miércoles, 6 de octubre de 2010
Boris Kustodiev
Borís Mijáilovich Kustódiev (ruso, 7 de marzo de 187828 de mayo de 1927) fue un pintor y escenógrafo ruso.
Borís Kustódiev nació en Astrakán en la familia de un profesor de filosofía, historia de la literatura, y lógica en el seminario teológico local. Entre 1893 y 1896, Borís estudió en el seminario teológico y recibió clases privadas de arte en Astrakán de Pável Vlásov, un alumno de Vasili Perov. Posteriormente, desde 1896 hasta 1903, acudió al taller de Iliá Repin en la Academia Imperial de las Artes en San Petersburgo, colaborando posteriormente con él como ayudante. Expuso por vez primera en 1896.
Realizó visitas a Francia y España gracias a una beca de la Academia Imperial en 1904; luego, en 1907, estuvo en Italia, y en 1909 visitó Austria y Alemania, y de nuevo Francia e Italia. En esta época pintó sobre todo retratos y trabajos de género.
En 1905, Kustódiev se dedicó por vez primera a la ilustración de libros, un género que cultivaría el resto de su vida. Ilustró muchas obras de la literatura clásica rusa. Debido a una enfermedad, tuvo que marchar a Suiza, donde pasó un año en tratamiento en una clínica privada. Quedó parapléjico en 1916,1 estando a partir de entonces confinado en su habitación.
El artista también estuvo interesado en diseño de escenarios. Primero empezó a trabajar en el teatro en 1911, cuando diseñó decorados para la obra de Aleksandr Ostrovski Un corazón ardiente. Fue tal su éxito que le llegaron nuevos encargos. En 1913, diseñó escenario y vestuario para La muerte de Pázujin en el Teatro del Arte de Moscú. Demostró su talento en otras obras de Ostrovski.
En 1923, Kustódiev se unió a la Asociación de Artistas de la Rusia Revolucionaria. Siguió pintando, haciendo grabados, ilustrando libros y diseñando para el teatro hasta su muerte el 28 de mayo de 1927, en Leningrado.
(Información obtenida de Wikipedia)
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2 comentarios:
Nacer en Astrakán, y en el taller
de Iliá Repin en San Petersburgo aprehender de las artes y del arte
y la belleza inmensa en la ciudad.
Oír conversaciones a la mesa
y luego recorrer, correr mundo...
Buena fragua de artista que además
se suma porque entiende a los cambios
y a aquellos artistas fascinados
por la Revolución y evolución.
Asombroso lo que viajaban algunos artistas ¿No? Y si pensamos que no tenían VUELING, parece increible
Apertas
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