jueves, 18 de diciembre de 2008

Anna Ancher



(1859-1935)
Anna Ancher pintó sobre todo cuadros de interiores con descripciones intimas de mujeres dedicadas al trabajo doméstico o al trabajo manual en la casa, frecuentemente presentadas en un espacio donde la intensa luz solar entra por la ventana y cae sobre las cortinas o la pared. En su condición de mujer y ama de casa, en buena medida, su gama de motivos pictóricos se limita al hogar y sus alrededores más próximos. Sus cuadros muestran un mundo de mujer visto con ojos de mujer. Anna Ancher poseía un marcado don pictórico y una percepción intuitiva de la luz y el color.

En vista de que en la Academia de Arte en Copenhague no había cabida para mujeres, Anna Ancher tuvo que procurarse su formación artística de otro modo. Estuvo bajo la enseñanza regular del paisajista danés Vilhelm Kyhn en su escuela privada de arte pictórico durante los años 1875-79. En tanto hija del dueño de hotel Erik Brøndum, en Skagen, tuvo la posibilidad de entrar en contacto más estrecho con los pintores que, en el curso de los años 1870, comenzaban a llegar a esa pequeña ciudad de pescadores cada verano - especialmente el danés Michael Ancher, con el cual se casó en 1880, y el noruego Christian Krohg quien tuvo una influencia significativa para su desarrollo en el uso del color.


Anna Ancher vivió la mayor parte de su vida en Skagen y sólo viajó en casos necesarios, por primera vez en 1882, cuando visitó la Exposición Universal en Viena, y la segunda vez, en 1888-89, cuando fue a París y recibió la enseñanza de dibujo impartida por Puvis de Chavannes y donde posiblemente adquirió conocimiento sobre el arte expresionista.

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