ahorcó en su estudio.
Su obra cayó en el olvido hasta los años 1930, en que fue reivindicada por el marchand Otto Kallir.
De las 66 pinturas y los 8 dibujos clasificados que sobrevivieron, muchas se hallan en el Museo Leopold de Viena.
Locura
“El sueño es como un cuadro, pero hay que cuidarse de desmembrarlo de acuerdo a un sistema moral o psicológico para encontrarle una interpretación: es preferible permitirle al espectador que subsista en su genuina pureza simbólica porque la visión visible y creadora es más fuerte y fecunda que su prolijo análisis.” Alfred Kubin.
guerra
El muro del cementerio
La caza
La gran Babilonia
epidemia
Alfred Leopold Isidor Kubin (10 de abril de 1877 – 20 de agosto de 1959) Ilustrador expresionista austriaco y escritor ocasional, descendiente de ancestros checos.
Kubin nació en Leitmeritz, Bohemia, que entonces era parte del Imperio austrohúngaro. Desde 1892 hasta 1896 estudió fotografía. Entre 1898 y 1901, Kubin estudió en la escuela de arte Schmitt Reutte y en la Academia de Munich. En 1902 comenzó a colaborar con la revista satírica Simplicissimus. Ese mismo año expone en Berlín y publica su primera recopilación de dibujos el año siguiente. Produjo un pequeño número de pinturas al óleo entre 1902 y 1910 pero pronto comenzaron a predominar en su producción otras técnicas, el dibujo con pluma a tinta china se convirtió en su medio favorito, también realizó acuarelas, y litografías. Viaja, sobre todo a París, y emprende una gran amistad con Franz Kafka.
En 1911 participó junto a sus amigos Paul Klee y Franz Marc en la exposición de Der Blaue Reiter.
Se considera un importante representante del Expresionismo, destacando por sus fantasías oscuras, espectrales y simbólicas (normalmente relacionadas por series temáticas). Se han encontrado influencias, especialmente en sus obras tempranas de artistas como Francisco de Goya, James Ensor y Max Klinger.
Como Oskar Kokoschka y Albert Paris Gütersloh, Kubin compartió el talento para las artes plásticas con el literario. Ilustró obras de Edgar Allan Poe, E.T.A. Hoffmann, Fyodor Dostoevsky, entre otros. Es también autor de numerosos libros, el más conocido de ellos es su novela Die Andere Seite (El otro lado, comúnmente traducida como La otra parte) (1909), una distopía apocalíptica de atmósfera claustrofóbica y absurda, con reminiscencias de los últimos escritos de Kafka. Esta novela es considerada como una de las obras maestras de la literatura fantástica en lengua alemana; así la han calificado reputados autores, como Hermann Hesse que la sitúa a medio camino entre Meyrink, Poe y Kafka.
Su trabajo literario incluye:
Desde 1906 hasta su muerte, estuvo llevando una vida retirada en un castillo del siglo XII en Zwickledt. Kubin fue galardonado con el premio del Gran Estado Austriaco en 1951, y con la condecoración Austriaca de las Ciencias y las Artes en 1957.
Kubin ha sido una influencia determinante en uno de los cineastas más innovadores y representativos del expresionismo: Murnau. Sentía una fascinación por la obra de Kubin y en especial por su utilización irreal de la luz. La magia de muchos de sus grabados y dibujos está de hecho en la iluminación porcedente de fuentes de luz imposibles e ilógicas. En una escena del Fausto de Murnau se copia literalmente una de las ilustraciones de la novela de Kubin "La otra parte": la casa de la madre de Margarita extrañamente iluminada por la noche. Algo similar sucede en una escena de la calle en Nosferatu, también copia de otra ilustración del mismo libro.
Por su capacidad onírica Kubin ha sido considerado también de gran influencia en los pintores surrealistas, entre otros en Dalí.
Giovanni Boldini (Ferrara, 31 de diciembre de 1842 - París, 11 de enero de 1931), fue un pintor italiano.
