lunes, 18 de junio de 2012

MANUEL MOLEZÚN


 MOLEZÚN "MANUEL SUÁREZ-PUMARIEGA MOLEZÚN" [A Coruña 1920 - Madrid 2001]
Firma habitualmente sus obras con el segundo de sus apellidos, que ha hecho universal. Aunque nacido en la urbe herculina, reside en Madrid desde que tenía ocho años. Y su dedicación al arte, si bien de resonancia hoy excepcional, comenzó tardíamente ya que su vida derivó inicialmente por caminos bien distintos. Estudió la carrera de medicina, que ejerció en la capital de España entre los años 1940 y 1955. Deportista muy destacado, en la especialidad de atletismo, llegó a representar a España, en los Juegos Olimpicos celebrados en Londres en 1948. Interesado por la pintura, abandona la dedicación profesional a la Medicina en 1955, para entregarse por completo al arte, con tal personalidad que ha formado a legiones de alumnos en su tarea didáctica como profesor de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense. Comenzó participando en concursos universitarios, en los que alcanza premios. Es becado por el Ministerio de Educación Nacional y viaja por medio mundo, participando en exposiciones colectivas, algunas tan importantes como las bienales de Alejandría y Salzburgo, Milán y otras. Su versatilidad le lleva a destacar en géneros tan diversos como la acuarela, la vidriera o el diseño para estampado en tela. Su obra es conocida y elogiada en Atenas, El Cairo, Amman, Ankara, Beirut, Damasco, Estambul. Expone en Berlín y gana el concurso para la decoración del pabellón español de la Expo de Bruselas en 1968. A partir de estos años, la obra de Molezún, ya entre las primeras y más importantes de la vanguardia española, se muestra en ciudades de toda España, y de Europa y América. Persiste en su curiosidad por cualquier manifestación o acontecimiento donde pueda mostrar su talento plástico, y gana medalla de plata en la Bienal de las Artes en el Deporte, en Madrid, en 1977. La más importante fundación cultural de España, la March, le ha encargado un mural para su sede madrileña, que realiza en 1974. En Vigo expuso por vez primera en 1980. Destacó en la primera Mostra Unión Fenosa, con adquisición de obra. La confirmación de su prestigio en Galicia le llega en 1992, cuando realiza la exposición vigésimosexta de la serie " Grandes artistas gallegos " en la sala del centro cultural de Caixavigo. Poco más de un año después realiza otra muestra personal en el sala de la misma institución. Molezún es nombre imprescindible en los repertorios de arte contemporáneo. Es un clásico en la más pura vanguardia y está representado en el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid; en el de Arte Abstracto, de las Casas Colgadas en Cuenca, fundado por su amigo Fernando Zóbel y hoy cedido a la fundación March; en el de Arte Contemporáneo de Villafamez, en Levante; en el de Castrelos, Vigo, y en otros muchos de Europa y América, así como en las más importantes colecciones particulares de rango internacional. Molezún, en su obra, expresa no las cosas, o su referencia, sino su estructura, su interior. Hay en él algo de diseccionador en pro de la intramorfología y el cromatismo oculto. Nada, en su pintura, responde a referencias codificadas y sin embargo, semeja ser, es, al fin, profundamente y hasta inquietantemente, real, a partir de un concepto abstractivo, de composición razonada, cartesiana, como orquestada. En sus cuadros hay un perfecta arquitectura; una armonía de líneas, espacios y manchas razonada, dosificada, exquisita. Su gama es deliberadamente asordada, neutra, a base de tierras, ocres, algunos naranjas, que en estas gamas constituyen la nota lírica. Y está el negro, como gran señor resultante y dominador. Cualquier insinuación de referencia formal está geometrizada, reducida a estructura. Si aserraramos un bloque de mármol veteado de Brasil o de la India y obseváramos su textura, agrandando los poros, las rugosidades, las superficies alternadas, ásperas o pulidas, tendríamos una aproximación a la gráfica de este artista, serio, profundo, reflexivo, en el fondo eminentemente lírico, que sin duda aprendió mucho del cubismo de Picasso y de Juan Gris, aunque él supo llevarlo más a su esencia. Quizá los años de ejercicio de la medicina hayan influido en este peculiar mundo plástico de Molezún. Si miráramos al través de las lentes de un microscopio, en un laboratorio de anatomopatología, contemplaríamos texturas viscerales, tejidos musculosos, venosos, semióseos, semejantes a la apariencia de las composiciones de Molezún, que también parecen capas geológicas cámbricas. Estamos ante una pintura paradógica, puesto que siendo, al fin, muy elocuente, parece silenciosa, asordada, y sin embargo, vibra, inquieta, emociona. La materia es delgada, a veces neutra o mate, y otras deliberadamente brillante, untuosa. Mil rascaduras, veladoras, levísimas grumosidades, aparecen en esas perspectivas de mundo de almacén industrial, donde todo, ese todo que se insinua, que se imagina únicamente, parece estar ordenado con prisa, como si fuera a derrumbarse y, no obstante, tuviéramos la seguridad de que va a permanecer para siempre, inmóvil; inamovible por monolítico, ya que aparenta más geología que vegetalidad. Así, la pintura de Molezún inquietará siempre, y cada uno de sus cuadros será tantos cuadros como contempladores razonantes tenga, porque engaña al no ser un mundo de realidades, sino de sugerencias, desnudo y como barroquizante. Porque si se nos conminara a definir a este pintor, nos atreveríamos a afirmar que es un cubista barroco, sostenido por una rigurosa conceptualidad. A veces hay adherencias en esta plástica que no es estrictamente pintura, ya que participa del "collage" o está dicha sobre paneles con herramientas de grafismo amplísimas, como llanas o anchas espátulas, para lograr apariencias de grabado, de morfología de muro donde la industria realizó pruebas de color. Y es que antes de la mancha está la geometría y al fin se adueña de todo esa orquestación tonal, de composición asordada que rechaza cualquier descriptivismo.

