SARDANAPALO, según la leyenda, rey de Asiria en el siglo VI antes de Cristo. Vivía en la capital, Nínive, una vida llena de lujo y libertinaje. Cuando los Medas, una tribu indoeuropea, asedió la ciudad durante dos años, decidió no rendirse y ordenó destruir la ciudad y todas sus riquezas. Mientras tanto manda preparar un veneno y ordena a sus criados que quemen el palacio con todos sus tesoros y esposas dentro.
En este cuadro de Delacroix vemos a Sardanápalo recostado en la cama contemplando toda la escena de barbarie y confusión.
Delacroix cuando expuso este cuadro y le pidieron que lo explicara dijo:
Los rebeldes asediaron su palacio... Acostado en una magnífica cama, en la cima de una inmensa hoguera, Sardanápalo da la orden a sus eunucos y a los oficiales de palacio de degollar sus mujeres, sus pajes, hasta sus caballos y sus perros favoritos; ninguno de los objetos que habían servido a sus placeres debían sobrevivir.
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