Fue el octavo de 13 hijos de Antonio y Benvenuta Caleffi. Su padre, nativo de Spoleto, era pintor de matriz purista, alumno de Tommaso Minardi (1787 - 1871), y restaurador; se dice que, dotado de notable técnica, hacía buenas copias de obras de Rafael y de paisajistas venecianos; de su padre recibió Zanin (como era conocido familiarmente Giovanni) las primeras enseñanzas de dibujo.
En Ferrara frecuenta desde 1858 los cursos de pintura de Girolamo Domenichini (1813 – 1891), autor de los frescos, de tradición académica, del Teatro local, y de Giovanni Pagliarini (1809 – 1878), que se impartían en el Palacio de los Diamantes; tuvo también la oportunidad de conocer bien a los grandes pintores ferrareses del Quattrocento, además de Dosso Dossi y el Parmigianino.
Su primera obra importante fue Il cortile della casa paterna, (El patio de la casa paterna), un óleo fechado en el año 1855; le siguen, fechados a fines de la década de 1850, un Autorretrato a los dieciséis años y los retratos de su hermano Francesco, de Maria Angelini y de Vittore Carletti.
En 1862 se inscribe en la Academia de Bellas Artes de Florencia, donde fue alumno de Stefano Ussi (1822 - 1901) y de Enrico Pollastrini (1817 - 1876). Frecuenta el conocido lugar de encuentro de los artistas florentinos, el Caffè Michelangiolo, donde conoce Giovanni Fattori, Odoardo Borrani, Telemaco Signorini, Cristiano Banti, del cual es huésped en sus villas de Montorsoli y de Montemurlo, y Michele Gordigiani (1830 - 1909) y ya manifiesta su interés, que no abandonará jamás, por los salones elegantes de la aristocracia y de la burguesía, siendo huésped de la familia Falconer, para los que decora con témpera en seco, entre 1867 y el 1870, las paredes de una salita de su villa en Pistoia, "La Falconiera"; la villa será comprada en 1938 por la viuda del pintor y en ella se guardan aún un centenar de sus obras.
En el 1866 marchó a Nápoles con Banti, a quien retratará en varias ocasiones; en 1867 hace un viaje a Francia, con los Falconer: en Montecarlo pinta el Generale spagnolo ("Una de las mejores cosas de mi juventud", dirá). En París visita la Exposición Universal y conoce a Edgar Degas, Alfred Sisley y Édouard Manet.
Se establece en Londres en 1870, invitado por William Cornwallis-West, a quien había conocido en Florencia; este pone a su disposición un estudio en el centro de la ciudad, frecuentado por la alta sociedad, pero a fin de año se encontraba nuevamente en Florencia.
En octubre de 1871 se establece en forma estable en París, abriendo un estudio en la Avenida Frochol y luego a la Plaza Pigalle, donde vive con la modelo Berthe. Trabaja para el marchante más importante de París, Goupil, para quién trabajaban ya pintores de gran éxito como Mariano Fortuny y Ernest Meissonier, además de los italianos Giuseppe Palizzi y Giuseppe De Nittis. Pinta una serie de cuadros de género al gusto dieciochesco, muy de moda en la época.
Henri de Toulouse-Lautrec
En 1874 expone con éxito en el Salón de París su cuadro Las Lavanderas. Termina su relación amorosa con Berthe e inicia una con la condesa Gabrielle de Rasty, de quien expone un retrato en el Salón de 1875; en mayo retorna brevemente a Ferrara a causa de la muerte de su madre. En 1876 viaja a Alemania, donde conoce y retrata al gran pintor Adolph von Menzel, y a Holanda, donde admiró las obras de Frans Hals.
Por esos años ya estaba muy solicitado por el llamado bel mondo: en 1886 retrata por primera vez a Giuseppe Verdi sobre tela; le regalará el retrato siete años después en Milán, pero no satisfecho con el resultado lo retratará nuevamente utilizando pastel sobre papel, en 5 horas. El pintor guardó este retrato para sí, presentándolo a la Exposición de París del 1889 y en el 1897 a la Primera Bienal de Venecia, donándolo finalmente a la Galería de Arte Moderna de Roma en el 1918.