 Ref- Coleccion CAIXANOVA



BEATRIZ REY


 BEA REY "BEATRIZ REY GÓMEZ" [A Coruña 1939]
 Cursó la carrera de Bellas Artes en la Escuela de San Fernando de Madrid y se graduó en Artes Aplicadas. Es profesora de dibujo en centros de enseñanza media. Comenzó a exponer en 1966. Se integró en el dibujo de Estampa Popular Gallega, cuyas muestras colectivas recorrieron todo el país. También se integró en el grupo Sisga, de A Coruña. Ha participado en numerosas bienales provinciales. Su obra ha recorrido toda España y saltó a Francia y a Alemania. Las muestras individuales las inició en 1968, y las ha realizado en numerosas ciudades españolas. Está representada en los museos de Lugo, Sada, Villafamés, Granada, Cuenca, etc., así como en colecciones institucionales importantes. A partir de una figuración relativa, Bea Rey ha evolucionado hacia un expresionismo sinóptico, vagamente emparentable con los movimientos europeos de entreguerras. Picasso, como en tantos otros artistas, está presente en esta pintora coruñesa, excelente dibujante y dueña de una paleta muy sensible, de raíz eminentemente lírica. Latió en ella, antaño, una preocupación cubista, que se acusaba en la construcción rigurosa de sus composiciones e inclusive en sus figuras, de firme y hasta rotunda apariencia, sencillamente porque bajo las figuras estaba una excelente dibujante, de largo ejercicio ante el natural, que le permitía ideaciones y sinopsis sin perder la apariencia de firmeza. Algunas de sus muestras tuvieron al dibujo como forma principal de expresión, demostrando que el trazo, monocromo, puede ser un fin estético en sí mismo, sin necesidad del color o de la mancha. El rigor, no obstante, permitía considerables dosis de abstracción, porque Bea Rey no fue nunca rutina en sus obras, sino invención, decantación, alarde de síntesis desde una personalidad lograda por los mejores caminos, cuales son las muchas horas de ejercicio en el taller.

Información- COLECCION CAIXANOVA

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