El 5 de febrero de 1887 asiste en el Teatro alla Scala de Milán al estreno del Otello de Verdi, habiendo sido invitado al palco. En 1889 es nombrado "Comisario" de la sección italiana de la Exposición Universal de París, exponiendo tres de sus retratos, uno de los cuales es el famoso Retrato de Emiliana Concha de Ossa, sobrina del embajador chileno ante el Vaticano, Luis Subercaseuse.
En la primavera del 1900 fue huésped, en Palermo, de la familia Florio, para pintar el retrato de Donna Franca. La pintura no satisfizo a su marido, a causa del amplio escote y de las piernas descubiertas un poco debajo de las rodillas. El retrato fue modificado y vendido después (1928) por el enorme monto de un millón de liras. Posteriormente, el cuadro fue robado por los ocupantes nazis en París, y llevado a Alemania, donde sufrió serios daños que obligaron a cortarle su parte inferior.
En 1904 Boldini pide la mano de Alaide Banti, hija de su amigo pintor Cristiano, pero la boda no se llevó finalmente a cabo, y en París inicia una relación con la señora de Joss de Couchy.
En el inicio de la Primera Guerra Mundial, en 1914 se traslada a Niza en compañía de su modelo Lina, hasta el 1918; ya enfermo, con la vista débil, en el año 1926 conoce a la joven periodista Emilia Cardona, con quien se casa el 29 de octubre de 1929.
Murió en París, el 11 de enero de 1931. Sus restos descansan junto a los de su familia en el cementerio de Certosa de Ferrara.
Paul Delvaux (23 de septiembre de 1897 - 20 de julio de 1994) fue un pintor belga neoimpresionista y expresionista en sus comienzos, se orientó posteriormente, influenciado por René Magritte y E. L. T. Mesens, hacia un surrealismo clásico: su pintura se caracteriza por desnudos femeninos en ambientes oníricos y desdibujados, cargados de un erotismo latente y figuras idealizadas.
Nació en la ciudad de Antheit, provincia de Lieja, hijo de un abogado. Estudió entre 1920 y 1924 pintura y arquitectura en la Academia de Bellas Artes de Bruselas, donde siguió los cursos de Constand Montald.
El joven Delvaux recibió clases de música, estudió griego y latín, absorbiendo la ficción de Jules Verne y la poesía de Homero. Toda su obra resultó influida por estas lecturas, comenzando por sus primeros dibujos con escenas mitológicas.
Estudió en la Academia real de Bellas Artes de Bruselas, aunque en el departamento de arquitectura debido a que sus padres desaprobaban su deseo de ser pintor. A pesar de ello, consiguió su objetivo, acudiendo a clases de pintura de Constant Montald y Jean Deville. Los pintores Frans Courtens y Alfred Bastien también le animaron. Sus obras de este periodo fueron sobre todo paisajes naturalistas.
Fue nombrado director de la Academia real de bellas Artes en 1965.
Es padre del importante cineasta belga André Delvaux.
En 1982 se inauguró el Museo Paul Delvaux en San Idesbaldo. Delvaux murió en Veurne en 1994.
Acabó unos ochenta cuadros entre 1920 y 1925, siendo este último año el de su primera exposición individual. Sus primeras obras estuvieron influenciadas por el impresionismo y por el expresionismo alemán que conoció a través de Gustave de Smet.
En 1934 participó en la exposición Minotauro de Bruselas junto con René Magritte, Salvador Dalí, Max Ernst, Joan Miró y Balthus, operándose en él un cambio que le llevó a destruir la mayor parte de su obra primitiva.
Las pinturas de Delvaux de finales del los años veinte y principios de los treinta, que presentan desnudos en paisajes, están fuertemente influidos por expresionistas flamencos como Constant Permeke y Gustave De Smet. Un cambio de estilo alrededor de 1933 refleja la influencia del «arte metafísico» de Giorgio de Chirico, a quien había conocido por vez primera en 1926 o 1927.2 A principios de la década de los treinta, Delvaux encontró más inspiración en sus visitas a la Feria de Bruselas, donde el Museo Spitzner, un museo de curiosidades médicas, mantenía un stand en el que se mostraban esqueletos y una figura de Venus mecánica en un escaparate con cortinas de terciopelo rojo. Este espectáculo cautivó a Delvaux, proporcionándole motivos que aparecerían a lo largo de su obra posterior. A mediados de los años treinta comenzó a adoptar algunos de los motivos de su compatriota belga René Magritte, así como el estilo inexpresivo de dicho pintor al presentar las yuxtaposiciones más inesperadas de objetos por lo demás ordinarios. Encontró en James Ensor y, sobre todo, en René Magritte y Giorgio de Chirico, la inspiración de un estilo al que permanecería fiel hasta el final de su vida, calificado como realismo mágico.
Delvaux reconoció sus influencias, diciendo de Chirico, "con él me di cuenta de que era posible, el clima que tenía que desarrollarse, el clima de calles silenciosas con sombras de personas que no pueden verse, nunca me he preguntado si es surrealista o no." Aunque Delvaux se asoció durante un tiempo con el grupo surrealista belga, no se consideraba a sí mismo "un surrealista en el sentido escolástico de la palabra."6 Tal como dice Marc Rombaut: "Delvaux... siempre mantuvo una relación íntima y privilegiada con su infancia, que es la motivación subyacente de su obra y siempre consigue que salga a la superficie. Esta 'infancia,' que existe dentro de él, le llevó a la dimensión poética en el arte."
La fuite (1936) fue una de las primeras obras pintadas con este nuevo estilo, enriquecido durante su viaje a Italia en 1938 y con referencias a la arquitectura antigua y al tema de los paisajes desiertos con ruinas (La ville endormie, 1938).
Las pinturas de Delvaux se hicieron famosas al representar mujeres desnudas que miran fijamente como si estuvieran hipnotizadas, con gestos misteriosos, a veces reclinadas de manera incongruente en una estación de ferrocarril o vagando por edificios clásicos. A veces las acompañan esqueletos, hombres con sombreros hongos, o científicos asombrados tomados de las historias de Jules Verne. Delvaux repetiría variaciones sobre estos temas durante el resto de su larga vida, aunque pueden reconocerse algunos alejamientos. Entre ellos están sus pinturas de 1945-47, realizadas en un estilo aplanado de efectos de perspectiva forzada y distorsionada, y la serie de crucifixiones y deposiciones de la Cruz protagonizadas por esqueletos, pintada durante los años 1950.
A finales de los años cincuenta produjo una serie de escenas nocturnas, en las que hay trenes que mira una niña vista desde atrás. Estas composiciones no tienen nada que sea abiertamente surrealista, y aun así la claridad de detalle a la luz de la luna tiene un efecto de alucinación. Los trenes han sido siempre un tema de interés para Delvaux, quien nunca olvidó lo maravilloso que le pareció, siendo un niño pequeño, cuando vio los primeros tranvías eléctricos en Bruselas.
En 1959 ejecutó un mural para el Palais du Congrès en Bruselas, uno de los encargos decorativos a gran escala que emprendió Delvaux.
La técnica de Delvaux es precisa y seca. Su academicismo, voluntariamente anacrónico, acentúa por su falsa ingenuidad el erotismo latente en sus obras. En ellas se representan cuerpos femeninos estereotipados, mudos y estáticos dentro de un marco estrictamente definido, al que a veces se añade una penumbra misteriosa e inquietante, un hombre vestido (tal vez el doble del artista) que les ignora o les mira impasible.
La obra de Delvaux se conserva tanto en colecciones públicas belgas como en la Tate Gallery de Londres, el Museo Nacional de Arte Moderno de París y el Museo de Arte Moderno de Nueva York. En España, su única obra expuesta en colecciones públicas se conserva en el Museo Thyssen-Bornemisza.
En 1982 se inauguró en San Idesbaldo (Bélgica) un museo dedicado a este artista.